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martes, 20 de octubre de 2015

Con Valor y Con Verdad Jara pasó la prueba; Ortega reprobó el examen

Gustavo Rentería*

Michoacán y Guerrero están controlados por el narcotráfico; el poder de los distribuidores de drogas es tal, que les dan órdenes a los gobernadores, miembros del gabinete estatal y alcaldes. Ellos quitan y ponen a su conveniencia.

Controlan estas mafias casi todas las policias, y sus tentáculos llegan hasta el poder judicial. Su fuerza también está demostrada en el aparato legislativo. Podemos asegurar que tienen representantes populares; sí que nadie se sorprenda, hacedores de leyes representan en los congresos locales a estas bandas criminales.

En este par de narcoestados los empresarios muchas veces tienen que pagar derecho de piso para seguir trabajando o para proteger a sus familias.

Todos saben la verdad, todos se quejan en corto, pero saben que mientras la autoridad no haga nada, nade de muertito o sea cómplice, deben acostumbrarse a vivir en zona narca.

Y como la ley se viola constantemente las organizaciones sindicales hacen de las suyas: los maestros, por citar un ejemplo emblemático, han doblado a los gobiernos de Michoacán y Guerrero por años.

Los videos de la Tuta con el hijo del ex gobernador Fausto Vallejo confirman lo que dijimos lineas arriba; y la inacción del ex gobernador Ángel Aguirre ante las torrenciales lluvias, la corrupción galopante y el ataque a los jóvenes normalistas en Iguala, también ratifica las expresiones anteriores.

Vallejo y Aguirre tuvieron que dejar sus puestos en condiciones diferentes, pero en circunstancias similares: sus entidades eran un caos, llenas de violencia, terror, impunidad y desorden.

En el caso de Michoacán llegó Salvador Jara Guerrero. Un respetado físico, filósofo y académico que fue rector de la Universidad Michoacana de San Nicolas de Hidalgo.

Se le recuerda gratamente por su paso por el World College West, de Estados Unidos; las universidades La Sapienza y Mesina, en Italia y la Autónoma de Barcelona, en España.

Jara fue el primer director del Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología de Michoacán y ganó el primer lugar en el concurso latinoamericano de cuento de ciencia ficción, organizado por Aleph Zero con el cuento "Ayer soñé un teléfono".

El hizo lo que pudo, de manera muy decorosa, para organizar las elecciones donde salió triunfador Silvano Aureoles.

Pero en el caso de Guerrero llegó el sociólogo Salvador Rogelio Ortega Martínez, quien por cierto obtuvo la mención cum laude cuando logró el doctorado en Ciencias Políticas por la Complutense de Madrid.


Nadie puede negar su preparación; intentó ser rector de la Universidad Autónoma de Guerrero, y al no obtener el triunfo, se convirtió en Secretario General de la prestigiada casa de estudios.

Pero el no ha querido aplicar la Reforma Educativa; prefiere quedar bien con los líderes sindicales que con los padres de familia y con los estudiantes.

Su muy respetable formación de izquierda le prohibió aplicar la ley en contra de su correligionario, Ángel Aguirre, y por ello le entregará un estado en llamas al gobernador electo Héctor Astudillo.

En síntesis no pudo con el sensible e histórico paquete el gobernador Rogelio Ortega, y por ello, pasará a la lista negra de la historia de la educación y del estado que no logró gobernar.

En cambio, Salvador Jara, fue nombrado por el Presidente Peña Nieto, subsecretario de Educación Superior. Aurelio Nuño, titular de la SEP, tendrá a un colaborador muy especial, quien trabajará muy de cerca con sus amigos, los titulares de las "IES".

Jara pasó la prueba; Ortega reprobó el examen.

* Periodista,editor y radiodifusor.

@GustavoRenteria
www.GustavoRenteria.mx

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