SEGUNDA PARTE
Continúan creciendo en número y tonos las críticas al presidente estadounidense, Donald Trump, que hasta renuncias ha provocado, por su posición sesgada de condenar a todos “los bandos” que participaron en los graves acontecimientos de violencia en Charlottesville, Virginia, con el propósito deliberado de defender a sus aliados, los supremacistas blancos quienes agredieron a mansalva con odio racial manifiesto a los pacíficos manifestantes antifascistas, como no se había visto en Estados Unidos desde los acontecimientos raciales de 1969.
La Casa Blanca de inmediato, al estilo foxista, trató de enmendarle la plana al magnate al explicar que sus declaraciones fueron enérgicas al condenar todas las formas de violencia, fanatismo y odio, mismas que incluyen “evidentemente a supremacistas blancos, neonazis, el Ku Klux Klan -KKK-, y todo tipo de grupos extremistas”, desde luego esa es una falacia, puesto que Trump condenó la agresión de ambos grupos.
Como ya se ha dado a conocer las palabras de Trump, quien eludió señalar a los ultraderechistas, ha provocado toda clase de críticas, no sólo de los demócratas y del ex presidente Barack Obama, sino también de republicanos y de personas allegas a él, ya que se esperaba una condena clara y fuerte contra los movimientos radicales.
Su hija Ivanka Trump, quien es asesora presidencial, también trató de entrar al quite, al afirmar: “no hay lugar en la sociedad para el racismo, la supremacía blanca y los neonazis. Todos tenemos que unirnos como estadunidenses y ser un país unido”.
Su más reciente reacción altanera y arrogante que tomó ante la renuncia de Kennth Frazier, director de la farmacéutica Merck, Consejo Empresarial que asesora a la Casa Blanca, en protesta a la reacción del presidente Trump sobre los ataques de Charlottesville, condena irremisiblemente al millonario entronizado de presidente de la gran potencia mundial.
Frazier, en su renuncia, tajante razona: “Los líderes estadunidenses deben honrar nuestros valores fundamentales y rechazar claramente expresiones de odio, intolerancia y supremacía grupal, que van en contra del ideal estadunidense de que todas las personas son creadas de la misma forma… La fortaleza de nuestro país proviene de su diversidad y de las contribuciones que han hecho los hombres y mujeres de diferentes religiones, razas, orientaciones sexuales y creencias políticas”, aseguró el ejecutivo, por cierto afroamericano.
Vino de Trump otra reacción torpe e indigna de un mandatario, al atacar a Frazier por el contenido de su renuncia, con la siguiente frase: “Ahora que Ken Frazier de Merck Pharma, renunció al Consejo Industrial del Presidente, tendrá más tiempo para bajar los precios de estafa de sus medicamentos”.
Es de recordarse que en julio pasado, los ejecutivos de Tesla y Disney, Elon Musk y Robert Iger, también abandonaron los consejos asesores del Gobierno, en protesta a la decisión de Trump de sacar a Estados Unidos del Acuerdo climático de París.
En verdad, Donald Trump, se ha auto condenado por racista y segregacionista. No tiene remedio, así dé muestras de arrepentimiento falaz, está negado para ser el líder de la gran nación norteamericana. CONTINUARÁ con su belicismo prometido.
* Periodista y escritor; Presidente del Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo, CONALIPE; Secretario de Desarrollo Social de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP; Presidente fundador y vitalicio honorario de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX, miembro del Consejo Consultivo permanente del Club Primera Plana y Académico de Número de la Academia Nacional de Historia y Geografía, ANHG. Agradeceré sus comentarios y críticas en teodoro@libertas.com.mx, teodororenteriaa@gmail.com Nos escuchamos en las frecuencias en toda la República de Libertas Radio. Le invitamos a visitar: www.felap.info, www.ciap-felap.org, www.fapermex.mx, y www.clubprimeraplana.com.mx
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