Último Momento

miércoles, 15 de abril de 2015

Los Intelectuales, el Poder y el Mexican Moment (III)

Foto: Internet

Por: José Luis Camacho Acevedo.

Alguna ocasión, conversando sobre la novela política en México con Don Fernando Gutiérrez Barrios, le pregunté al que estaba considerado como el hombre mejor informado de México, si se identificaba con el personaje de la novela de Héctor Aguilar Camín, Morir en el Golfo.

Gutiérrez Barrios respondió que tal vez en algunos rasgos de su carrera política pudieran estar reflejados en el personaje de la novela política mencionada.

Pero completó su respuesta diciendo algo más trascendente:

“Los intelectuales cumplen una función vital para el desarrollo de las democracias en países como el nuestro.

Son los que dan voz a los que no pueden expresarse.

Y además influyen en las conductas de los actores políticos. Los intelectuales no son políticos. Pero sus reflexiones los acercan al poder en la medida en que éstas tengan un mínimo de poder modificante en esas conductas”.

Obvio es decir que cito de memoria a Don Fernando Gutiérrez Barrios.

Pero recuerdo que anoté esa reflexión. Se la devolví al político veracruzano en una nota a través de su secretaria la señora Laura Vargas.

La siguiente vez que visité a Don Fernando me dijo que había guardado mi anotación y que efectivamente esa era una de sus reflexiones acerca de la relación entre el poder y los intelectuales en México.

Ayer vi una nueva columna de la periodista Denisse Dresder en el diario Reforma.

Repite en ella lo que ha venido diciendo desde que el presidente Enrique Peña Nieto era candidato.

La verdad no recuerdo si la periodista había externado con anterioridad su inconformidad PERSONAL con el desarrollo de la carrera de Peña Nieto.

No lo recuerdo por la sencilla razón de que era lector de sus textos. Lo soy ahora en que se está involucrada en el litigio laboral de Carmen Aristegui que es un hecho que los comunicadores hemos tenido que seguir porque nos atañe y nos involucra de alguna manera.

Eso no quiere decir nunca antes haya leído a la señora Dresder.

Lo he hecho y le reconozco textos muy lúcidos.

Pero el de ayer se parece tanto a los que ha escrito recientemente que bien pudo uno ahorrase el tiempo de lectura.

Metida en el activismo, la intelectual Dresder pierde, sin duda, nivel.

Por cierto no queda claro si ese activismo de la periodista pidiendo firmas de apoyo para Aristegui se refiere a la solicitud de que la reinstalen en su noticiero en MVS, con el mismo millonario sueldo me supongo, o si pide un espacio para que la conductora despedida hable de la reivindicación de los pobres de México y apoye el perfeccionamiento de la democracia en el país.

Sería bueno que la señora Dresder hiciera esa aclaración en beneficio de sus improbables lectores y de su propia causa.

Repito: en su columna de ayer en Reforma de la señora Dresder no dice sino más de lo mismo que ha venido externando los últimos meses.

Pero no apunta reflexiones informadas para que el país evolucione y tenga mejores estados de bienestar y que estos se destinen adecuadamente en la medida en que estén destinados a servir a los que menos tienen, a los marginados.

Sin esas reflexiones como eje de sus críticas, como alguna vez se las leí a la periodista Dresder, no creo que su activismo chabacano de andar por las calles pidiendo firmas de apoyo a su amiga Carmen Aristegui logre ejercer el poder modificante del intelectual sobre el poder como lo percibía Don Fernando Gutiérrez Barrios.

El Mexican Moment que se está viviendo, donde hay temas de discusión tan importantes como la transparencia y la ley anticorrupción o la urgencia de aprobar leyes sobre la desaparición forzada, es un desperdicio que personas tan ilustradas como la señora Dresder se pierdan en debates de plazuela sin destino y en la elaboración de textos repetitivos, de pura bilis, que no son reflexiones serias que contribuyen a que cambien las cosas que deben cambiar en este país.

Los intelectuales deben influir y modificar las conductas del poder.

Pero con reflexiones profundas sobre cualquier fenómeno social que se analice y con claros compromisos con los sectores más necesitados de la sociedad.

Es una verdadera lástima que los intelectuales de México, como Denisse Dresder, pierden su nivel y dejen por lo tanto de ser influyentes.

Publicar un comentario

 
Copyright © 2014 GUSTAVORENTERIA