El Papa Francisco exhortó a los mexicanos, a mantener a nuestro país, en primera fila, en donde, demandó, no haya necesidad de hacer de la desesperación y la pobreza de muchos el oportunismo de unos pocos.

En el Angelus Dominical, que el Sumo Pontífice acostumbra decir en la Plaza de San Pedro, y que en esta ocasión leyó en la misa que ofreció en Ecatepec, Estado de México, invitó a los mexicanos “a estar en primera línea, a primerear en todas las iniciativas que ayuden a hacer de esta bendita tierra mexicana una tierra de oportunidad.

“Donde no haya necesidad de emigrar para soñar, donde no haya necesidad de ser explotado para trabajar, donde no haya necesidad de hacer de la desesperación y la pobreza de muchos el oportunismo de unos pocos”, así lo estableció ante unos 300 mil fieles, que asistieron a la multitudinaria misa, en el Estado de México.

Muchos de los asistentes incluso pasaron la noche en el lugar, para evitar la zozobra de que no alcanzaran lugar lo más cerca posible del escenario en donde ofició misa el papa Francisco, quien estuvo acompañado de los integrantes de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM.

Por escasos 10 minutos, el Sucesor de Pedro, concelebró la homilía, con Carlos Aguiar Retes, arzobispo en la Arquidiócesis de Tlalnepantla, y quien se dice es el amigo más cercano del Papa Francisco en nuestro país.

De manera desafortunada, al término del magno evento, los asistentes comenzaron a hacer de las suyas, y poco a poco, se fueron llevando el aserrín y la arena de los tapetes multicolores que con motivo de la visita del máximo jerarca de la Iglesia Católica, hicieron casi un centenar de artesanos de San Pedro Xalostoc.

La situación llegó a tal grado que por los altavoces, elementos de seguridad del lugar, comenzaron a pedir a los asistentes que bajaran del escenario donde minutos antes se había llevado a cabo la misa, y de donde incluso, comenzaban a llevarse los arreglos florales.

Fuente original: Crónica