La mayoría de los analistas tienen la disposición a creer que la inflación global será pasajera. La razón, según se argumenta, porque la recuperación económica que experimentan buena parte de las economías es un rebote que necesariamente tendrá que ajustarse a la baja como todo ciclo económico. Igualmente, se esgrime que, pronto tendrán que irse retirando las fuertes medidas expansionistas monetario-fiscales, con el aumento de impuestos, disminución del gasto gubernamental y, el ajuste de las tasas de interés al alza, así como el retiro de liquidez de los mercados; este proceso irá retirando presiones al proceso de formación de precios tanto global como localmente. Para darnos una idea de las presiones que está resistiendo el proceso de formación de precios, por ejemplo, podemos enunciar el alza de porcentaje de los siguientes productos en México: aguacate (54), aceites (18), manzana (17), tortilla (13), y carne de res (7). Lo mismo podríamos decir del costo de la luz en España o de los combustibles en ; pensando en sí mismos, Rusia aumentó el precio del gas que sumista a Europa, los países árabes no quieren subir la producción de crudo, lo que limita la oferta e incrementa artificialmente el precio del petróleo.
Enfrentamos al menos 3 riesgos importantes. Los analistas no suelen ponderarla lo suficiente, sin embargo, su impacto es quizá el más determínate; la lógica egoísta que presentan los países para que, primero que nada, atender sus propios retos antes de pensar en la solidaridad internacional. En efecto, estamos viviendo una pandemia global con soluciones locales, por ejemplo, se ve mal estar pidiendo vacunas prestadas o regaladas entre países. Lo anterior explica, pero no justifica, acciones como el acaparamiento de vacunas por parte de EU, el incremento del gas de Rusia o la negativa para incrementar la producción de petróleo, las consecuencias las vamos a sufrir todos. El siguiente riesgo está en el desbalance logístico; la falta de contenedores, lo limitado del uso de puertos, aeropuertos al igual que medios de transporte y la escasez de componentes e insumos para la producción están presionado fuertemente los precios. Por último, es claro que el ímpetu de la recuperación en EU no está al impulsando con la misma tracción al resto de las economías ello ocurriría sí el resto de sus proveedores tuvieran el mismo éxito en el manejo del proceso de vacunación, los mismos apoyos en créditos o por parte del gobierno, no es así, lo que explica la falta de insumos o la inestabilidad en el costo de los energéticos. En nuestra opinión, estos riesgos explican el por qué la inflación no puede ser tan pasajera como creen los analistas.
Mientras se prologue la inflación los precios se estacionan en el nuevo elevado difícil de revertirse; en el mundo por arriba del 5%, en el caso de México 6%. No son buenas noticias. La inflación alta es un mal indicador económico. Cuando está fuera de los rangos establecidos es por naturaleza, dañina para todos los agentes económicos, sin embargo, las pequeñas empresas al igual que las personas necesitadas son las más afectadas. En los años 60´s - 70´s la inflación no era tema de preocupación pues, se consideraba, que con crecimiento se mitigaba el fenómeno inflacionario. El crecimiento, la estabilidad y la disminución de la pobreza, siempre perdieron la batalla contra la inflación. Luego de múltiples crisis, en los 80´s se observaron monumentales niveles de endeudamiento, en ello, América Latina se distingue en ello. A raíz de esta contundente evidencia, ha sido de aceptación generalizada la noción de que la inflación debe necesariamente, mantenerse debajo de los niveles de crecimiento. Es el caso de EU que, por muchos años, con un crecimiento del 2.5%, venía presentado niveles de inflación del 1.4% lo que ha generado, fuertes salarios reales, una clase media consolidada en su capacidad de consumo e inversión. Para los siguientes años, la historia será diferente, con un crecimiento esperado del 3.4%, el aumento de precios se estacionará en 4.%. Así tendremos niveles de inflación por arriba de las tasas de crecimiento en prácticamente todos los países del orbe.
Las autoridades monetarias están obligadas a iniciar ajustes, los gobiernos deberán hacer lo mismo en el componente fiscal disminuyendo del flujos de gasto. Podemos concluir entonces, que, los precios elevados se deben al aumento del consumo, lo barato del crédito y el abultado gasto estatal también los riesgos expuestos. Efectivamente, en la falta de solidaridad internacional, lo dispareja que está resultado la recuperación y severas fallas en logística son los componentes que harán de esta segunda parte de la pandemia un episodio tortuoso basado en incremento en las tasas de interés globales, encarecimiento del crédito, duras presiones en los tipos de cambio particularmente de las naciones emergentes, aumentado más la pobreza global.
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