Es el colmo que la historia de Veracruz no se replique, se pierda, por la indiferencia burocrática.  El Baluarte de Santiago, un ícono del Puerto, tiene seis años con sus puertas cerradas.  Dos administraciones federales han pasado, la del priista Enrique Peña Nieto y la del morenista Andrés Manuel López Obrador, y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) parece que ni enterado está de lo que pasa ahí.

Esto se lo menciono porque si usted ingresa al portal del INAH, podrá encontrar toda la información de este museo, como que formaba parte de la muralla que protegía el puerto de Veracruz desde 1635 y que es el único que sobrevivió a la destrucción de la muralla.

También destaca que, para conocer el llamado Tesoro del Pescador, 100 piezas de valiosa orfebrería prehispánica de oro en estado original, la colección prehispánica de joyería de oro más importante de México conservada hasta nuestros días, se cobran 75 pesos, aunque claro ya el tesoro está en San Juan de Ulúa.

Lo anterior es muestra de que la política y la cultura se siguen haciendo desde un escritorio remoto en la Ciudad de México, pues jamás se advierte que el Baluarte está cerrado ¡desde hace seis años! Desde el año pasado, varios medios de comunicación en Veracruz precisamente dieron cuenta de esta situación. En septiembre de 2018 se anunció un cierre temporal para trabajos de mejora, pero jamás nos dijeron que tardaría más de seis años en abrirse.

Aunque es un espacio manejado por la Federación, en el estado no hay prisa tampoco por su reapertura.    El secretario de Turismo y Cultura, Iván Martínez Olvera no ha dicho una sola palabra al respecto y, su antecesora Xóchitl Arbezú, tampoco lo hizo; mientras tanto los días siguen transcurriendo.

De sobra sale citar la importancia histórica del Baluarte de Santiago desde el Ejército Virreinal hasta el bombardeo desde los barcos estadounidenses en la invasión de 1847 y la de 1914. Hoy es, literal, un testigo mudo de Veracruz. A ver hasta cuándo se acuerdan de éste.

@YamiriRodriguez