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J. Eleazar de Ávila


El tema de la corrupción en México es simple si lo vemos bajo la premisa social y popular de que, robar no es delito, “delito es que te atrapen”. Y es que estamos de acuerdo en que la condición humana es el romper las reglas, de no ser así, este planeta sería demasiado aburrido, diría yo en cinismo, No Habitable.

Total que en este mundo de contrastes, de buenos, malo y peores, México estrena una nueva Ley Anticorrupción donde en el privilegio de la duda, no vemos dónde esté escrita la palabra Voluntad, pues en ella es donde la mayoría de las acciones se topan. Por supuesto que reconocemos el esfuerzo que Enrique Peña hace en ese sentido, no obstante la dudas que existen en su entorno.

Y así, gobernar con la nueva legislación compromete a que todos se cuiden las manos y que –insistimos. Si nos defraudan, atracan, lo dejen de hacen a plena luz del día y con tal nivel de vandalismo que no hay por ahora anti vomitivos que lo eviten.

Ahora si que todos los funcionarios tienen que dar una lectura puntual a los documentos que de ella emanen para saber, si están en condiciones de brincarse la tablita pues el punto, lo digo de buena fe, es el que para todo candado existe una llave.

Para cada veneno, existe un contra veneno, una cura y si los males son el llevar las cosas en paz, por supuesto que hay que conocer la ley. Es una obligación para poder seguir saqueando, ahora si que en sarcasmo, en lo posible. Asesores mejor pagados, contadores mejor entrenador y hacer votos de silencio pues en las dosis de soberbia de nuestros, ya nadie debe decir “No Pasa Nada.

Y en el debate, por supuesto que empecemos con que el Presidente se pone a salvo constitucionalmente pues el artículo 108 le da facultades superiores.
No podrá ser acusado por actos de corrupción o conflictos de interés, salvo el numeral citado, que reza solo puede ser requerido por traición a la patria y delitos graves del orden común. Qué simpático dirán, pero bueno, no esperaban que Peña se diera una balacito en una de sus preciosas patitas.

Eso si, la Auditoría Superior de la Federación podrá investigar y sustanciar las faltas administrativas graves y los hechos de corrupción, y dictaminar el visto a las autoridades federales o locales.

El tema atorado será además, el saber como les funciona la nueva maquinaria burocrática. El nuevo Comité Coordinador, el flamante Consejo Nacional para la Ética Pública y un Comité de Participación Ciudadana, que si no salen con copias de Virgilio Andrade Martínez ( Frodo para los cuates), pues estaremos fritos y la ley avanzará lenta, y con reproches de los enemigos del sistema. Léanse desde hoy los ladridos (Sancho) de la oposición.


Y más cuando el Consejo lo integran el presidente de la República, el ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, los presidentes del Congreso (diputados y senadores), los titulares de los órganos constitucionales autónomos en el ámbito federal, el auditor Superior de la Federación, el presidente del Tribunal Federal de Justicia Administrativa, los titulares de los Poderes Ejecutivos de las Entidades Federativas y los integrantes del Comité de Participación Ciudadana.

Pura gente buena…


OTROSI: Y Franklin decía.- De aquel que opina que el dinero puede hacerlo todo, cabe sospechar con fundamento que será capaz de hacer cualquier cosa por dinero. O como diría la mamá de Pablo Escobar. ¿Para que es el poder? Para poder mijo.


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