* Después de un año el estado se incendia
* ¿Hay a quién culpar?... Creo que sí

Arturo Bárcena Bazán

 La semana pasada volvió Michoacán a vivir día de violencia, después de más de un año que la entidad se manifestaba pacífica, aún desde antes de que tomará posesión Silvano Aureoles, como gobernador del estado. Apenas el viernes 30 de marzo pasado, el secretario Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, acompañado del gobernador del estado afirmaba que la incidencia delictiva del Michoacán era la más baja de los últimos 10 años y ello llevó al estado a ocupar el sexto lugar entre los más seguros del país.

¿Qué pasó entonces? Que después de las exitosas acciones del Ejército y de elementos de la Secretaría de Marina Armada de México, que tomaron el control de puerto Lázaro Cárdenas, que acabaron  con los policías comunitarios, a quienes mandaron a capacitarse a Tlaxcala, que dieron fuertes golpes a los carteles establecidos en Michoacán, digo después de ello la mayoría de los secretarios de  Estado viajaron a Michoacán y prometieron a sus habitantes que en fechas próximas cada una de sus Secretarías formarían parte de un plan de inversiones públicas y privadas, que traerían consigo mayor y mejor número de empleos.

Loa real es que estas promesas no sea cumplieron y el narcotráfico retorna, pues ofrece a los michoacanos, principalmente a los jóvenes, el dinero que les hace falta para su subsistencia.

De ahí el bloqueo de carreteras, carros incendiados, asesinatos -entre ellos el del cuñado del ex gobernador Jesús Reyna-. Ahora se dice que es el grupo delictivo de “los Viagras”, el que se ha adueñado de Michoacán, como antes lo hicieron los Caballeros Templarios, La Familia Michoacana.

Ejército y Marina han cumplido, y qué dicen los demás secretarios y el gobierno federal.