¡Suben!
Cayó el gobernador de Guerrero, ÁNGEL AGUIRRE, el alcalde de Iguala JOSÉ LUIS ABARCA está preso, no aparecen 43 normalistas secuestrados en esa entidad y el tema sigue hirviendo.
Sin embargo se intuye que ni son todos los que están en el proceso penal, ni se sabe si la culpa recae en todos los que son, porque aun están sueltos muchos cabos… y ciertos RESPONSABLES.
Basta ver que es fecha en que por causas inexplicables aun no se roza ni con la hoja de una averiguación previa a los dirigentes estudiantiles.
¿Por qué no se indaga a fondo quién manipuló a los estudiantes de la escuela normal de Ayotzinapa para que fueran a reventar un acto político a Iguala, aquél 26 de Septiembre de 2014?
En los hechos no existen acusaciones penales contra los que les llevaron al matadero, a los hornos o a donde quiera que les condujeran.
Tampoco existen indicios de querer hacer valer la ley ante TANTÍSIMOS CADÁVERES que fueron apareciendo en las fosas clandestinas, evidentemente asesinados por criminales.
¿Acaso esas víctimas sólo cuentan para los activistas cuando se está en la antesala de votaciones constitucionales?
Lo que hay es una “verdad histórica” , una noción histriónica, una atmósfera histérica, una justicia platónica, una explicación retórica y una sociedad atónita, pero no una realidad convincente.
TODOS LOS CAMBIOS DEL PRESIDENTE
Entremos en contexto: Los recientes nombramientos ordenados por ENRIQUE PEÑA NIETO, justo a mitad de su administración, parecen sujetos a la política de “borrón y política nueva”.
Se van los que no rindieron buenas cuentas y los que tan sólo por sentido común ya no debieran estar, se quedan. Igual que los problemas de seguridad nacional.
Hay asuntos que por fin se encaran, sí ¡Pero con un año de demora! Tal como sucede con los 43 estudiantes normalistas.
A casi 365 días a la distancia, por fin PEÑA NIETO se dijo listo para dialogar con los familiares.
OTRA VERSIÓN HISTÓRICA
La desaparición forzada de esas personas ahora se atribuye con más fuerza al crimen organizado que opera en aquella región.
Ahora sí se dice lo que ya desde aquellos meses alguien llegó a filtrar: Que a esos muchachos los llevaron con engaños en medio de una guerra de bandas rivales de narco sicarios.
De hecho la impericia o torpeza en el manejo mediático del asunto para evitar que el agua asfixiara la credibilidad del presidente causó que grupos de poder partidista lo usaran a su favor.
LOS PARALELISMOS VIGENTES
Siempre dijimos que lo de Ayotzinapa es un caso temático y sujeto a las maniobras que ocurren en escenarios macroeconómicos ( derivados de la reforma energética) y pre electorales.
A partir de los hechos y circunstancias conocidas, lo de Ayotzinapa se antoja para ser algo cíclico en relación a lo ocurrido 20 años atrás también en el sur del país.
Recordemos:
En el año 1994 entraba en vigor el Tratado de Libre Comercio y habría elecciones presidenciales.
Corrían las primeras horas del primer día del año nuevo y surgió un movimiento guerrillero en Chiapas.
Aquellos días todo mundo se sentía activista y se identificó con el Subcomandante MARCOS, aquél personaje encapuchado que encabezaba la lucha.
La temática era la defensa del indigenismo y de luchar por salvarles de su pobreza, y ya ven, hoy nadie se acuerda de ellos pero todo mundo anda queriendo rescatar a los migrantes de Siria.
¿Qué se buscaba? Desestabilizar. ¿O de qué otra forma se explica el desarrollo de acontecimientos que difícilmente son fortuitos?
Ya sea premeditados o aprovechando las coyunturas, son circunstancias que se usan para granjearse prebendas, escudándose en desgracias ajenas, ¿Verdad izquierdistas?
De esta forma, dos décadas después en el 2014 ocurrió algo que hizo cimbrar al gobierno federal actual y deriva del aparente secuestro de 43 estudiantes.
Por cierto: La reprobable acción atribuida a los referidos políticos del PRD y a supuestas ligas con el hampa ECLIPSÓ hechos que también fueron cometidos por gente de la normal contra inocentes.
Que no se olvide cuando quemaron una caseta en Guerrero y un empleado de ella murió quemado. Se llamaba GONZALO MIGUEL RIVAS CÁMARA, y falleció el 1 de Enero de 2012.
Él no soportó la heridas que le dejaron sus intentos por sofocar un siniestro causado por normalistas durante unos disturbios, en los que también fallecieron dos estudiantes balaceados por autoridades.
Pero regresando a los hechos que hoy hacen girar la investigación de su paradero. Se dice que al haberse robado camiones del transporte para ir a una marcha, tomaron uno equivocado.
Esa unidad supuestamente habría contenido droga que tenía como destino final algún lugar de Estados Unidos, pero sea lo que sea, ¿Dónde están los muchachos?
¿Y los que les que les guiaban? ¿Quiénes dieron la orden de robarse los camiones? ¿Quién salió ganando con su muerte?
Más aún: ¿Quién dio la orden de que se ordenara a los normalistas actuar así, precisamente a unos días de que se cumpliera el 46 aniversario de la matanza de Tlaltelolco?
COLOFÓN
Suponiendo sin conceder que sea verdad la versión más reciente que nos cuentan las autoridades, HOY sabe a mentira o en el mejor de los casos, a duda y sospecha.
SE FUE UN GRAN AMIGO DE TAMAULIPAS
Cambio de tema.
Con pesar dedico estas líneas a la familia del Contralmirante RAFAEL AUGUSTO IRIGOYEN. Este hombre decente, amable y caballeroso en toda la extensión está allá, donde brilla más la luz.
Alguna ocasión le dediqué una de mis colaboraciones con Hoy Tamaulipas, cuando abordaba el tema del manejo inteligente de la seguridad.
Si algo tenía RAFAEL AUGUSTO era sabiduría para hacer valer la autoridad sin gritos, ofensas, arbitrariedades o complicidades. Su tono siempre firme bastó para ganarse el respeto de todos.
Quienes lo conocieron saben que además de haber sido el Jefe del Subsector Naval Militar en Matamoros, Tamaulipas, trabajó como Director de la Policía Municipal de 1994 a 1995.
Era de las personas a las que jamás se les escuchaba decir groserías, y menos hablar mal de alguien. Todo el tiempo procuraba hacer sentir bien a las personas y procurarlas de atenciones.
Nació en Mérida, Yucatán, pero a raíz de su nombramiento como responsable de los trabajos de la Armada de México en esta región decidió quedarse y hacer de Tamaulipas su nueva casa.
Platicamos en muchas ocasiones. Recuerda aquella en la que, con una memoria impecable hizo referencia del destino del acorazado “Anáhuac”, el barco en el que navegó mi abuelo materno.
Se trataba de un navío que formaba parte de la defensa de nuestro país y la vehemencia de este cultísimo señor me demostró que no sólo sabía a fondo de historia, sino del sentido patriótico.
RAFAEL AUGUSTO IRIGOYEN se nos adelantó. Hasta luego, amigo, espero verlo en algún lugar de la eternidad cuando me toque partir.
Por su atención, gracias. Por hoy, ¡Bajan! Confesiones, réplicas y uno que otro aplauso a enterados2004@yahoo.com.mx
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