Por Ulises Cruz
Guanajuato, Gto. — Con una visión de futuro y disciplina financiera, Guanajuato avanza en la consolidación de una infraestructura moderna y estratégica sin recurrir a deuda pública. A través de esquemas de concesión, el estado apuesta por la inversión privada para detonar obras de gran impacto social y económico, garantizando al mismo tiempo que los activos queden en manos del Estado al concluir los contratos.
Uno de los proyectos emblemáticos de esta estrategia es la nueva autopista Silao–San Miguel de Allende, una vía de 52 kilómetros que conectará el corredor industrial de Silao con los destinos turísticos de San Miguel de Allende y Dolores Hidalgo. Esta obra reducirá en más de 30 minutos los tiempos de traslado y eliminará cerca del 60% de las curvas que actualmente complican el trayecto.
Con carriles amplios, acotamientos y un diseño pensado para una velocidad máxima de 110 km/h, la nueva autopista incluirá 42 puentes vehiculares y seis pasos peatonales o ganaderos, mejorando significativamente la seguridad y el confort de los usuarios.
“La autopista Silao–San Miguel es un proyecto técnicamente complejo, ya que cruza zonas lomerías y montañosas, así que para el Gobierno del Estado este esquema de concesión es la alternativa más conveniente, pues sin erogar recursos, contaremos con esta vialidad diseñada bajo altos estándares de seguridad”, explicó Juan Pablo Pérez Beltrán, titular de la Secretaría de Obra Pública.
El funcionario detalló que el costo por kilómetro del proyecto es competitivo y se mantiene por debajo de otras concesiones similares en el país. Durante los 30 años que durará la concesión, la empresa encargada operará y mantendrá la autopista, asumiendo la responsabilidad de conservarla en condiciones óptimas y realizando aportaciones anuales al Estado con base en los ingresos obtenidos por peaje.
Rehabilitación estratégica: Guanajuato – Silao
En paralelo, se lleva a cabo la rehabilitación integral de la autopista Guanajuato – Silao, una vía construida hace más de tres décadas. La intervención incluye la renovación de la carpeta asfáltica, drenaje, señalización, estructuras y la construcción de una nueva plaza de cobro. La inversión asciende a 581 millones de pesos, también financiados por la empresa concesionaria.
Empleo, desarrollo y beneficios sociales
La inversión combinada en ambas autopistas supera los 6 mil millones de pesos, lo que se traduce en la generación de más de mil empleos directos y 500 indirectos durante la fase de construcción. Además del impacto económico inmediato, el esquema de concesiones contempla aportaciones para obras sociales en comunidades cercanas y un modelo de reparto de excedentes si los ingresos superan las proyecciones iniciales.
> “Este proyecto no sólo fortalece la conectividad regional; también reduce tiempos de traslado, mejora la seguridad vial, promueve el turismo y detonará el desarrollo económico de más de cinco municipios”, añadió Pérez Beltrán.
Infraestructura sin deuda, patrimonio para el futuro
Una de las mayores fortalezas del modelo adoptado por Guanajuato es que no compromete recursos fiscales ni incrementa la deuda pública. Al término de las concesiones, toda la infraestructura quedará bajo propiedad estatal, ampliando el patrimonio público sin haber invertido fondos propios.
Con este enfoque innovador y responsable, Guanajuato se posiciona como un referente nacional en el desarrollo de infraestructura intel
igente, sostenible y sin deuda.
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