En el Paseo Colón, inaugurado en 1906 por el Gobernador Vicente Villada se ubica en el número 306 en la ciudad de Toluca, la Casa de Gobierno Estado de México, casona que cuenta con una biblioteca, un comedor, un salón para recibir, habitaciones privadas, una troje convertida en oficinas por Arturo Montiel, otras construidas después en tiempos de Enrique Peña Nieto, alberca techada, cancha de tenis, jardines, estacionamientos, en suma, espacios, pasillos y habitaciones que guardan ecos de palabras pronunciadas que nunca se conocerán y de reuniones de las que no tuvimos noticia; su cocina recuerda caprichos de gobernantes y de sus familias, festejos, celebraciones sobrias y formales, otras no tanto y aquellas de las que no se dará cuenta. Para quienes no lo saben, se trata de una casona a la que cada gobernador le imprime un estilo y hace las modificaciones que considera necesarias. Ha habido niños en las últimas décadas y antes: la hija de Emilio Chuayffet, los hijos de César Camacho, los últimos de Arturo Montiel, los de Enrique Peña Nieto, lo mismo que los de Eruviel Ávila.
La Casa de Paseo Colón es la que habita la familia del gobernador en turno, en la que por mucho que traten de mantener los hábitos familiares, éstos se trastocan por la presencia y protocolos a seguir por los cuerpos de seguridad, lo que determina en mucho el actuar de las familias que la viven. Tocará ahora a Alfredo del Mazo Maza y a su joven familia vivir en ella, lo hizo antes como hijo de un gobernador del mismo nombre, lo hará ahora como gobernador, padre de cuatro pequeños y esposo de Fernanda Castillo Cuevas.
La decoración merece un capítulo aparte. Cada uno lo hace, unos con mejor gusto que otros. ¿Será la de ahora tradicional o minimalista? ¿A la biblioteca qué uso se le dará? ¿Ahí se estudiarán los planes, se harán las reuniones uno a uno y se tomarán las grandes decisiones o se hará en las oficinas anexas o en Palacio de Gobierno donde ocurrirán los grandes momentos?
Serán, sin embargo, en las políticas públicas que se sigan, en los hechos y en las decisiones en donde se advertirá el estilo de gobernar; de ahí que la casa en la que vivan el gobernador del Mazo Maza y su familia tengan que hacerlo sentirse cómodo a fin que su tarea, muy compleja de suyo, la desarrolle de manera eficaz e inteligente, sin que piedras, tabiques y decorados que lo distraigan. Hay tiempos para todo.
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