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@MargaJimenez4
A pie de cama, médicos, enfermeras, camilleros, afanadoras y el resto del personal sanitario están laborando para enfrentar el COVID-19, con pocos elementos en materia de cubre bocas, guantes, overoles, respiradores. Así las cosas, el contagio de todos estos héroes es inevitable. Han caído varios de ellos en diferentes partes del país. El Estado de México no ha sido la excepción. La realidad se impuso en el hospital del IMSS de Tlalnepantla, en Ciudad Neza, que se fue a paro de actividades demandando el equipo sanitario indispensable para prestar el servicio. El juramento hipocrático ha ido más allá de lo humano. Viven su vocación hasta el límite. Enfrentan un estado de guerra sin general que los aliente y los proteja, y con una población injustamente agresiva a su presencia en la comunidad. Personas insensibles con miedo que los lastiman. Enfrentan un estado de guerra con su convicción, experiencia y sentido del deber.
Se suma a la crisis, el retiro de estudiantes de medicina de la UNAM y el Politécnico Nacional que estaban haciendo el internado en las diversas instituciones de salud y que aún no son médicos. Son muchos los que se necesitan. En este sentido, el gobierno mexicano lanzó una convocatoria para contratar médicos, a los que organizan en una estructura modular que van desde médicos especialistas en epidemiología y crisis, hasta médicos generales, así como un acuerdo con hospitales privados para destinar el 50 por ciento de su capacidad instalada.
Preocupa imaginar, sin embargo, hasta dónde resistirán los trabajadores de la salud. Es hora de apoyarlos. De hacer por ellos. Nadie está exento de contraer el COVID-19, pero sí de superarlo gracias a los especialistas que en México los hay, y muy buenos. No es hora de falsear información sí, en cambio, de unirnos para reunir lo que necesitan estos guerreros en plena batalla.
Se dejan sentir las tensiones del poder, en este sentido. Gobernadores que toman decisiones para evitar males mayores como en Jalisco, Nuevo León, Coahuila, Sonora, Baja California. De facto se debilita el pacto federal. Es la crisis política que viene, además de la económica.
Hasta la próxima. QUÉDATE EN CASA.
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