Duro contra los socialistas, duro contra los segregacionistas, duro contra los de Podemos. En una expresión, aquí la política se toma en serio y en los debates nadie le cuida el copete al presidente, nadie le cuida la barba y si bien tampoco es un buen orador, lo que dice, se lo cree. Vale… dicen por acá.
Mientras en México, el gobierno no se quiere despeinar, en sentido literal y en sentido político. Cada acto, cada acción siempre es una proyección de medios donde nadie quiere tropezar, no obstante que en los más variados temas, todo se reduzca a la máxima salinista de “política ficción”.
Es el caso de la educación donde los cálculos y la aritmética siempre está por encima de la aplicación de la ley. Y que bien que el Presidente diga que en asuntos como la evaluación; "se trata de un verdadero cambio de paradigma que enfrenta resistencia de algunas minorías. Lo cierto es que este nuevo modelo beneficia a todos, a maestros y alumnos por igual, y por eso su implementación no tendrá marcha atrás".
Y que mejor además que el gobierno federal “haya salido ileso” de la evaluación comprometida en la reforma educativa, en la que se contó con la participación del 82.7% de docentes registrados, en 479 sedes instaladas el fin de semana, hasta donde acudieron 39 mil profesores de educación básica que aspiran a ser promovidos a cargos de dirección, supervisión o asistencia técnico-pedagógica.
Y si la parte oficial habla de éxito, y si somos más los que queremos el cambio por las futuras generaciones, qué espera la autoridad para someter al orden a los grupos beligerantes con talla de delincuentes de la CNTE y la CETEG. ¿Debemos confiar en que ahora si es de a de veras?
Les creeremos cuando empiecen por limpiar la podredumbre que hay en el entorno del Monumento a la Revolución. Lo creeremos cuando veamos tras las rejas, reducidos al menos, a los patrocinadores de la anarquía magisterial y si como se sabe, están al descubierto con nombre y apellidos, que alguien explique qué es lo que pasa.
A eso nos referimos cuando hablamos de la diferencia entre las formas y el fondo de hacer política. Cuando aquí se agarran, es en serio que hasta el propio líder de Podemos Pablo Iglesias ha decidido bajarle dos rayitas a la beligerancia verbal.
Sus números si bien son exitosos, no son totalmente los aceptados a favor del partido emergente, donde una parte de la sociedad piensa que el orden y el respeto a las instituciones debe prevalecer. Hay quienes piensan que Iglesias debe cortarse “la cola” de cabello y trascender a una figura de mayor orden dentro de sus propios paradigmas.
Pero bueno, reflexionar así, debe ser culpa del comer “rabo de toro”, una delicia que sería perfecta, pero aquí no se les da el hacer salsa molcajeteada.
Joder…
18 pendientes…
PIN 56851445 Correo: superdebatex@gmail.com
Twitter.- @eldebateequis
Publicar un comentario