Hace un par de semanas apareció por primera vez en los medios, la notica sobre un misterioso virus en China, la cual nadie atendió entonces. Hoy los medios están plagados de comentarios sobre el coronavirus. De acuerdo a la información disponible, este virus apareció en el mercado de Wuhan, donde se venden animales salvajes, entre ellos perros, serpientes y ratas; se trata de un mercado de mariscos que se ha convertido en el epicentro del coronavirus.
Las primeras investigaciones sobre el coronavirus en China, plantean que el virus puede haberse propagado a los humanos a través de serpientes, tejones o ratas. En ese mercado, antes de ser cerrado, su popularidad radicaba en que era un mercado donde se vendían animales exóticos vivos, algo similar al mercado de San Juan de la ciudad de México, donde se vende carne de animales exóticos; pero la fama de este mercado que vendía ilegalmente animales exóticos vivos, ahora se ha extendido por el mundo por ser el epicentro del misterioso virus que se está propagando por toda China, Japón, Corea del Sur, Tailandia, Taiwán y podría estar ya presente en el continente americano.
Este miércoles pasado, el director del Centro Nacional para el Control y la Prevención de Enfermedades, Gao Fu, admitió que en el mercado de Wuhan se realizaba la venta ilegal de animales silvestres, sin control sanitario alguno; por lo que fue cerrado el mes pasado cuando los propios comerciantes descubrieron los primeros casos de esta enfermedad, en una ciudad de más de 11 millones de personas.
Aun cuando las investigaciones están en curso, se sabe que el virus pudo haber pasado a los humanos a través de serpientes, tejones o ratas. Curiosamente, en el año 2000, se presentó una epidemia que terminó con la vida de 650 personas en China, conocida como epidemia de SARS, la cual surgió de la civeta, un animal que come a parte carnosa del café y ha dado el nombre a café de civeta, el cual es obtenido de granos que, tras ser ingeridos por la civeta, pasan por su intestino y son expulsados entre sus heces, lavados y procesados posteriormente.
Se trata de un pequeño mamífero que se encuentra comúnmente en los mercados de Cantón y está prohibido su consumo; sin embargo, se vendía en el mercado de Wuhan, según el trabajo periodístico de Muyi Xiao, donde a través de su cuenta de Twitter, muestra que ahí se ofrecían todo tipo de animales silvestres y sus carnes, entre ellos, pavos reales, avestruces, ratas, zorros, cocodrilos, cachorros de lobo, salamandras gigantes, puercos espín, serpientes, burros, perros, caballos, camello; en una lógica mercantilista inhumana dentro de un sistema capitalista donde todo es una mercancía que se puede vender para obtener alguna ganancia; mostrando que, como han señalado los medios, los chinos están felices de jactarse de poder comer “todo lo que tiene cuatro patas, excepto las mesas, todo lo que nada, excepto los barcos y todo lo que vuela, excepto los aviones”; sin embargo, se trata de una práctica que, según Christian Walzer, de la asociación ecológica estadounidense Wildlife Conservation Society, plantea enormes riesgos para la salud humana, pues el 70% de las nuevas enfermedades infecciosas provienen de animales salvajes.
No obstante, el virus se extiende y después de Wuhan, la epidemia de coronavirus iniciada en diciembre pasado, avanza hacia otras ciudades y otros continentes. Las autoridades chinas han puesto en cuarentena a varias ciudades, han suspendido las festividades por la entrada del nuevo año chino y la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha decretado una alerta mundial; pues ahora se trata de controlar la expansión del virus.
Aparte de la ciudad de Wuhan, en Huanggang, con 7.5 millones de habitantes, se ha puesto en cuarentena. A partir de este jueves, el transporte público por carretera y ferrocarril, así como los vuelos, se han suspendido y se ha ordenado el cierre de lugares públicos de entretenimiento, pidiendo a las personas que no abandonen la ciudad; en tanto que el virus ya ha segado la vida de 17 personas y contaminado a más de 630, según las autoridades chinas. En tanto que, la OMS continuaba el jueves la evaluación de los riesgos de la epidemia, aplaudiendo las medidas de las autoridades chinas por minimizar los riesgos, para declarar el coronavirus como una emergencia de salud pública de interés internacional.
Recordemos que, en el 2009, la gripe porcina H1N1, la influenza, causó entre 100 mil y 400 mil muertes y la OMS anunció el final de esta pandemia hasta el 10 de agosto de 2010; y aunque el virus se hace presente en cada invierno, ahora forma parte de los virus de la gripe estacional regular y existe una vacuna.
En México la alarma se está extendiendo como en el mundo. El miércoles se anunció que un médico en biología molecular, que viajó en diciembre a la región de Wuhan en China, podría ser el primer caso de coronavirus en México, de acuerdo a la secretaría de salud de Tamaulipas, después de desechado un caso y la aparición de tres casos más en Jalisco. Pese a que la población ha tomado el caso del coronavirus, más que con espíritu de alarma como la influenza AH1N1 que provocó la muerte de 1172 personas, con ironía, valdría la pena que las autoridades pusieran en marcha las mismas medidas contra la influenza AH1N1 de 2009.
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