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lunes, 28 de enero de 2019

Comentando / Simulación y quimeras, lo que tiene que soportar México

* Insultan a la inteligencia de los mexicanos Margara Zavala y Felipe Calderón

Luis Repper Jaramillo*
lrepperjaramillo@yahoo.com

¡México no aprende de sus errores! mejor dicho, los mexicanos no asimilamos los engaños, las trampas, las tranzas, la deshonra que representan los políticos y no corregimos las pifias de cada seis y tres años. Sí, somos nosotros parte de la culpa de que nuestro país no pase de la incipiente democracia que padecemos, porque somos dejados, interesados, indiferentes, paleros, convenencieros, oportunistas y corruptos. Así, de plano.

Cada trienio y sexenio siguen dándonos “atole con el dedo”, nos tragamos las mentiras, las falsas promesas, la deshonra a la palabra ¿verdad Enrique Peña Nieto, Andrés Manuel? Sin embargo seguimos votando por las quimeras (ilusión, soñar despierto, fantasía que se cree posible pero que no lo es, ficción, imaginación) que nos ofertan estos sujetos de gobiernos partidistas, alejados de la democracia y de la auténtica representación social.

Cuántos insensatos candidatos presidenciales a lo largo de nuestra historia prometieron acabar con la corrupción, la impunidad, ceñirse a la transparencia, la honradez, la representación de la ciudadanía… TODOS y hasta la fecha ninguno ha cumplido, incluso el actual, el mesías, el todo yo, Andrés Manuel López Obrador.

Bajo el nefasto régimen partidista/presidencial nos hemos llevado los chascos más vergonzosos, a una nación quizá inocente, cándida, manejable, de intereses de grupo, de partido, de conveniencia, y ahí seguimos confiando en colores, promesas, mentiras y tomadas de pelo.

¿A qué se debe esta introducción? A que a pesar de esto, los políticos siguen haciendo de las suyas.
Nos hemos cansado de señalar que en México existen muchos partidos políticos, demasiados, los rémora, insignificantes, oportunistas, tramposos como Movimiento Ciudadano, Verde Ecologista de México, del Trabajo, Nueva Alianza, Encuentro Social, quienes sin las ubres del INE (nuestro dinero de los impuestos), PAN, PRD, PRI y ahora Morena morirían de inanición, desaparecerían, pues son expertos de la coalición, para seguir mamando de las prerrogativas, los  cargos públicos,  los escaños, las curules y las alcaldías.

Los mexicanos seríamos razonablemente afortunados si sólo contáramos con tripartidismo: PAN, PRI y la izquierda simulada de Morena/PRD, que son la misma gata, nada más que revolcada. Los demás estorban a la democracia, dilapidan dinero que no tenemos (austeridad, ¿verdad Andrés?) en financiamientos vergonzantes, que en la mayoría de los casos se utiliza con fines personales, familiares, de cuates, cuotas y cotos, sin que se refleje en bienestar para la población.

La “Democracia” a la mexicana es muy, muy cara. Envueltos en esta doctrina la escoria partidista despilfarra, gasta millones de pesos en simulaciones de representación popular y una vez en el poder nos joden. Enmueganados en los tres órdenes de gobierno, en el legislativo, judicial y ejecutivo, se confabulan para imponer impuestos irracionales, afectar nuestra calidad de vida con la corrupción e impunidad en la que los regímenes sexenales se mueven, se tapan, se protegen y sobreviven.

Ese dinero limpio (impuestos) de los mexicanos la clase política lo prostituye, lo roba, lo defrauda, lo politiza, engrosando cuentas bancarias personales, materializándolo en bienes muebles e inmuebles, joyas, autos, etc. desviándolo de las prioridades sociales como seguridad, salud, educación, vivienda, empleos, combate a la pobreza y pobreza extrema y otras calamidades en que los políticos y gobernantes nos tienen sumidos.

Esa secta extraída de la malevolencia considera que mientras más partidos haya la democracia se fortalece… nada más falso. Lo suyo, lo suyo es el dinero, el poder, la repartición de los bienes públicos, sin importarles un carajo el bienestar del pueblo. ¿Ejemplos? No alcanzaría el abecedario para mencionar a cada rata inmunda que ha robado y engañado a quienes votaron por ellos. La lista es enorme, de todos conocidas, pero lamentablemente tolerada por la falta de cultura política, cívica y electoral.

Y no hablo al vacío. Citaré al menos tres ejemplos fehacientes, del pasado reciente, que demuestra la corrupción, impunidad y el ADN de la clase política y gobernante.

Esto obedece a un despropósito del Instituto Nacional Electoral, un barril sin fondo en que está convertido este mamotreto burocrático, que para “mantener” su existencia convoca a organizaciones politiqueras a solicitar su registro como partido para que el INE justifique su permanencia y entregue a la bazofia dinero (prerrogativas) para patrocinar su existencia y campañas.

Es inmoral, esto no es democracia, es sólo fomentar negocios familiares, partidistas y de grupo. En la primera convocatoria de 2019, más de 30 organizaciones han solicitado al Elefante Blanco (INE), solicitud de registro para integrarse como partido político y competir en los comicios intermedios de 2021 para cambiar Cámara de Diputados, entre otras.

Treinta asociaciones oportunistas, vividoras, que buscan dinero fácil, poder, por poder mismo y entrar al juego de la simulación, la corrupción y la impunidad.

Pero, voy a los antecedentes de la anti democracia a la mexicana.

En 1975 nace un grupo de sinarquistas católicos con la idea de formar un partido político. Presentan su solicitud ante la entonces Comisión Federal Electoral, órgano perteneciente a la Secretaría de Gobernación, que organizaba, vigilaba y calificaba los comicios federales y locales.

La dependencia dio el visto bueno para registrar al Partido Demócrata Mexicano, (PDM) cuya vida duró sólo 22 años en donde su dirigencia y órganos internos usufructuaron las prerrogativas con fines familiares, personales.

El patriarca y presidente vitalicio fue Gumersindo Magaña, que convirtió a la organización en negocio casero, porque siempre se coaligó con partidos nacionales para conservar su registro… y desde luego los financiamientos oficiales. Gumersindo utilizó siempre ese dinero para adquirir autos del año, casas, ropa, no sólo para él, sino para su esposa e hijos.

En 1997, sin pena ni gloria el PDM desaparece luego de que en la elección presidencial de 1998, sólo obtuvo 1.4 por ciento de votos y perder su registro ante la CFE, con lo que termino el negocio familiar.
Caso similar tuvo el Partido de la Sociedad Nacionalista (PSN) a quien el IFE dio registro oficial, encabezado por Gustavo Riojas Santana, una agrupación privada, porque su esposa Bertha Alicia Simental y su hija Norma Patricia Riojas Simental, administraron, repartieron y asignaron las prerrogativas y las únicas 3 diputaciones federales que el PSN obtuvo en la elección del año 2000, cuando se aliaron a la candidatura presidencial de Cuauhtémoc Cárdenas, por el PRD.

En 2003, perdió su registro, ya que se comprobó que Gustavo Riojas malversó las prerrogativas “invirtiéndolas” en bienes muebles e inmuebles, autos, etc. Se ordenó su arresto por  robo de dineros al partido y, desde luego, de la nación.

El tercer caso es el del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) fundado en 1986 por el Dr. Simi, Jorge González Torres, quien fue su primer presidente nacional. El partido del Tucán jamás ha competido sólo por cargos de elección popular; es “maestro”, simulador y oportunista de las alianzas o coaliciones. Desde siempre se ha incrustado en los llamados partidos grandes, convertido en rémora del PAN, PRD, PRI. Siguiendo las huellas del PDM y PSN, lo convierten en empresa particular de los González. Su hijo, “El Niño Verde” Jorge Emilio González Martínez, ha sido su presidente, diputado, senador, etc. siempre envuelto en escándalos de faldas, de tráfico de drogas, de lavado de dinero y hasta de homicidio.

De suyo, la familia González Torres, y Martínez, son acaudalados empresarios de la industria farmacéutica, La Similares, lo que da al Niño Verde derecho de corso para hacer lo que quiere… menos legislar en favor de los mexicanos.

Jorge Emilio, es propietario de un espectacular departamento en el piso 19 de la Torre Esmeralda, en el paradisiaco Can Cún, Quintana Roo, en donde la noche del 2 de abril de 2011 en medio de un aquelarre entre niños bien, amigos del heredero de las Farmacias de Similares, cayó al vacío una “modelo” búlgara, quien según las declaraciones oficiales, González Martínez aseguró “se había aventado”, pero las pesquisas judiciales revelaron todo lo contrario. Quedó en la impunidad
Bueno… pues, con los dineros del pueblo que financian la existencia y campañas del PVEM, este negocio familiar sigue dando de qué hablar y mantiene su registro. Un partido rémora, sin oficio ni beneficio social.

Con estos ejemplos se comprueba que México no necesita más partidos, y dar oportunidad a 30 agrupaciones más es una afrenta a la inteligencia de los mexicanos, porque siempre hemos padecido la simulación de una “democracia” de actores trúhanes, oportunistas, corruptos e impunes.

Ahora resulta que Margara Zavala, su esposo Felipe Calderón y su hermano Juan Ignacio Zavala, presentaron su solicitud al INE para integrar su negocio familiar: el Partido Libertad y Responsabilidad Democrática  (LIBRE) ¿habrase visto tal cinismo e irresponsabilidad?, cuando ni Calderón Hinojosa, ni su mujer “la ex primera dama”, hicieron algo por el país. Todo lo contrario lo sumieron en la mediocridad, la inseguridad, corrupción e impunidad. Ella carga el estigma de la muerte de 49 bebés y 75 marcados de por vida, por el incendio de la Guardaría ABC, de Hermosillo, Sonora, enajenada a una prima de ella a la que nunca se le responsabilizó de los hechos –está libre-, cuando el matrimonio Calderón-Zavala gobernaban México. Indignos, siquiera de solicitar registro ante el palero INE.
Caso similar e insultante es el de Elba Esther Gordillo Morales, dueña y regenteadora del Partido Nueva Alianza (Panal), de vergonzosa existencia, otra rémora de los “grandes”.

“La Maestra” ya se apuntó ante el INE a registrar su organización y buscar prerrogativas (dinero limpio) para las próximas elecciones. Ella no está al frente (bajo perfil) pero con el apoyo de Andrés Manuel López Obrador, buscará elevar a rango político una cosa que se llama Redes Sociales Progresistas.

Para sus malévolos fines puso al frente de su mamotreto a su nieto, sí, a su pariente directo René Fujiwara, quien presidiría el partido. Como segundo de abordo, su yerno, Fernando González. Es decir, la empresa de casa, en manos de la parentela. Y ante la excelente relación entre la chiapaneca y el tabasqueño, es un hecho que obligarán al inútil Lorenzo Córdova Vianello (Presidente Consejero del INE) a dar el registro como partido oficial con todos los derechos y prerrogativas a  Redes Sociales Progresistas.

¡Vaya insulto a los mexicanos!

¿México necesita más partidos políticos? ¿Eso es democracia? Dilapidar dinero limpio en organizaciones y políticos corruptos que lo prostituirán es una burla del “Gobierno de México”, cuando no ha podido siquiera verse como autoridad y menos como jefatura de estado por tantos desaciertos y engaños.

* Miembro de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión (ANPERT) y de Comunicadores por la Unidad (CxU).

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