Vladimir Galeana Solórzano
Nunca antes nadie ha logrado lo que hasta ahora ha alcanzado el Presidente de la República, Andres Manuel López Obrador, y estoy seguro de que lo que ha venido construyendo será muy difícil superarlo, pero sobre todo, siquiera pensar que haya alguien más como él para dirigir a este país. Hasta ahora ha marcado la diferencia, porque ha sido ejemplar en la disciplina de salir todas las mañanas a señalar esas verdades que solamente salen de su extraordinario cerebro para que los mexicanos nos demos cuenta a carta cabal de lo que elegimos para conducir los destinos de este país.
Hasta ahora podemos señalar como característica de su gestión que es un hombre sumamente preparado, que nadie como él ha alcanzado logros que solamente una persona de su experiencia y estudio podría llevar a cabo, insisto, porque no creo que haya alguien más en este país con esas condiciones para que los mexicanos entendamos de que se trata el ejercicio gubernamental con peculiaridades extraordinarias, que lo colocarán en el tiempo en el pedestal que merece un personaje de esta estatura política.
Como señalan los expertos del fenómeno político, los pueblos tienen los gobiernos que merecen, y hasta ahora el recuento de logros es infinito encabezando una circunstancia de la que muchos dudaban cuando triunfó en el ánimo de la mayor parte de los mexicanos ese cambio que tanto prometió y en el que muchos creyeron y siguen creyendo. El saldo es mayúsculo y los logros alcanzados serán registrados por la historia reciente de este país como una de las etapas más negras que haya propiciado un Presidente de la República.
Las estadísticas no mienten, y hasta ahora son más de sesenta y un mil declaraciones falsas las que ha vertido en sus conferencias mañaneras, lo que significa que es uno de los récords más importantes en el mundo de un gobierno tiránico, populista e ineficiente. De acuerdo con un informe elaborado por el Consultor Político Luis Estrada, socio en SPIN, en las seiscientos ochenta y cuatro conferencias mañaneras que ha organizado desde que llegó al poder, Andres Manuel López Obrador ha vertido ochenta y nueve mentiras en promedio cada día.
Y es necesario precisar los logros del Mandatario en los mil cinco días que lleva de gobierno, porque no creo que exista una circunstancia igual en el mundo, porque para mentir sesenta y un mil setenta y nueve veces se requiere ser un ser sobredotado, es decir, contar con una capacidad infinita para alcanzar con esa peculiaridad lo que hasta ahora le hemos observado al inquilino de Palacio Nacional. Nunca antes hubo alguien que mantuviera vigentes ese tipo de peculiaridades personales. Vaya, ni siquiera Victoriano Huerta que bebía todo el día todos los días y que asesinaba por igual, y que al cabo del tiempo se convirtió en uno de los hombres más tristemente recordados de la historia patria.
Y hay que señalar que Andres Manuel López Obrador va en el mismo camino, porque hasta ahora las muertes ocasionadas por la carencia de medicamentos a enfermos con cáncer habla de un sujeto que debiera ser incriminado como un asesino serial. Desconozco si el Macuspano esté consciente de ello, pero como parece que le gusta vivir en la fantasía de su mendicidad, hasta ahora lleva el primer lugar entre los ineficientes mandatarios de la historia de este país, y mire usted estimado lector o lectora, que hemos tenido muchos de esos hombres con esa peculiaridad. El juicio de la historia será bastante severo, y podemos afirmar que ha sido el peor entre los peores. Al tiempo. Vladimir.galeana@gmail.com
* Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en diversos medios de comunicación.
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