Indisolublemente, los casi 93 años de vida del PNR-PRM-PRI han estado definidos por la doble pertenencia de nuestro país a América del Norte y a América Latina.
Siendo puente natural de diálogo, cooperación, amistad y desarrollo, todos los gobiernos emanados del PRI han sido sujetos actuantes en la solución de los grandes retos que han enfrentado nuestras hermanas y hermanos latinoamericanos, así como en la construcción de sinergias favorables para el mantenimiento de la paz y resolución de conflictos.
Muestra de ello es que desde el primer gobierno emanado del PNR, como lo fue el del licenciado Pascual Ortiz Rubio, se colocó la piedra angular sobre la cual se cimentaría un siglo de relaciones diplomáticas basadas en el desarrollo, respeto y acatamiento del derecho internacional público, ya que desempeñándose como secretario de Relaciones Exteriores, don Genaro Estrada enunció el 27 de septiembre de 1930 la doctrina que al paso de los años ha adoptado su apellido y quedado consagrada en el artículo 89 constitucional a través de los principios de no intervención y libre autodeterminación de los pueblos, los cuales han sido fundamentales para la definición y prestigio de nuestra política exterior ante el mundo, así como de la defensa de la soberanía de las naciones latinoamericanas.
Tales ideas fueron expresadas por México como un faro de luz en un contexto de sacudimientos internos en los países latinoamericanos, situación que era utilizada por países poderosos para pretender erigirse en árbitros de las políticas internas que debían llevarse a cabo y guardianes de gobiernos afines a sus intereses.
Asimismo, a finales de los años 70 del siglo pasado, desde el PRI el maestro Gustavo Carvajal Moreno promovió la creación de un foro latinoamericano y caribeño de partidos políticos progresistas en defensa de los principios de soberanía, integración regional, anticolonialismo, progreso compartido, libertad, justicia social, democracia y paz. De esta iniciativa nació la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe (COPPPAL), que a lo largo de 4 decenios se ha erigido en un sujeto protagónico de la realidad política latinoamericana.
Es así como el PRI, como partido y como gobierno, ha liderado e impulsado una política exterior de respeto y tolerancia que habría de ser ejemplo y apoyo para todas las naciones, particularmente las latinoamericanas.
Hoy América Latina sigue enfrentando numerosos retos, el principal de ellos es acabar con la pobreza y la desigualdad, los cuales se han visto agravados por la pandemia y crisis económica que asolan nuestra región.
Ante esta realidad, los principios no estorban ni se cambian, sino que se aplican en las nuevas circunstancias y hoy son, más que nunca, el faro de luz que debe guiar y normar nuestra actuación para no permitir que sujetos poderosos pretendan influir indebidamente en asuntos que solo deben de concernir a los pueblos y gobiernos nacionales.
Por primera vez en sus 200 años de vida independiente, el pueblo de la República de Honduras eligió a una mujer para encabezar los esfuerzos nacionales, siendo Xiomara Castro Sarmiento la política que asume el reto. Y el PRI estuvo presente en este hecho histórico no solo como partido hermano latinoamericano, sino también como actual dirigente de la COPPPAL.
En este contexto, el PRI reitera su compromiso con América Latina, pero sobre todo su convicción de que juntos podemos más.
*Presidente Nacional del PRI.
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