Fernando Schütte Elguero

Acapulco fue el puerto turístico más importante de México, con el tiempo se convirtió en una ciudad cuyos ingresos provenían del turismo y de los servicios en general, la población creció a tal grado que hoy cuenta con alrededor de 850,000 habitantes y una población flotante que llega a los 500,000 habitantes más.

La caída de Acapulco como destino turístico internacional inicia cuando las autoridades en sus tres niveles abandonan su responsabilidad de generar seguridad a la población al tiempo en que se inaugura la llamada Autopista del Sol, que en lugar de estar a casi seis horas de Acapulco ahora se puede llegar desde la Ciudad de México en 3.5 horas. Esto generó una demanda diferente, en la que los turistas pagaban menos, pero que al mismo tiempo iniciaba un turismo de mayor nivel al norte de la bella bahía, con infinidad de desarrollos de departamentos frente al mar abierto. Acapulco empezó a envejecer, y la calidad de los servicios turísticos a bajar de calidad, la calidez de su gente ya no era la misma, la sonrisa fue transformada en abulia.

Nadie se preocupó por mejorar la imagen de Acapulco, sobre todo en materia de inseguridad, siendo hasta hace poco, una ciudad comparada con Ecatepec en el Estado de México.

Al tiempo en que Acapulco se venía abajo, iniciaron nuevos desarrollos en el país, Cancún para la clase media y media alta y Los Cabo para el nivel High End sobre todo del mercado de los Estados Unido de Norteamérica, por lo que la zona conocida como Acapulco Diamante, se volvió una zona departamental con unidades destinadas a las clases medias, en donde la inseguridad disminuía debido a que los condóminos contrataban seguridad privada y al mismo tiempo, no salían del desarrollo donde estaba su apartamento y digo estaba porque muchos de esos edificios quedaron semi destruidos con el paso del huracán Otis.

¿Porqué el gobierno federal no avisó de la magnitud del fenómeno? ¡Eso es algo para ser investigado! No existe cultura de protección civil y los gobiernos también son responsable de ello.

En el tema de la ayuda de la ciudadanía sea esta de particulares o empresas, empezó a ser cuestionada aduciendo que el ejército mexicano estaba decomisándola para ser ellos quienes la entregaran, más allá de que me cuesta trabajo pensar que nuestro ejército sea capaz de algo tan deshonroso, ¿porqué el propio presidente López Obrador no desmintió de manera inmediata y contundente la información? 

El desastre es terrible, Acapulco para recuperarse necesitará 20 años y recursos económicos y políticos, Acapulco tiene la gran oportunidad de reposicionarse de mejor manera, para ello la intervención de arquitectos y desarrolladores turísticos será fundamental, hay que reinventar a Acapulco y ahora, es la mejor oportunidad.

El gobierno mexicano deberá invertir muchos miles de millones de pesos en la reconstrucción y aquí después de atender a quienes se quedaron sin nada, tendrá que atender a quienes prestan servicios turísticos en todos los niveles, que serán los único capaces de generar recursos para que el pueblo sabio, coma. Dos meses y medio antes de Otis, hubo un narco bloqueo en donde se quemaron más de 10 vehículos y fue asesinado un agente del MP.

Si los gobiernos no hacen nada por generar un Acapulco seguro, ¡la reconstrucción no llegará!

@FSchutte