* La iniciativa presidencial se va a atorar en San Lázaro; PT y PVEM dirán ‘¡No!’

* Por eso, desde Palacio Nacional se han recrudecido los ataques al INE

* Lorenzo Córdova cometió un gravísimo error al ocultar resultado de la encuesta

CAJITA FELIZ FELIZ FELIZ.- La más reciente embestida de la llamada 4ª Transformación y del Presidente Andrés López Obrador en contra del Instituto Nacional Electoral (INE) tiene una muy poderosa justificación: En San Lázaro ni siquiera cuentan con un dictamen redactado de la famosa reforma electoral que se pretende imponer desde Palacio Nacional.

Es más, no hay ni fecha para que los 42 diputados que se encargarán de redactar el documento se reúnan a dictaminar. Además, en esta ocasión la bancada del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) no cuenta con el apoyo de sus rémoras políticas, los partidos del Trabajo (PT) y Verde Ecologista de México (PVEM). ¡Obvio!, ¿quién va a aceptar de buena gana que les reduzcan dramáticamente el presupuesto y el número de escaños en el Congreso de la Unión? Ahí sí nadie va a estar de acuerdo: En que les toquen la cartera y les disminuyan sus privilegios. Por eso se entiende este ataque presidencial al INE y también se entiende porqué López Obrador está armando el gran escándalo por la encuesta que el árbitro electoral realizó en septiembre pasado (a 400 pelados, ¡háganme el favor! O sea, ¿400 pelados van a definir el futuro del INE?) y cuyo resultado no dio a conocer su consejero presidente, Lorenzo Córdova Vianello. Este asunto de la encuesta, insisto, son las patadas de ahogado a las que recurre el Presidente porque sabe que en la Cámara de Diputados no va a conseguir los votos suficientes y para sacar adelante esta reforma se requiere de la mitad más uno. Así de simple.

Es más, para acabar pronto, en esta ocasión a los morenistas no les alcanza ni para una ley secundaria porque, aunque los petistas y verdes juran y perjuran que están a muerte con Morena, en esta ocasión varios de sus diputados nos confesaron off the record que, de plano, para esto no piensan acompañar a los guindas ni se someterán a los designios obradoristas. *** Y desde la oposición también existe una postura firme, como ayer lo destacó el presidente de la Mesa Directiva, el panista Santiago Creel Miranda, quien advirtió que resulta totalmente incongruente que el mayor oligarca de la nación (el Presidente Andrés López Obrador) acuse al INE de estar infectado de oligarquía. Pero también hay que procurar ver la fotografía completa de esta polémica: La realidad es que el Presidente no busca desaparecer al INE. Eso no va a suceder.

Pero lo que sí pretende es apoderarse de este instituto para controlarlo por completo, presupuestaria y operativamente, para que desde la Secretaría de Gobernación (como en los mejores años del priismo) se vuelvan a organizar todos los comicios y en Bucareli se decida quién y cómo debe ganar. Pero, en contraparte, también es importante que desde el INE exista una muy sólida autocrítica, sobre todo por parte de su consejero presidente, porque no se pueden hacer encuestas en lo oscurito sin informar a la ciudadanía. Cualquier ejercicio, cualquier decisión tomada, cualquier resultado, tienen la obligación de informar a la ciudadanía, porque lo cierto es que los verdaderos dueños del INE somos los mexicanos. No los consejeros. No los políticos. No López Obrador.

PASTE HUMORÍSTICO.- Como ya no le tocó embajada, consulado o algún hueso en el Gobierno, el ex gobernador de Hidalgo, Omar Fayad Meneses, decidió incluir en su rutina standupera de esta semana que buscará ser candidato a la Presidencia de la República para el 2024. ¡Qué bárbaro! Por su culpa me dio un ataque de risa…

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