Luis Repper Jaramillo*
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Como diría el extraordinario comediante, actor, crítico, cómico, escritor y ser humano Héctor Suárez “qué nos pasa”… los mexicanos estamos viendo la realidad social, económica, política, de inseguridad, que el país se deshace por la soberbia, incapacidad, ineficiencia y voluntarismo (doctrina psicológica opuesta a lo intelectual, que considera su voluntad como la actividad esencial de la especie humana, de la cual dependen todas las demás, especialmente las intelectivas) de la persona que despacha en Palacio Nacional y permanecemos pasivos, paralizados, shockeados -los menos, endiosados- y otros tantos indiferentes, mirando el resquebrajamiento del Estado y nada hacemos.
Un sujeto “iluminado” cree que puede hacer todo, que su palabra y decisiones son inobjetables, aunque no tenga razón.
Su perfil psicológico es contundente: Andrés Manuel es narcisista, megalómano, omnipotente, con un trastorno de personalidad patológico, que cae en la mitomanía; denominada también pseudología fantástica, que refiere un trastorno psicológico, por el cual la persona afectada, AMLO, mitómano o mentiroso patológico, tiene conducta repetitiva de mentir, lo que le proporciona –según él- beneficios inmediatos, como admiración (chairos, ovejas) o atención.
Recientemente dejo ver que posee también complejo de superioridad, cuando no aceptó los conceptos del ex Secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, de su carta de renuncia en donde describe las actitudes prepotentes de Andrés, de “dominar” los asuntos hacendarios, imponer su capricho y a personas incapaces. Sobre todo por conflicto de interés, que es delito federal, saliéndose con la suya. Aceptó la dimisión, sin reconocer su omnipotencia, cuyo resultado salta a la vista: un país decreciente en economía, finanzas, inversiones, crecimiento, empleo, seguridad y aumento en impunidad y corrupción.
Pese a estas cualidades de López Obrador, los más de 95 millones de mexicanos que no aceptan, ni toleran, menos apoyan la gestión lopezobradorista no actuamos como sociedad para poner freno a su incompetencia y soberbia. ¿Cuál será la razón?, el miedo a su reacción agresiva. Lo toleran, ¿hasta cuándo? La solución debemos hacerla nosotros, porque quienes nos representan, que debería ser el contrapeso de sus torpezas, los diputados y senadores TODOS, son cómplices de la Transformación de 4a y enemigos de quienes los llevamos al Congreso de la Unión.
Se supone que el Poder Legislativo es autónomo e independiente del Ejecutivo; debería ser la representación física, ética y moral de los ciudadanos… pero, esos holgazanes, haraganes y buenos para nada (diputados y senadores) están coludidos con El Peje para dañar al país. Sus actos y partidismo los delatan. Son beneficiarios, de facto, de prerrogativas, privilegios, intocabilidad y blindaje federal (fuero constitucional). Además, inaccesibilidad física a las Cámaras en San Lázaro y Reforma (las casas del pueblo) para reclamar, exigir y obligarlos a proteger a la ciudadanía, no los caprichos y necedades de su Mesías.
Los mexicanos estamos solos, nadie (en los hechos) nos representa. Ya lo dije, diputados y senadores sólo defienden bandera, colores, designios de López, intereses partidistas, de grupo y personales; es tal su insensatez que diseñan, planean, escriben, proponen y aprueban leyes y reglamentos que interesa al inquilino de Palacio Nacional. No analizan, aceptan, discuten o aprueban iniciativas ciudadanas, por no provenir de partido político o de miembros del gabinete legal y ampliado de la T4a.
Como diría Carlos Salinas de Gortari, los diputados y senadores “ni nos ven, ni nos oyen”. De ahí que la sociedad motu proprio debemos organizarnos y actuar para frenar las locuras de un Ejecutivo que gobierna por ocurrencia, improvisaciones, designios (como la orden de Donald Trump, de enviar Guardia Nacional a la frontera sur del país, nuestra Border Patrol, y resguardar el traspatio mexicano e impedir el cruce de indocumentados hacia Estados Unidos), conveniencia y soberbia por así convenir a sus intereses.
Bueno… somos tan dejados, que las promesas de campaña (2018) del eterno candidato presidencial, Andrés Manuel, en siete meses no se cumplen: no aumento a las gasolinas, a la electricidad, al gas. A la cárcel los funcionarios corruptos del sexenio pasado, encabezados por Enrique Peña Nieto (ya huyó a España… le avisaron a tiempo). Los militares regresarán a los cuarteles ¡porque su función no es ser policía!… ajá. Lejos de eso, creó su Guardia Nacional (guaruras militares personales).
Ofreció, en el punto 6 de sus ofertas al protestar el cargo el 1 de diciembre de 2018, que “se acabará la vergonzosa tradición de fraude electoral. Las elecciones serán limpias y libres. Quienes compren votos o trafiquen con la pobreza se irán a la cárcel sin derecho a fianza.
¡Sí, cómo no, Andrés!, como en Puebla, con tu títere Miguel Barbosa, quien con mano negra de Morena, urdiendo fraude, hizo ganar al despreciable Barbosa, inmiscuido en el “accidente” aéreo que costó la vida de la gobernadora constitucional Martha Erika Alonso, quien derrotara justamente al susodicho y luego “por arte de magia” “gana” la elección. ¿Quién está en la cárcel, Andrés, por este atropello a los poblanos?
Siguiendo tu punto 6. La violación electoral más reciente. También de otro Morenista, el bajacaliforniano Jaime Bonilla, en un vil, vergonzante, humillante y denigrante cochupo con algunos diputados locales del PAN que vendieron su voto para violar la legislación del INE y local, pues la jornada fue para votar por gobernador para 2 años.
Pero tus intereses mezquinos de control total (al estilo PRI de la Dictadura Perfecta) de las gubernaturas para garantizar tu reelección en 2024 (al tiempo), decidieron alargar a 5 años el periodo para que al finalizar el sexenio de la T4a te respalden más entidades guindas y prolongar tu dictadura. ¿Quién en Baja California está en la cárcel por esta maquiavélica corrupción?
Esto lo sabemos los mexicanos… ¿y qué estamos haciendo para detenerlo? ¡¡NADA!!..Bueno, no me gusta hablar en primera persona, yo sí alzo la voz y la palabra exponiendo con esta entrega mi rechazo, critica, protesta y freno al pésimo gobierno de López Obrador, pues nos lleva a un retroceso del que muy difícil y con alto costo tomará recomponer el camino.
Aún tenemos que soportar 5 años 7 meses de la Transformación de 4ª que carece de proyecto, planes, objetivos, metas; basada sólo en ocurrencias, reacciones, imposiciones, necedades e idioteces de un megalómano, egocéntrico y dictadorzuelo que cree que sólo su verdad gobierna. Que la democracia le estorba para su autocracia.
Si bien más de 30 millones de mexicanos confiaron en él (1 de julio 2018), un año después (7 meses de gobierno) han quedado desilusionados por sus resultados. Seguro millones han retirado su voto de confianza (salvo los chairos, botts, borregos, acarreados, etc.) Quiere decir que del Padrón Electoral 2018 (89 millones 332 mil 31 ciudadanos) que votamos, casi 60 millones no lo hicimos por él, tenemos que reaccionar para impedir siga dañando al país con tantas tonterías que a diario decide.
Cada quien en su ámbito, profesionistas, ejecutivos, empresarios, jubilados, estudiantes, amas de casa, jefes de familia, profesores, especialistas, deportistas, sociedad civil, abuelos, desplazados, marginados, burócratas, artistas, escritores, plomeros, carpinteros, religiosos, etc. inconformes, hartados de este gobierno, debemos frenarlo, exigir, ordenar, imponer (recuerde somos los mandantes, de acuerdo a la Democracia: poder del pueblo) a López Obrador vire su visión de gobernar; se ciña a la Constitución y leyes que de ella emanan, elimine su omnipotencia (término que refiere a un gran poder que, por lo general, sólo puede ser atribuido a una divinidad. La omnipotencia conlleva el poder ilimitado), se siente enviado de Dios, un iluminado destinado a cargar la tabla de los 10 Mandamiento (T4a) para guiar al rebaño. Debemos obligarlo a trabajar bajo los proyectos, planes, protocolos y guías del buen gobierno antes de que pasemos del totalitarismo (vigente) a la dictadura. Ese es su proyecto.
No debemos contemplar lo que pasa, hay que salir de nuestra zona de confort, no dar “el beneficio de la duda”, siete meses son suficientes para notar las perversas intenciones del Mesías –de los chairos- que además es agachado (caso Trump con GN vs indocumentados), mentiroso, inepto e inmoral. Tiene que reordenar su sexenio pues por ese camino México se meterá a un callejón sin salida que dañará a más de 126 millones de mexicanos, que teníamos la esperanza de un gobierno distinto al mentiroso, incapaz, corrupto y estúpido del PRI en las manos de Enrique Peña Nieto, pero estamos peor.
El juego ahora, si queremos salvar al país, es con la sociedad, nuestros “representantes populares” 3 niveles de gobierno, diputados, senadores nos han traicionado, ya están en el poder, no les importamos (les dimos el voto, sólo eso les interesaba), entendámoslo para ellos fuimos consumibles. Después del 1 de julio de 2018, nos desecharon… fueron por lo suyo, lo consiguieron y sanseacabó.
Con altura, dignidad, respeto, pero con decisión, mexicanos de bien pongamos un ¡ya basta! al errático, equivocado, incapaz, intolerante gobierno de Andrés Manuel López Obrador, estamos a tiempo. En la plaza, en redes sociales, en medios de comunicación, voz a voz, en corrillos, reuniones familiares, en la calle, con amigos manifestemos nuestra inconformidad, desencanto, hartazgo contra un gobierno inepto, ocurrente, violador de la Constitución e impositivo que nos llevará a nada… Aaah, claro, sí, al encono y enfrentamiento entre nosotros, que es lo que busca El Peje, para rematar su sueño insensato de dictadura.
El llamado está hecho a tiempo
* Miembro de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión (ANPERT) y de Comunicadores por la Unidad (CxU).
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