Dionel Sena
La elección del pasado 5 de junio, puso a cada partido político en su lugar y ese justamente pudiera ser el caso del Partido del Trabajo, el cual simplemente no pudo cumplir con los pronósticos que se tenían de él, tomando en cuenta que se agandalló la candidatura a alcalde en la capital y se suponía, que eso provocaría un incremento sustancial de la votación que históricamente ha sacado ese instituto político, contrario a ello, se quedaron cortos, tan cortos que como partido, apenas sacaron poco más de 20 mil sufragios, es decir, lo mismo que siempre sacan elección tras elección y eso que en la promoción del voto, pidieron al electorado que solo votara por el PT, una estrategia por demás fallida, pues no pudieron sumarle el voto morenista y a la cual, aún están buscando culpables.
A partir de lo anterior, es de lllamar la atención la postura de personajes allegados a Gonzalo Yáñez que estarían pensando en impugnar dicha elección, la cual arrojó una diferencia con José Antonio Ochoa (ganador de la misma) de prácticamente 43 mil votos, lo que incluso legalmente es imposible de que proceda, pues no hay una diferencia de 5 puntos porcentuales entre el primero y el segundo lugar, como lo establece la ley, por lo que muchos podrían interpretar este discurso como un acto desesperado de buscar defender lo indefendible o incluso, encontrar un pretexto para justificar ante Palacio Nacional estos impresentables resultados.
Por otro lado, no se puede soslayar el hecho del tipo de campaña que hizo Gonzalo Yáñez, la cual fue cuestionada desde un inicio por el equipo cercano a Marina Vitela y por ella misma, pues estaba más que claro que cada proyecto iba por su propia ruta, a pesar de que se suponía iban en coalición, el resultado fue catastrófico para todos sus integrantes y en ello, tuvo mucho que ver el líder moral del Partido del Trabajo, el cual parece, ahora sí, que su fecha de caducidad como candidato está cerca, algo que no es nuevo, sin embargo, mientras siga manejando a su libre albedrío el recurso de los CADIS y siga teniendo libertad en em manejo de las prerrogativas del PT, será un personaje vitalicio en cada campaña en Durango, un cartucho quemado del que al parecer, los duranguenses ya se cansaron.
El pataleo de Primitivo Ríos quien está claro, atiende las órdenes de su jefe político, tienen que ver con la necesidad de Gonzalo Yáñez de buscar la reelección como senador de la república en el 2024, sin embargo, los resultados arrojados en esta campaña, lo podrían hacer impresentable como para pedir una nueva coalición con Morena, pues el precedente de que no quiso trabajar por ese proyecto, ya es del dominio público en la 4T y ello, pudiera traerle altos costos políticos a este icónico personaje, aunque claro, cabe la oportunidad de que vaya sólo por el PT, lo que claro, disminuiría de manera exponencial sus posibilidades de competitividad en las urnas, lo que dilapidaría aún más su imagen como político y de un partido que sostuvo sus prerrogativas apenas con los dientes, pues el mensaje de los duranguenses fue muy claro para ellos y así deberían entenderlo.
Publicar un comentario