Casi un millón de mexiquenses viven en Estados Unidos, en su mayoría son adultos que al igual que del resto de los mexicanos, tienen residencia oficial un 35.5 por ciento y el 64.5 son indocumentados; no pocos viven en pobreza o se esconden de la migra. De los mexicanos, el 37 por ciento vive en California, el 21 en Texas, el 23 en Illinois y el resto en otros estados. Los migrantes mexiquenses han recibido la promesa del Gobernador Eruviel Ávila de la creación de un fondo de un millón de dólares para brindarles asesoría y consultoría jurídica. Se sabe también de la creación de la Coordinación de Asuntos Internacionales que atiende la Línea Migrante, el Programa Migrante Mexiquense, las Casas Mexiquenses en el exterior y los Clubes de migrantes.
Las agrupaciones se registran en los consulados mexicanos y para formar un Club se requiere al menos diez mayores de 18 años y una mesa directiva. También existen asociaciones civiles independientes en varias ciudades, como la Confederación de Migrantes Mexiquenses con sede en varias ciudades o Migrantes Mexiquenses Unidos con sede en Arizona.
Ahora que son varios los que quieren gobernar la entidad y sólo uno o una será el elegid@, vale la pena llamarles la atención sobre este millón de migrantes, los que están asustados o que viven ya las consecuencias de la xenofobia de algunos grupos extremos.
Es hora de organizarse, de prevenir y de instrumentar acciones que les comuniquen que no están solos, que los mexiquenses unidos son fuertes, capaces, valientes, pero que si quieren regresar cuentan con un brazo político, otro económico y muchas las manos solidarias para recibirlos. Ellos, como muchos mexicanos, han de saber dónde están los “condados santuarios” que los protegerán en EUA. Tendrán que acudir a sus consulados a orientarse, pero sobre todo, deben saber que hay opciones para su repatriación.
La comunicación, en este sentido, tiene un papel que jugar para hacerles llegar estos mensajes a sus familias a través de Internet. No esperemos que las cosas mejoren al jurar Donald Trump como Presidente de los Estados Unidos el próximo 20 de enero, estemos preparados. La magia y el milagro no juegan en este tema. Previsión, orientación, organización de los migrantes y de sus familias, solidaridad con ellos, comunicación clara, oportuna y constante es la fórmula.
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