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miércoles, 11 de marzo de 2020

México en los foros internacionales contra el tráfico ilícito de armas

Fabián Medina
Jefe de Oficina del Canciller 

La paz no se puede mantener por la fuerza: 
solo se puede lograr mediante el entendimiento.
Albert Einstein

Hoy en día más de medio millón de personas en el mundo muere cada año por la violencia que generan las armas pequeñas y ligeras. Según datos de 2020 de la organización Small Arms Survey, esta cifra equivale a tres cuartas partes de los crímenes totales, con una preocupante tendencia ascendente en sociedades sin conflictos armados.

En términos diarios, 1,500 personas pierden su vida por estas armas –incluyendo civiles, mujeres y niños. De acuerdo con estimaciones de la OCDE, cada año se gastan 7,100 millones de dólares en su comercio mundial, sumando una circulación de 875 millones de armas pequeñas en el planeta.

A nivel regional, la mayor parte de estas armas se concentra en América Latina y el Caribe, y ocasiona una elevada violencia armada. Datos de 2018 de la organización Control Arms revelan que 42 de las 50 ciudades más violentas del orbe están en esa región, con el 36% de los homicidios del mundo, siendo 66% de estos por armas de fuego, comparado con el 28% en Asia y el 13% en Europa.

En esta grave coyuntura global, en México –y un gran número de países– el origen del círculo vicioso de violencia y muerte proviene de la amplia circulación de armas ilícitas, así como del fácil acceso de grupos criminales a estas.

Por ello, con el fin de reducir la violencia que producen las armas que ingresan ilícitamente a México por la frontera norte (70% del total), desde la Secretaría de Relaciones Exteriores decidimos complementar nuestra estrategia binacional con Estados Unidos mediante una acción concertada con base en los instrumentos jurídicos internacionales existentes en la materia.

En algunos de ellos es parte Estados Unidos y la mayoría ha sido suscrita por los países europeos exportadores de armas –origen del otro 30% de los aseguramientos en México. Algunos tienen carácter vinculante y otros son programas voluntarios. No obstante, en todos ellos los Estados miembros otorgamos nuestro compromiso para que las armas no lleguen a la delincuencia organizada.

En esta estrategia internacional, dirigida a fortalecer dichos compromisos e incrementar la cooperación jurídica penal y en inteligencia, contamos con el apoyo de nuestras embajadas y misiones ante los principales foros en la materia. Esperamos también generar el apoyo de la sociedad civil, academia y actores relevantes de países afines. Necesitamos elevar la conciencia global y frenar el daño humanitario que ocasionan diariamente las armas en manos de la delincuencia o incluso de jóvenes y niños.

Instrumentos internacionales contra el tráfico ilícito de armas

Uno de los más recientes compromisos asumidos por los 193 Estados miembros de la ONU fue la adopción en 2015 de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. En particular, la meta 16.4 para lograr sociedades pacíficas y justas, incluida la reducción significativa de flujos ilícitos de armas.

Esta meta compete a diversos instrumentos multilaterales actualmente en vigor. En particular, al Protocolo de Palermo contra la Fabricación y el Tráfico Ilícito de Armas de Fuego, que complementa la Convención de la ONU contra la Delincuencia Organizada Transnacional, ambos con carácter vinculante. El primero con 118 Estados parte y la segunda con 190 miembros, incluido Estados Unidos.

Bajo la presidencia de México del Grupo de trabajo sobre armas de fuego del Protocolo, a celebrarse el 17 y 18 de marzo próximo, tendré el honor de encabezar la reunión y presentar nuevas propuestas para ampliar su membresía en: cooperación transfronteriza y nuevas tecnologías; violencia de género y crímenes de odio; registro de homicidios por la delincuencia o civiles, incluidas armas restringidas; judicialización de casos; y alineación de filiales con sus matrices en el análisis de riesgo, previo a toda exportación o venta. Posteriormente, llevaremos los resultados a la COP de la Convención en octubre.

Un segundo espacio lo ofrece la OEA y su Convención contra el Tráfico Ilícito de Armas de Fuego, Municiones, Explosivos y Materiales Relacionados (CIFTA). Dicho instrumento vinculante, adoptado por 34 países hemisféricos desde finales de los noventa, fue el primero que incluyó –además de las armas– a sus componentes y municiones. EUA, Canadá, Jamaica están pendientes de ratificarlo. Desde este foro, donde mantenemos una activa presencia histórica en su Comité Consultivo, el 5 de abril daremos amplia visibilidad al Día Interamericano contra el Tráfico Ilícito de Armas, dedicado a la creciente amenaza que conlleva la proliferación de armas y municiones para América Latina y el Caribe. También llevaremos expertos para suscitar un debate e informe sustantivo, que refuerce nuestras políticas públicas.

Igualmente, en la COP del Acuerdo sobre el Comercio de Armas (ATT) –adoptado por 105 países– que sesionará en agosto, buscaremos extender su adopción; generar sinergias con otros instrumentos; reforzar los análisis de riesgo en la exportación para prevenir la desviación a la delincuencia transnacional o actores no autorizados (art. 7); la trazabilidad de las armas, sus componentes y municiones; e incrementar el compromiso de los importadores y autoridades en la aplicación de sanciones (art. 8).

Asimismo, participaremos en la 7ª Reunión Bienal del Programa de Acción contra el Tráfico Ilícito de Armas Pequeñas y Ligeras (PoA), en junio de 2020, donde acude regularmente EUA. Este instrumento no vinculante, aprobado por consenso en 2001, integra a todos los Estados miembros de la ONU. Para gestar mayores compromisos, haremos un llamado urgente sobre la transferencia ilícita de armas y municiones a actores no autorizados, tanto en el tráfico transfronterizo como en la intermediación. Además, impulsaremos un mayor registro voluntario de este tipo de armas en el Instrumento Internacional de Rastreo (ITI), fundado en 2005, cuyos compromisos se revisan junto con el PoA.

Finalmente, en el ámbito europeo, México buscará fortalecer acuerdos bilaterales con principales países exportadores de armas, en materia de asistencia jurídica mutua en materia penal, y sobre la delincuencia organizada. Reforzaremos también la cooperación con la Unión Europea mediante un acuerdo general de trabajo con EUROPOL, a suscribirse en junio próximo.

Partimos de una perspectiva integral a lo largo del ciclo de las armas, desde la prevención de su tráfico ilícito hasta su sanción por parte de nuestras autoridades. Pero también de la responsabilidad compartida de productores, exportadores, intermediarios y receptores de las armas, en este flagelo equivalente a una guerra de baja intensidad, que está alcanzando dimensiones humanitarias.

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