Entre los Municipios de la Esperanza, esos a los que el gobierno federal les dio luz verde para reanudar actividades, solo hay 12 de los 212 que hay en el Estado de Veracruz, es decir, que en este reducido grupo no hay un solo caso de Covid19, ni en los municipios vecinos. Se trata de Alpatláhuac, Astacinga, Citlaltépetl, Chontla, Ixcatepec, Las Minas, Los Reyes, Mixtla de Altamirano, Tatatila, Texhuacán, Tezonapa y Tlaquilpa.
Tienen, además de estar libres de contagios, otros puntos en común, como su reducido número de habitantes, la pobreza y marginación que los caracteriza y el hecho que, desde que inició la pandemia, ellos no pararon una sola de sus actividades.
Alpatláhuac, por ejemplo, ubicado en la zona centro de la entidad, en la cabecera municipal no alcanza siquiera ni los 2 mil habitantes; la gran mayoría de ellos dedicados a la agricultura. Cerca de ahí, en Astacinga, su cabecera no llega ni a los 500 pobladores y si revisamos, también en esa región de las altas montañas, encontramos que la cabecera de Tezonapa tiene más de 5 mil y la segunda localidad más grande, Motzorongo, casi 4 mil.
Ixcatepec, en el norte del estado, tiene una densidad poblacional de 71 habitantes por cada kilómetro cuadrado, es decir, ahí siempre han guardado la sana distancia, pues apenas y son 13 mil habitantes.
Muchos veracruzanos se preguntan si alguien en esos municipios realmente cambió su rutina a consecuencia del Covid, pues dada su lejanía –imagínese que de Xalapa a Texhuacán la distancia es de casi 6 horas, sin tomar en cuenta el pésimo estado de las carreteras-, y sus niveles de marginación, su gente ha permanecido afortunadamente en una burbuja, pero para la golpeada economía veracruzana, que regresen a actividades, no significa absolutamente nada mientras Veracruz, Boca del Río, Coatzacoalcos, Poza Rica y Xalapa sigan semiparalizados. ¡Poca esperanza!
@YamiriRodriguez
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