Luis Repper Jaramillo*
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No… No sólo fue la renuncia de Germán Martínez Cázares a la Dirección General del IMSS, tampoco, per se, la extensa carta de protesta y exhibición que el ex panista dirigió a través de las Redes Sociales a Andrés Manuel López Obrador; una dimisión impersonal, epistolar porque el mesías de la Transformación de 4ª, no acepta (por soberbia, miedo, intransigencia) que en su cara le digan verdades.
De suyo, las líneas escritas por el michoacano, nacido en Quiroga, no iban dirigidas al obtuso y cuadrado Carlos Urzúa, (pseudo) Secretario de Hacienda y Crédito Público, sino al neoliberal de izquierda Andrés Manuel, para denunciar su ineficiente política de Austeridad Republicana, y su enorme mentira de que primero los pobres, pues precisamente a la gente jodida es a la que está dañando al quitar, rasurar, eliminar, reducir presupuesto al sector salud, con el peregrino argumento de su lucha contra la corrupción.
No, no Andrés, estás absolutamente anormal, si en verdad quieres erradicar al núcleo de la corrupción en este sector, ve por ellos, por los directores generales del IMSS, del ISSSTE, de la Secretaría de Salud, de los Servicios Médicos de Pemex, sus Directores, Subdirectores, administradores, operadores y titulares de los hospitales, en donde se mueven las “ratas” que usufructúan y usufructuaron los presupuestos, hasta dejar en el abandono instalaciones y peor, a los derechohabientes.
No, Andrés tu venganza está mal planteada, (ya lo vimos con el huachicoleo, chingaste a los consumidores y a la fecha no haz capturado una sola cabezas que tenebran el hurto de hidrocarburos… Este sigue) En dónde están las famosas 671 pipas que por tus cataplines (sin licitación) “compraste” en Estados Unidos violando desde la Constitución hasta las leyes en la materia de adquisiciones. Ahora aplicas la misma receta contra la salud de los mexicanos, violando su Derecho Humano.
Mira, y lo sabes, además los medios decentes de comunicación (no tus afines) lo han divulgado, exhibido, te lo restriegan todos los días: los hospitales públicos son una vergüenza, haz logrado desabasto (como las gasolinas) de medicinas, incluso para enfermos terminales o en tratamiento urgente (sin darles oportunidad de una muerte digna) Te metiste contra otro Derecho Humano (consagrado en la Constitución) al recortar, limitar y rasurar el salario de médicos, enfermeras, residentes, eventuales, de intendencia, etc. en aras de tu pinchurrienta austeridad, atentando contra la vida de quienes, por Ley, aportar sus cuotas al IMSS e ISSSTE para recibir servicios de salud dignos, oportunos y suficientes… Eso a ti de vale madres.
Dices que vas contra la corrupción… bueno, ve por los coyotes de laboratorios privados que en colusión con autoridades del sector salud y de Hacienda, han amañado la compra, suministro y distribución de fármacos; son conocidos, Andrés, porque siempre participan en licitaciones o concursos los mismos. Estas compañías no pasan de 15, así que la ruta del dinero sucio y la trampa es corta y directa. Pero… pero por dignidad no atentes contra la vida del derechohabiente y sus beneficiarios. Deja de ser indolente e irracional.
Te daré unos ejemplos, López, de cómo tienes al sector más vulnerable de la sociedad, los enfermos (derechohabientes o no) seres humanos que protege la Constitución y la Ley de Derechos Humanos (las que un día sí, y otro también violas) quienes confiaron en los servicios hospitalarios públicos, que bien o a medias funcionaban hasta que apareciste el 1 de diciembre de 2018, y ordenaste acabar con ellos, bajo la maquina perversa de ahorrar dinero, ¿para qué? no sabemos. Pero en seguridad social no debe ahorrarse, sino invertirse, porque la sociedad sana produce, aporta, participa y enriquece la economía; la otra (enferma o moribunda), como tú, se convierte en carga, lastre, una piedra en el zapato.
Pero voy a los ejemplos: en el Hospital del Instituto Nacional de Neurología, existen 300 camas (para atender 300 casos)… bueno, tu austeridad república ordenó que sólo se utilicen 100, y no por falta de infraestructura o de personal, no, por la reducción en 2019 de presupuesto al INN. La anatomía, fisiología y padecimientos del sistema nerviosos, no deben tasarse por políticas anticorrupción o de austeridad, porque no son la causa de políticos miserables, sino la consecuencia de funcionarios públicos perversos.
Uno más. Para el Instituto Nacional de Cancerología que venía funcionando muy bien, hasta el 1 de diciembre, operaba con una asignación de 40 millones de pesos anuales, pero tu corta visión y displicencia, ordenó para 2019 CERO pesos de presupuesto.
Con ello los pacientes de cáncer de mama, de pulmón, próstata, cervicouterino, etc. están condenados a morir… sí, a fallecer porque tú quieres ahorrar dinero, Dios sabe para qué.
Tercer pecado, de miles que cometes con tu Transformación de 4ª. En el suministro de medicamentos para las áreas de neurología, hematología, reumatología, etc. en el Centro Médico Nacional Siglo XXI, del IMSS, en sexenios pasados (hoy se aplica la frase popular “todo tiempo pasado fue mejor”) la aprobación para la adquisición de fármacos tomaba 4 días. Ahora en la T4a se aprueba pasadas 4 semanas ¡un mes! mientras tanto, decenas de pacientes mueren, por no obtener el reactivo oportunamente. ¿Eso es ahorrar, Andrés?
Tus “asesores” ¿tienes? te han dicho que invertir en salud pública hace a México un país confiable, productivo, sano, trabajador, comprometido y leal. Desde luego que no, y tú menos lo piensas. Te diré, el dinero que regateas, jineteas, escondes, pichicateas, limitas o das a cuenta gotas, no es tuyo, ni de las instituciones (que mandas al diablo) IMSS, ISSSTE, SS, Pemex, es de los mexicanos que aportamos a través de los impuestos que nos quita la SHCP del incapaz e inepto Carlos Urzúa, que por quincena o mes nos descuentan a trabajadores en activo, jubilados, pensionados, más las aportaciones que en el Seguro Social hacen los patrones, ¿creo que eso lo entiendes, verdad?
Bueno, pues impedir con los argumentos falaces que esgrimes (corrupción y austeridad) para que ese dinero fluya a los destinatarios, es una atentado contra los Derechos Humanos, violatorio de la Constitución, en su Artículo 123, concerniente a la Ley Federal del Trabajo, que en su artículo 3º, señala “el trabajo es un derecho y un deber sociales. No es artículo de comercio, exige respeto por las libertades y dignidad de quien lo presta y debe efectuarse en condiciones que aseguren la vida, la salud y un nivel económico para el trabajador y su familia”.
También haz atentado contra la Ley General de Salud, que en su Artículo 1º, expresa “Derecho a la protección de la salud. Todo mexicano tiene acceso a los servicios de salud. Su disposición es de orden público e interés social”.
Artículo 6º, “proporcionar servicios de salud a toda la población y mejorar la calidad de vida de los mismos”.
Las leyes son precisas y acatables, pero el argumento anti corrupción y austeridad morenista conculca la atención, suministro de medicamentos, racionalización de camas o retrasa la autorización de fármacos, habla de tu actitud absolutista, totalitaria, unipersonal que te auto eriges como el guía de un país. Absolutamente falso.
Retomo el punto inicial de la entrega: la carta de Germán.
Vuelvo a aplicar otra conseja popular “te lo digo Carlos, para que entiendas Andrés”
Germán Martínez se fue molesto, irritado (términos de la misiva) decepcionado, por la insultante injerencia de López Obrador en TODO.
De manera inteligente, astuta, valiente, el michoacano se hizo de un núcleo (SHCP) para a lo largo del texto expandir su crítica y exhibir al tabasqueño por su injerencia perniciosa.
Muy claro, porque en la Transformación de 4ª, nada se hace, se toma decisión o inmiscuye en asuntos particulares, sin que Andrés lo apruebe. Y Carlos Urzúa no tiene la capacidad, carácter, ni habilidades para rebasar a su Jefe. Es muy pequeño, chiquito para enfrentar a un político consolidado, hábil, inteligente, astuto, como Martínez Cázares. Definitivamente el destinatario de la Carta es Andrés Manuel.
Se lo dice directo “AMLO proclamó el fin del neoliberalismo, pero en el IMSS, (léase Consejo Asesor Empresarial de la T4a, en donde están los dueños del dinero, los delincuentes de cuello blanco, etc.) la injerencia de la SHCP (PN) es de esencia neoliberal: ahorro más ahorro (austeridad republicana) recorte de personal y más recorte de personal (despidos masivos de burócratas en diciembre y enero).
Martínez le asesta directo otro zape: “en México predomina el “cargo” (mesías, Peje, dueño de Morena, sometimiento de Legislativo y Judicial al Ejecutivo) que el “encargo”, no sabe administrar a 126 millones de mexicanos. Aumenta pobreza y pobreza extrema, desempleo, inseguridad, se agrava la salud; la delincuencia controla al país, paupérrima política exterior, las calificadoras internacionales han descalificado al gobierno lopezobradorista. Entreguismo total a regímenes dictatoriales del hemisferio: Venezuela, Nicaragua, Bolivia.
Otro párrafo lapidario del ex titular del IMSS a Carlos para que entiendas Andrés, dice: “control en exceso de los recur$o$ sin racionalidad y sin apego a las normas (cuando ha acatado AMLO normas, leyes o Constitución) puede acabar con la dinámica de solidaridad (30 millones de votos) y prestación del servicio (empleo, calidad de vida, seguridad, salud, educación, vivienda, etc.) ¿Lo entenderá?
La misiva no tiene desperdicio. La reacción de Martínez Cázares obedeció a que durante la campaña López ofertó TODO. Seis meses después confirmó la falsedad de sus palabras… pero no sólo la verborrea, sino los pésimos resultados de 6 meses de gestión que no tiene pies ni cabeza, por lo que decidió no forma parte ya, de un gobierno incapaz, mentiroso, totalitario y deshonrado a la palabra empeñada. ¿En dónde vimos esto?
En fin, Germán es el tercer renunciante del equipo lopezobradorista: primero, Simón Levy, a la subsecretaría de Turismo, segundo, Patricia Bugarín, a la subsecretaría de Seguridad Ciudadana. ¿Cuántos más en semanas y meses?
Los resultados darán la pauta.
* Miembro de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión (ANPERT) y de Comunicadores por la Unidad (CxU).
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