Esta semana inició con encuestas en El Economista y en El Financiero. López Obrador sigue ganando litros de tinta, escenarios y percepción positiva, o por lo menos, neutral.
Sin duda, no va mal, que no es lo mismo a ir bien y sí es competitivo para las elecciones de este año y las de 2024.
La encuesta de El Financiero, asegura que el 55% de los encuestados ven que el Presidente ha transformado “mucho” o “algo” al país; mientras que el 44% asegura que la transformación ha sido “poca” o “nula”.
Un punto relevante: el rubro mejor evaluado, es el de la vacunación contra Covid-19, con un 70% favorable y un 17% desfavorable.
En El Economista, la encuesta establece que, durante abril, el Presidente de México subió en aprobación promedio tres puntos. Y entre marzo y abril, subió en aprobación 17.7% en promedio, entre las personas que tienen un empleo informal.
Estas encuestas consideran más indicadores, pero solo me concentro en los que me parecen, pueden generar percepción.
La llamada Cuarta Transformación, en realidad está bien llamada, y tiene congruencia su comunicación. Tan es así, que el naming (concepto de marketing) hace su trabajo y genera posicionamiento.
Si usted se pregunta qué es posicionamiento, significa que una marca, una idea, una persona o un producto, existe en la mente de las personas con bastante fuerza, y eso le ayuda para ser elegido. Si le digo, refresco de cola, el mejor posicionado como marca, estará en su mente y esa ventaja, es lo mejor para esa marca.
Si se dice Cuarta Transformación, y en una encuesta se arroja que los encuestados creen que se está transformando al país, quiere decir que el slogan está soportando bien una parte de la comunicación política.
Ahora bien, la vacunación contra Covid-19, ¿por qué genera tanta aceptación entre los encuestados? La respuesta es, porque una acción así, activa el llamado Sistema de Recompensa en el cerebro de las personas. Conozca más aquí https://www.youtube.com/watch?v=E29xPYA1BEM&t=7s
Esto hace que se comprenda perfectamente porqué a unas semanas de las elecciones en seis estados de la República (5 de junio), se está liberando de manera masiva en el país la vacunación. Hoy en día, en cualquier plaza comercial se pueden vacunar las personas. ¿Por qué cree usted? El video que le compartí, seguramente ya le dio la respuesta.
Respecto a la encuesta de El Economista, me llama la atención que, el apoyo a López Obrador que “más creció” está entre los trabajadores informales. Es curioso, no tienen prestaciones de Ley, viven en la ilegalidad, en incertidumbre y sin mayores perspectivas formales, pero ¡lo apoyan! ¿Por qué? Aquí una respuesta desde el neuromarketing: analice el slogan de las campañas que se realizan actualmente en los estados en donde habrá elecciones. Lo que está colocando Morena, es el concepto “Esperanza” y éste, es congruente con lo que se la pasó vendiendo por años López Obrador.
¿Recuerda aquel “Rayo de Esperanza” o aquella frase “La esperanza de México”? Esto se explica de manera simple: vender esperanza, es poderoso para el cerebro porque siempre quedará atrapado en la expectativa de un cambio para mejorar. Ahí está su poder y Andrés Manuel López Obrador lo sabe.
Bueno, y cuál es entonces el reto de la oposición al régimen de Obrador.
Lo primero, definir si les interesa una estrategia de comunicación y marketing o solo desean la estrategia de apostarle a sus “estructuras”.
López Obrador les lleva demasiada ventaja, por lo menos en el plano de la comunicación y marketing y esto se entiende así: o los opositores no quieren creer que no entienden cómo construir una marca política poderosa o, su estrategia es no entrar en el desgaste que implicaría elegir una y prefieren apostar a ir en alianza en 2024 y movilizar su “voto duro”, con la poca fuerza de comunicación y marketing de semanas que hayan logrado sus candidatos aliancistas.
Hay más explicaciones y escenarios que ofrecer, pero no alcanza este espacio.
Desde luego, los iré abordando. Y por supuesto, le dejo una idea a los opositores. Deben construir algo. No tienen absolutamente nada construido y Obrador está demasiado posicionado entre sus seguidores, que guste o no, hacen muy competitiva la marca Morena.
Por cierto, partirle la madre a Obrador todo el tiempo, no es igual a tener algo construido. No lo es.
*El autor es consultor, tiene estudios de doctorado en Política, de maestría en Comunicación, de maestría en Neuromarketing, de maestría en Ciencia Política y de licenciatura en Derecho.
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