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miércoles, 8 de diciembre de 2021

La línea roja de Biden y Putin

Por Dra. Aribel Contreras Suárez

Sin duda alguna la videollamada de ayer entre los mandatorios estadounidense y ruso tenía un gran componente geopolítico y geoeconómico. La columna vertebral de dicha conversación fue Ucrania, como ha sido en el pasado. Este país es la conexión entre Rusia y Europa, no sólo geográficamente sino en términos geoestratégicos. Por su territorio atraviesan gran cantidad de gasoductos y oleoductos donde la entrada del gas y el petróleo, respectivamente, viene de oriente a occidente. Y si revisamos la historia de Ucrania, entendemos que los lazos étnicos, religiosos y de idioma atan a una parte de su territorio con Rusia. Ucrania se unió a Moscú en el año 1654 y después de la revolución bolchevique pasó a ser parte de la entonces URSS. Este país comenzó a tener más poder económico y político al ampliar su influencia con la anexión de los territorios polacos con influencia ucraniana, Bucovina y Besarabia y en 1954, Crimea le fue incorporada. Esto permitió a Ucrania ser un territorio de la federación con un importante peso industrial, comercial y estratégico. En 1991 se independizó del gobierno de Moscú y en 2014, Rusia se anexó Crimea (bajo el disfraz de un referéndum que nunca fue reconocido a nivel internacional).

Por lo que la videollamada de ayer fue remarcar nuevamente la línea roja de la Casa Blanca y del Kremlin donde ésta tiene siete letras: Ucrania. Hoy Ucrania lo que menos quiere es tener un cordón umbilical con Rusia. Sus ojos voltean a ver a Europa y a Estados Unidos. Esto le ha permitido avanzar en dos vertientes: i) ser miembro de la Unión Europea y ii) estar en la lista para ingresar a la OTAN. La capacidad militar actual de Ucrania comparada con la de Rusia equivale al 10% por lo que en caso de un posible ataque militar ruso, no podría defenderse sola. Ucrania consumo gas que proviene de Rusia y a la vez sirve de tránsito para diferentes países europeos a través de una gran cantidad de dólares que Rusia debe pagarle. Así que el gobierno de Putin decidió construir gasoductos que evitan el paso por este país: el Southstream al sur y los Nordstream 1 y 2 al norte. El Nordstream 2 aún no opera ya que está detenida su autorización alemana por lo que Rusia está en espera para abrir la llave del gas que en tiempos de invierno tiene una gran demanda en Europa.

Es así como los intereses geopolíticos y geoeconómicos están puestos en Ucrania y es difícil saber con certeza qué sucederá. Estados Unidos está listo para ampliar las sanciones financieras y económicas contra Rusia y Rusia está lista para manipular los precios internacionales del gas y hacer lo necesario para volver a tener a Ucrania.

Coordinadora
Licenciatura en Negocios Globales
Universidad Iberoamericana
Twitter: @AribelContreras
Facebook: aribeldiplomatique

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