Juan Carlos Flores Aquino
“Toda
persona tiene derecho a la libertad de pensamiento y de expresión. Este derecho
comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de
toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en
forma impresa o artística, o por cualquier otro procedimiento de su elección”
esta es la definición que encontrará si googlea
LIBERTAD DE EXPRESIÓN, y que retoma el sitio oficial de la Comisión
Nacional de Derechos Humanos de nuestro país, que agrega:
“No se puede
restringir el derecho de expresión por medios indirectos, como el abuso de
controles oficiales o particulares de papel para periódicos; de frecuencias
radioeléctricas; de enseres y aparatos usados en la difusión de información;
mediante la utilización del derecho penal o por cualquier medio encaminado a
impedir la comunicación y la circulación de ideas y opiniones”.
Bueno, pues
esta definición básica del respeto a los Derechos Humanos, parece que no la
conoce Juan Luis Gutiérrez Alcántara, Ministro de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación, quien presentó un proyecto que atenta gravemente contra la
libertad de expresión, y que de aprobarse, prácticamente censuraría cualquier
programa noticioso o de debate en la radio y televisión mexicanas.
Y, lo que es
más grave, podría -sin exagerar- hacer que desaparecieran empresas de radio y
televisión ¡así como lo acaba de leer!
Por ello,
resulta crucial la convocatoria de la Cámara Nacional de la Industria de la
Radio y Televisión, la CIRT, y la importancia del llamado que hace su
Presidente José Antonio García Herrera, para que el pleno de la Corte
rectifique esta aberración, y evite esta regresión a los tiempos de Luis
Echeverría y López Portillo, donde el Estado decidía lo que usted veía,
escuchaba o leía en los medios de comunicación.
Con la
presencia de Adrián Laris, Presidente del Consejo Consultivo, quien es el
portavoz de los radiodifusores de los Estados, el pleno de la CIRT advirtió que
en caso de que se avale este dislate censurador, se acudirá a las instancias
internacionales para defender, en pleno siglo XXI, la libertad de expresión en
nuestro país.
Ministros de
la Suprema Corte de Justicia de la Nación, sabemos de su prestigio, y por eso
creo, que pondrán en el basurero de la historia, tal ofuscación.
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