DRA. CATHERINE RUSSEL,

DIRECTORA GENERAL DE LA UNICEF:

+La ignorancia es el peor enemigo

de un pueblo que quiere ser libre 

Jonathan Hennessy

Muy relevante es el estudio preparado por la UNICEF y el Banco Mundial titulado “Dos años después, salvando una generación”, con abundantes datos  y recomendaciones para, literalmente, rescatar a los niños del mundo, en particular los de América Latina, del rezago educativo generado por la pandemia.

Los datos apenas obtenidos por la SEP (mexicana) sobre este gravísimo problema, confirman lo expuesto en el estudio arriba citado. Nuestro rezago es gravísimo y, permítame la redundancia, con un agravante:

Nada se hace al respecto.

Para los estándares de la 4T ya vamos de gane con que se haya realizado la investigación “Regreso seguro a las Escuelas de Educación Básica”, la cual indica que la capacidad de lectura bajó 21 puntos, lo cual significa que solo la mitad de los niños de sexto grado entienden lo que leen… Algo parecido ocurrió con las matemáticas, donde el descenso fue de 17 puntos para colocarse también en 50 por ciento.

Encuentro esfuerzos estatales por reducir el rezago, pero no una estrategia a nivel nacional. Es que -no está usted para saberlo- la anterior titular de la SEP estaba muy ocupada con su pre-campaña electoral y la actual secretaria, pues apenas ha aterrizado en el cargo, con muy buena voluntad pero con escasa preparación para enfrentar un reto de este tamaño.

El abandono escolar anda por las mismas. Como los sistemas de información y registro de la SEP son obsoletos, tampoco hay cifras confiables de cuántos niños no regresaron a las escuelas. Según las encuestas de las organizaciones Mexicanos Primero y Educación con Rumbo, la deserción anda por ahí del seis por ciento. En porcentaje suena poquito, pero representa algo así como ¡un millón y medio de niños..!

Peor se la voy a contar, doctora Russel. Recordará usted que la organización internacional que usted  dirige, proporcionó a la SEP un sistema de monitoreo de asistencia para ver qué tan rápido reabrían las escuelas y dónde se ubicaban éstas. ¿A usted le han comunicado los resultados? ¿Sabe usted si se aplicó el monitoreo? Los ciudadanos mexicanos obviamente tampoco.

Como bien apunta su estudio, dentro de los apoyos para enfrentar la pandemia y la post-pandemia los países de América Latina y el Caribe apenas destinaron el uno por ciento del presupuesto, mientras que los países del norte aplicaron el cuatro por ciento. En México creo que todavía andamos peor, porque ni en el presupuesto 2022, ni en el ya autorizado para 2023 veo que los legisladores y las autoridades educativas hayan destinado alguna partida económica para enfrentar el rezago y el abandono escolar.

Por lo que hace a la recomendación de la UNICEF para combatir el rezago,  referido a “la construcción de competencias en el alumno y la priorización de los planes de estudios”, la situación está igual de mal. No sé si a Nueva York le llegaron noticias de que en este regreso a clases, la “Nueva Escuela Mexicana” impulsada por la 4T estaba por pilotear las modificaciones a los planes de estudio y todo el concepto de la educación pública, eliminando el principio de las capacidades. De no ser por un juez que otorgó la suspensión de tal medida, ya se imaginará el desgarriate en el que estaríamos.

Por lo que hace a la recomendación de la UNICEF de “fomentar niveles adecuados de formación de capital humano durante el proceso” educativo, pues no se va a poder. En la visión cuatroteísta, el capital humano es una aberración neoliberal, por lo que si se pierde, pues mala tarde. Y en lo que respecta al “compromiso con los docentes, para asegurarse de que sean valorados y apoyados en todo momento”, pregunte por ahí de qué va la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, organismo sindical promovente de la contrarreforma educativa en México.

No, doctora Russel, para nuestro gobierno nada de lo que plantea la UNICEF es relevante. Aquí lo importante es el Tren Maya, Dos Bocas, pelearse todos los días en la mañanera, echarle la culpa a los expresidentes, etc., etc., como si esta pandemia hubiera ocurrido en Marte…

No veo cómo se pueda salvar a esta generación de pequeños mexicanos y ello tendrá enormes, gigantescas consecuencias en la vida de esos menores y en el desarrollo de nuestro país.

 Y aunque no lo crea, nuestro presidente actual es bien querido.

Contradicciones para mí incomprensibles…

Colaboró: Upa Ruiz uparuiz@hotmail.com

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