En Veracruz, el agave pulquero tiene otro uso más allá del de empinar el codo: el restaurar los suelos en zonas forestales. Expertos de la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) emplean el agave salmiana por ser, dicen, una especie de rápida adaptabilidad en suelos pobres que requieren elevar sus propiedades y evitar la erosión por causas hidrográficas y eólicas.
De acuerdo con la información oficial, 60 por ciento de los suelos en la entidad sufren algún grado de degradación, que va de moderado a extremo, siendo las causas de esto las prácticas agropecuarias no sustentables, por el uso de productos agroquímicos y por la disminución de la cobertura forestal por cambios de uso de suelo.
Por lo anterior, recomiendan la plantación de 800 a 2 mil plantas de agave pulquero por cada hectárea, a curvas de nivel en obras de restauración de suelos en terrenos de baja productividad y con un alto grado de degradación.
Así, la CONAFOR en Veracruz cuenta con una producción de 50 mil plantas de agave que serán empleadas para restaurar suelos áridos y fríos de municipios como Huayacocotla y Perote, en donde cada año las temperaturas en invierno van por debajo de los cero grados. Tan sólo Huaya, colindante con el estado de Hidalgo, en una de sus comunidades, la dependencia federal ha restaurado con agave 73 hectáreas.
Y lo mejor es que el agave también ofrece a los productores subproductos que contribuyen a su alimentación y economía con la venta de agua miel, pulque, gusano de maguey, además de que sirve como forraje para el ganado y cuando se seca se emplea como combustible.
Buscando, siempre se encuentran soluciones ingeniosas a todo.
@YamiriRodriguez
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