Más allá de las críticas contra el gobernador Cuitláhuac García Jiménez por haberse puesto a chapear él mismo la entrada de Xalapa, dicha acción debe ser un llamado de atención para las y los presidentes municipales quienes, en su mayoría, se encuentran en la hamaca, so pretexto de la pandemia del Covid19.
No sólo es la capital veracruzana, su vecino, el Pueblo Mágico de Coatepec, sigue totalmente descuidado. El camellón de la carretera que une a ambos municipios es una clara muestra de lo anterior. Las intensas lluvias de las últimas semanas han provocado que las plantas y la maleza crezcan de manera mucho más rápida y que, por consecuencia, incidan en la visibilidad de los automovilistas, pero el panista Enrique Fernández Peredo parece que ni enterado está.
La recolección de basura se ha convertido en otro gran problema para estos dos municipios, por lo que es frecuente que las rutas de recolección se retrasen y en durante días en las calles están bolsas y botes de basura, lo que atrae fauna nociva y lleva los residuos a las coladeras, provocando su taponamiento.
Pareciera que muchos de los ediles que su función es hacer lo básico para un municipios: calles y avenidas en buen estado e iluminadas, limpias, parques y canchas para uso y disfrute de los habitantes. Si se apoyaran en la red de jefes de manzana que antes funcionaba, podrían atender de manera eficaz cuando una luminaria se funde; podrían organizarse con los vecinos para tener jornadas de chapeo en espacios públicos, en áreas comunes.
Es más difícil tapar 10 baches que uno, pero los dejan proliferar hasta que su costo se vuelve un gasto millonario, sin contar los daños que ocasionan a los automovilistas.
Si pintaran frecuentemente los pasos peatonales, las guarniciones, barandales de puentes, los municipios no parecerían abandonados, pero gastan el presupuesto en otras cosas. Si se pusieran las pilas, nos los andarían ventilando por ineficientes y dejados.
@YamiriRodriguez
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