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lunes, 23 de noviembre de 2020

La vuelta a Veracruz en un teclazo / El enojo de Sergio el bailador


Yamiri Rodríguez Madrid

El diputado local plurinominal, Sergio Hernández Hernández, anda espantado, nervioso, enojado, colérico y demás adjetivos, al ver que la posibilidad de ser candidato del PAN a la Presidencia Municipal del Xalapa está cada vez más distante.

Él, que perdió en el pasado proceso electoral ante la morenista Ana Miriam Ferráez Centeno, cree que puede tener más votos en esta ocasión y llevar por primera vez al triunfo a Acción Nacional en esta ciudad; una tarea más que imposible, suicida. En 2018 apenas y obtuvo 31, 146 sufragios (26 por ciento de la votación, según consta en el OPLE), contra los 64, 515 que tuvo la coalición de Morena, es decir, 54 por ciento del total. Tan inseguro estaba, que tuvo que amarrar la curul por la vía plurinominal, pues simplemente no le daba. En la presidencia municipal es imposible tener un colchón como hace dos años.

Por más alharaca que haya intentado hacer con su informe legislativo –que por cierto hace días debió retirar los espectaculares, pues la ley solo le concede 13 días para promocionarlo-, sus niveles de conocimiento entre la población son sumamente bajos comparados con otros actores políticos.

Y entre los pocos que lo conocen, sus negativos son altos, pues la arrastrada que le puso hace unos años su ex compañera de bancada, Cinthya Lobato Calderón, por supuestamente quedarse con los recursos del grupo, no se la ha podido quitar ni bailando en Chalma, además de que su trabajo legislativo es pobre y deficiente.

No se le conoce por ser un buen orador, un hombre de argumentos sólidos en el debate en la Tribuna. Lo más célebre de su carrera han sido sus pasos de salsa, pero con eso tampoco se gobierna una ciudad como la capital veracruzana. 

De ahí que el que ahora arremeta contra el dirigente estatal de su partido, Joaquín Guzmán Avilés, mandando recaditos que no cabe la sumisión al dirigente en Veracruz ni al nacional, es muestra de que ya está desesperado y ve muy complicada su nominación. Se olvida también que la elección del 2021 definirá 2024, por lo que se juegan el todo por el todo y, si quieren ganar, hay que hacer de lado egos y falsos paradigmas, pues sino se cumplirá el viejo dicho del perro de las dos tortas.

Si tuviese un poco más de callo sabría que a su edad y con su escaso capital político, lo que le conviene es ser candidato de la coalición opositora a una diputación federal. Tal vez así esta vez sí ganaría, claro si la cuota de género no le brinca. El caso de Sergio se repetirá en muchos municipios, en muchos distritos, ya veremos cuántos “aguantan vara” con tal de ganar o cuántos abandonan el barco en los próximos meses y, eso, es para todos los partidos políticos.

@YamiriRodríguez

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