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domingo, 14 de febrero de 2021

Enfoque Global / Pandemia por COVID-19 pone de rodillas al FMI

José Luis Ortiz Santillán

Mientras las economías de América Latina y el Caribe, de África y Asia enfrentan un resurgimiento del virus que amenaza con frustrar una recuperación desigual, al aumentar los casos de contagios y muertes por COVID-19, aumentando el numero de personas que son hundidas en la pobreza y frustrando su futuro, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha revisado al alza sus pronósticos de crecimiento regional para 2021, mientras pone el grito en el cielo en busca de mayores recursos para enfrentar la crisis económica provocada por la pandemia.

En 2006 se hablaba de la desaparición del FMI, 14 años después se encienden las alarmas. En 2006 se hablaba de los enormes recursos acumulados en los países emergentes y de las ambiciones de los países ricos de acceder a ellos, a través de facilitar el acceso a su directorio de países como China y Brasil; hoy, en medio de una crisis económica y financiera provocada por la pandemia del COVID-19, de nuevo se habla de la quiebra de esta banca multilateral de desarrollo.

Pero en 2006 no solo se cuestionaba la supervivencia del FMI, sino también de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO), tema que nadie ha abordado ahora. El Grupo de los 7 (G7) ha puesto en su agenda el rescate del FMI en su reunión con los ministros de finanzas de este viernes pasado a través de una videoconferencia, donde los donantes del G7 discutieron sobre un aumento de capital al Fondo por más de 500 mil millones de dólares, el doble de lo aportado en 2009; todo bajo la escusa de siempre, la deuda de los países pobres y tasa de impuestos a los gigantes digitales (GAFA).

Pero esta propuesta de robustecer al FMI no es fortuita, la explicación se enlaza con la propuesta de garantizar la recuperación económica global, frente a la crisis económica desatada por la pandemia. En la videoconferencia de los ministros de Hacienda del G7, presidida por el Reino Unido, con el apoyo de Francia e Italia, la la Directora Gerente del Fondo, Kristalina Georgieva, expuso la idea hacer una nueva asignación general de Derechos Especiales de Giro (DEG) entre los miembros del Fondo, lo cual equivale a incrementar los recursos propios de la institución a través de la creación monetaria, vía los DEG que es la unidad monetaria del FMI.

Con ello, cada país miembro del Fondo podría disponer de mayores recursos, mediante el acceso a los DEG que les otorgan el beneficio de pagar tasas de interés muy bajas por los préstamos del FMI. Aunque esta idea se llevará a la Cumbre del Grupo de los 20 (G20), donde participa México, por ahora se habla de un aumento de los DEG superior a los 500 mil millones de dólares, el doble del aumento de 2009, cuando el mundo capitalista se vio obligado a hacer frente a la crisis de los “subprime’s”, los créditos basura especulativos de trastornaron al sistema financiero de los Estados Unidos y del planeta.

Ahora, con los que defienden la idea de incrementar los recursos del Fondo explican que, con poco más de 500 mil millones de dólares, los países pobres podrían endeudarse hasta con 18 mil millones de dólares, el equivalente a lo que han recibido en fondos de emergencia del FMI desde el inicio de la crisis por la pandémica del COVID-19; monto que bien podría incrementarse si, los países ricos que no usan sus propios DEG se los prestan a estos países para ayudarlos a hacer frente a los retos de la pandemia.

Finalmente, ese es un tema que abrirá la agenda de la próxima reunión de ministros de finanzas del G20, a efectuarse el próximo 26 de febrero. Estas discusiones previas a la reunión de primavera del Banco Mundial, del FMI y del G20, seguramente afinaran la propuesta y conciliarán los intereses de los países miembros, aun cuando incrementen el endeudamiento de los países, volviendo a las discusiones entre países ricos y países pobres endeudados de los años setenta, que terminaron con la crisis de la deuda detonada por México en 1982.

Pero otro elemento que se sigue discutiendo es la fiscalización del comercio electrónico, el cual ha c5recido en medio de la pandemia. Impuestos de GAFA sigue estado en la mesa de discusiones de países ricos y emergentes, por lo que los ministros de fianzas buscarán recursos donde los haya para reactivar sus economías azotadas por el COVID-19, coordinarán sus acciones para asegurar que las grandes empresas trasnacionales, que están al frente del comercio electrónico, hagan su aportación a la recuperación económica.

Pero no debemos olvidar que no se trata sólo de países pobres endeudados, sino que 2010 puso al descubierto la fragilidad de muchos países desarrollados, cuando se declaro la crisis de la deuda soberana en países como Grecia, Portugal e Irlanda, entre otros. De aquí que, si bien el debate se centrará en la gestión del endeudamiento de los países pobres, no deberán obviar la situación de muchos países desarrollados con deudas que superan el 50% de su PIB, como México, por ejemplo; por lo que volveremos a escuchar de la moratoria a la deuda y la condonación de ésta, seguramente.

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