El sano pretexto del cumpleaños de Rafael González Benavides nos abrió nuevamente las puertas del infierno, al dialogar por segunda ocasión con el delegado del CEN del PRI Fernando Donato de las Fuentes Hernández a quien sus amigos le conoce como “El Diablo”
Y si bien, el diálogo con los colegas no le alcanzó para siquiera una chamuscada, si para avanzar en la prospectiva de los que será la selección de los candidatos a diputados locales, alcaldes y por supuesto a la gubernatura de la entidad por lo que se refiere al PRI.
Todo dijo, en el marco de la ley que, en el caso de los que hacen acercamiento con la sociedad, si faltan a las normas será problema, no del PRI, si no de quienes saben que existe una autoridad a la que tienen que rendir cuentas.
En el tema dos, la realización de foros temáticos que bajo la tutela de la Fundación Colosio permitirán construir la plataforma electoral que debe quedar registrada ante el INE. Ahí fue donde se ventiló la primer jiribilla, pues seguro que ante la libertad interna, los aspirantes de todos los noveles podrían convertir este espacio en una pasarela.
En todos los niveles, así que ya veremos el primer control que el CEN marca para que existe disciplina, descarte y por supuesto que un control de daños. Aquí hay un tema que tiene antecedente.
Nos referimos al proceso interno que el PRI organizó en 2004 para seleccionar a su candidato a gobernador. Fueron varios los apuntados. Homero Díaz Rodríguez, Oscar Luebbert, Baltazar Hinojosa Ochoa y por supuesto que Eugenio Hernández Flores, quien con sobrada anticipación sabíamos que era el indicado por Tomás Yarrington Ruvalcaba para sucederle.
Perdón por la primera persona, pero al menos fui de los que se enteró con suficiente tiempo y aun así, anduve de afanosito en todos los foros que se organizaron, para finalmente hacer una votación donde la base institucional del PRI atendió el llamado del jefe mayor en turno.
La diferencia en el tiempo es que no había Presidente Priísta en Los Pinos y que, los virreyes podían decidir a favor de su proyecto. En este caso, por quien resultó ser un excelente gobernador y a la fecha rockstar tamaulipeco.
Hoy existe una correlación entre los poderes local y federal. Existe un federalismo político que el mandatario Enrique Peña Nieto ha mantenido con el jefe político Egidio Torre Cantú. Además por supuesto, que quien manda en el CEN del PRI nacional presume tener sobrada capacidad para realizar una conducción mayor del proceso, en este caso a través del mismísimo Diablo.
Pero bueno, el asunto es que lo deseable para la fecha, es que todos los apuntados y apuntada reciban las señales respectivas para que adicionen sus proyectos a los proyectos superiores. Como en los viejos tiempos, que el que tenga perros que los amarre y el que no pues que no.
Dicho de otra manera, que llegado el momento se hable con los dueños de los perros y les den su vacuna antes de que se desate la rabia.
Es argot político, es palabra de Dios no escrita.
OTROSI: Relájense...casi es Haloween...
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