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lunes, 21 de septiembre de 2020

Contrastando Ideas / Un minuto de silencio

Dr. Julio Jiménez Martínez

Los sismos de 1985  y 2017, marcaron a miles de familias que siguen sufriendo las graves consecuencias de la corrupción de las  autoridades responsables de supervisar y autorizar las licencias de construcción que no cumplen con las normas oficiales seguridad estructural.

Son millonarios los daños económicos materiales por la deshonestidad de algunas empresas constructoras que no certifican con la calidad, cantidad y características de los materiales de construcción de acuerdo a las especificaciones, requisitos y restricciones que establece los reglamentos  de construcción vigentes y varios miles de muertes como consecuencia de la falta de responsabilidad profesional de los ingenieros civiles. 

Esta situación dejó al descubierto con el sismo, el colapso de miles de inmuebles que utilizaron materiales de baja calidad, incumplimiento de reglamentos de construcción, documentación falsa para elevar más pisos, negligencia de autoridades locales entre otras anomalías.

Historias de estos lamentables acontecimientos son muchos; por ejemplo historias como la del edificio de Álvaro Obregón 286, donde 49 personas perdieron la vida o la del Colegio Enrique Rébsamen donde fallecieron 26 personas; 19 niños y 7 adultos, que en esta caso en particular, fueron marcados por intereses particulares y la voracidad de inmobiliarias y constructoras. 

Todo en complicidad con las autoridades capitalinas.

Incluso de acuerdo con el Mtro. Homero Hernández Tena; Director de la Facultad Mexicana de Arquitectura, Diseño y Comunicación de la Universidad La Salle y Director de la firma de arquitectos SCAP®.

Ha señalado que si se conjunta un excelente análisis, un buen diseño, un buen proyecto y una construcción de calidad, pueden hacerse edificios fuertes.

El Arq.Hernández Tena ha mencionado en diferentes conferencias y medios de comunicación, que un diagnóstico más profundo de las estructuras después del reciente sismo, requiere de más datos e información.

Lo que se vio en las edificaciones que se cayeron o que tienen fallas, a pesar de tener muy poco tiempo de haberse levantado, es que están mal construidas, advirtió.

El Director de la Facultad Mexicana de Arquitectura, Diseño y Comunicación de la Universidad La Salle, también ha mencionado que otro factor puede ser porque el armado del acero no es el correcto o el concreto no es de buena calidad, lo cual pone en riesgo a las construcciones como la vivida el 19 de septiembre de hace tres años.

En la cuestión social, los sismos también dejaron ver la solidaridad de los mexicanos, aunque los esfuerzos son muchos. 

Fuimos testigos de cómo unos minutos después del sismo, los habitantes de la Ciudad de México fueron conscientes de las consecuencias que este fenómeno natural dejó.

En varias alcaldías de la capital el escenario sólo era comparable con las fotografías del sismo de 35 años antes. 

En total, 12 mil 200 edificios sufrieron daños graves en la Ciudad de México. Iztapalapa, Xochimilco y Tláhuac tuvieron más de mil estructuras dañadas cada una, de acuerdo con un reporte emitido por el gobierno capitalino en 2017. Aunque la mayoría de las afectaciones fueron daños estructurales, el sismo quitó su vivienda a miles de personas.

Vienen a la mente como los miles de voluntarios que salieron a las calles, levantaron escombros, dirigieron el tránsito vehicular, juntaron víveres y los transportaron, los jóvenes participaron ampliamente en redes sociales incluso crearon Verificado19S, como iniciativa ciudadana para combatir la desinformación, los médicos salieron a atender heridos, algunos negocios abrieron sus puertas para apoyar las obras de rescate con material, las fuerzas armadas ocuparon los espacios para remover cascajo, sus binomios caninos salvaron personas atrapadas y distintos equipos de rescate internacionales viajaron para asistir en la emergencia.

Pues más de 30 edificios colapsaron y atraparon a sus habitantes, 228 personas perdieron la vida. Aunque la mayoría de las afectaciones fueron daños estructurales, el sismo quitó su vivienda a miles de personas.

A tres años de la tragedia, sólo hay cuatro procesos penales vinculados al 19S, las empresas constructoras de Tlalpan 550, Insurgentes 1260, Zapata 56 y Mónica, la directora del colegio Enrique Rebsamen en Tlalpan. Además, la Comisión para la Reconstrucción del Gobierno de la Ciudad de México pidió una serie de sanciones en contra 6 empresas con contratos de rehabilitación y reconstrucción.

Es importante mencionar que hasta el 31 de julio de 2020, el gobierno de la ciudad había terminado la reconstrucción de mil 9 inmuebles y la rehabilitación de mil 344. Los edificios en proceso de obras y los que no han avanzado del proceso administrativo representan el 65 por ciento de los inmuebles registrados, de acuerdo con estadísticas del organismo.

Podemos señalar que a tres años del inesperado sismo deln19S del 2017, hay aún miles de damnificados en la ciudad, que siguen viviendo en la calle, en tiendas de campaña, o con algún familiar, en espera de poder volver a tener una vivienda que, está vez, sí esté bien construida y libre del preocupante y característico “acto de corrupción” que afecta a nuestro país....por eso afirmo que México sigue en pie y luchando por prevenir y erradicar todos los factores de riesgo.

Contrastandoideas@yahoo.com.mx

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