LIC. ROSARIO PIEDRA IBARRA,

PRESIDENTA DE LA CNDH:

+Ningún crimen tiene un

fundamento razonable.

Tito Livio

Cada vez que se da a conocer información sobre la investigación relativa a la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa, me surgen más dudas que respuestas.

Como seguramente recordará, en mayo de 2020 el gobierno mexicano firmó un convenio con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos a fin de que su Grupo Internacional de Expertos Independientes (GIEI) retomara la investigación de la matanza de los 43 normalistas. Ello como una promesa presidencial hecha a los padres de las víctimas para esclarecer el crimen.

Hace dos días, el GIEI rindió su tercer informe y difundió un video sobre actividades que tuvieron lugar en el basurero de Cocula, días antes de que éste fuese vinculado oficialmente al suceso.

Aquí van algunas de mis interrogantes.

1. ¿Cuáles fueron las razones para que el Batallón 27 del Ejército diseñara una estrategia de contrainsurgencia en la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa? Desde que yo recuerdo, todos los normalistas rurales han sido belicosos; tal vez por su precaria situación socioeconómica, por la ideologización de su enseñanza o las dos cosas. Los estudiantes suelen controlar los planteles, donde las autoridades educativas están de florero.

Pero hablar de “contrainsurgencia” me remite a guerrilla, a menos de que con esa palabra el GIEI signifique que la Normal estaba permeada por el narco y, en consecuencia, elementos de inteligencia fueron infiltrados en el plantel.

Cualquiera que sea la alterativa es muy grave y mueve a preguntar si los narcos y/o la guerrilla ya dejaron la Normal.

2. Si las autoridades castrenses y policiales tenían conocimiento de la toma de autobuses y los hechos fueron monitoreados en tiempo real, ¿quién y por qué decidió no intervenir? Lo digo porque durante las primeras indagatorias no se explicó por qué los jóvenes cambiaron de destino para ir a “botear”, llegando así a Iguala.
3. ¿Cuál fue la conclusión sobre el quinto camión? Desde 2014, corrió la versión de que uno de los autobuses tomado por los jóvenes traía un cargamento de droga; Guerreros Unidos habría pensado que se lo birlaba una banda rival, lo cual sería el móvil de una agresión que, en su momento, se calificó como “masiva”.

Justamente el quinto camión, de la línea Estrella Roja, no fue atacado. Los jóvenes descendieron del vehículo y éste quedó en custodia de la policía federal esa misma noche, pero no formó parte de toda la indagatoria.

Cuando el GIEI pidió la presentación del chofer y del quinto camión, lo que oyeron y vieron no les convenció. El informe de la CNDH (2018) tampoco es concluyente sobre el quinto camión.

4. ¿Quién dio la orden de enviar elementos al basurero de Cocula antes de que se determinara que fue el sitio donde se incineraron algunos de los jóvenes? El GIEI indica que desde los primeros días de octubre había policía rodeando el basurero, pero no se sabe por qué.

En cuanto al video -grabado por un dron el 27 de octubre de 2014 - muestra la incursión en la madrugada de camionetas y personas con bultos. Conforme avanza la mañana, llegan elementos de la PGR y SEMAR, los cuales no tienen ningún cuidado a su paso y hasta mueven escombros. Es hasta el medio día, con la llegada de peritos,  que se acordona la zona.

La falta del más elemental cuidado hacia la integridad de una escena de crimen mueve a más dudas.

5. ¿Qué hay más atrás de la noche de Ayotzinapa como para que 22 personas que han declarado hayan muerto por causas no naturales?

Tal parece que en el caso Ayotzinapa se juntaron en tiempo y lugar los peores atributos de nuestra sociedad y nuestros gobiernos: pobreza, narcotráfico, negligencia, connivencia y, sobre todo, injusticia.

Investigación: Upa Ruiz upa@delfos.com.mx

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