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martes, 3 de mayo de 2022

Crónica Confidencial / Tren Maya, ecocidio faraónico

Por Leopoldo Mendívil

 

ING. MARÍA LUISA ALBORES GONZÁLEZ,

SECRETARIA DE SEMARNAT:

+Hay que dejar la vanidad a los que

 no tienen otra cosa que exhibir

Balzac

           

Nunca como ahora debe ser una tarea ingrata encabezar la SEMARNAT. De entrada está el problema de reducir las emisiones de CO2 para cumplir con el compromiso internacional de México frente al cambio climático, mientras la política energética nacional va en sentido contrario. Luego está la desaparición del Instituto de Ecología, so pretexto de la austeridad. Y para rematar está el Tren Maya.

En junio del año pasado, bajo el título El Tren Maya: una larga vía de absurdos, puse sobre alerta al secretario de la Función Pública respecto de las irregularidades alrededor de la megaobra.

Entonces hice énfasis en que “un grupo de 30 científicos fue convocado por el CONACYT para analizar ‘con plena libertad (…) las condiciones sociales, económicas y ambientales alrededor del TM. Las conclusiones fueron alarmantes”.

Días después recibí una misiva de FONATUR tratando de calmar mis inquietudes, pero las explicaciones eran difusas. Cuando devolví la misiva con 50 preguntas solicitando datos específicos sobre la contención de los daños, se suspendió la comunicación.

Por lo que veo, las cosas no han cambiado en estos 12 meses.

Este lunes 2 de mayo, el general Gustavo Vallejo Suárez (¿por qué no usted o el director de FONATUR..?) tuvo que aceptar que no existe ningún estudio de Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) avalando la construcción del TM, en especial respecto del célebre Tramo 5. Cualquier obra grande debe contar con una MIA, máxime un megaproyecto que atraviesa reservas de la biósfera de tres estados.

Justamente de esto es sobre lo que científicos, ambientalistas y “famosos” quieren dialogar. Porque nadie cree la versión oficial de que se reforestarán millones de hectáreas y todo volverá a estar bien. De hecho, hay múltiples investigaciones que proyectan los daños irreversibles que ocasiona el TM.

Uno de dichos estudios es de un grupo de ambientalistas, en el cual participa el espeleobuzo José Urbina Bravo, junto con pobladores mayas de la zona. El estudio afirma que “debajo de la selva maya de Playa del Carmen y Tulum se encuentra uno de los sistemas de cuevas inundadas de agua dulce más grandes del mundo, con mil 800 kilómetros explorados, que corre riesgo de sufrir un impacto irreversible por los trabajos del Tren Maya en el denominado Tramo 5 sur.

“Todo está en riesgo, desde la conexión con la cima de los árboles a la entrada con los cenotes y la conexión que tiene con la selva; y por supuesto, lo que está más allá de la entrada de los cenotes.”

Lamentablemente, tal afirmación es igual a lo que indicó el reporte de los científicos convocados por el CONACYT hace más de un año y que decía: “el TM impactará negativamente las áreas más importantes de recarga del manto freático de la Península de Yucatán, la Reserva Geohidrogeológica y (…) las aguas cosechadas que alimentan seis subcuencas hidrográficas”.

El gobierno federal también ha hecho de lado a las comunidades mayas. El montaje donde la autoridad federal pidió permiso a la Madre Tierra es una vergüenza y viola el artículo 6 del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo sobre Pueblos Indígenas y Tribales, el cual ordena consultar a los pueblos mediante procedimientos apropiados, a través de sus instituciones representativas y con la finalidad de llegar a un acuerdo o lograr el consentimiento acerca de la obra que se pretenda. Nada de eso ocurrió.

Finalmente, doña María Luisa, especialistas económicos y en inversiones públicas -incluida la Auditoría Superior de la Federación- consideran que la rentabilidad y viabilidad económica del TM es bastante dudosa.

Así pues, el TM tiene varios frentes abiertos. Primero, el de la sociedad preocupada por la destrucción ecológica irreversible; segundo, por los amparos promovidos por los pueblos mayas afectados; y tercero, por la responsabilidad fiscal del actual gobierno.

El Tren Maya, al igual que las demás obras emblemáticas de la 4T, se ha hecho siguiendo solo los deseos presidenciales, sin importar a quién y a qué “se lleve entre las patas”. Y encima, con NUESTRO dinero.

¿De esto se trata la tan cacareada transformación de México?

 

Investigación: Upa Ruiz uparuiz@hotmail.com

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