Arturo Bárcena Bazán
La principal promesa de campaña electoral de quienes aspiran a una gubernatura es que terminarán con la impunidad, que someterán ante la justicia al  o a los gobernadores que les antecedieron. Todo ello se queda en solo una promesa electoral y si no veamos qué pasa con los cuatro últimos gobernadores que han sido acusados de varios delitos, entre ellos el enriquecimiento ilícito, peculado. Me refiero a Ángel Aguirre Rivero, Humberto Moreira, ambos ya absueltos de los delitos de que se les acusaba, Los otros dos son Guillermo Padrés, de Sonora y Rodrigo Medina, de Nuevo León, quienes confían plenamente en que la justicia no les alcance a ellos; tal vez a algunos de sus colaboradores.

Al panista Guillermo Padrés, se le acusa de enriquecimiento ilícito, de proteger financieramente con auditorías falsas y   beneficios fiscales a aproximadamente 55 empresas de sus parientes y amigos. Se afirma que su fortuna creció en un 9,000 por ciento durante sus seis años de gobierno. De 2.7 millones de pesos que declaró tener al inicio de su gestión, terminó con una fortuna de 261 millones de pesos, según declaró el mismo Padrés y sus dos hermanos, Miguel y Julio César,  en marzo de 2015.

En diciembre de ese mismo año, el veterinario Luis Aristóteles López Moreno, administrador del rancho El Pozo Nuevo, propiedad del ex mandatario local, aceptó haber transportado y escondido seis hieleras con alrededor de 35 millones de pesos en efectivo cada una, dinero que presumiblemente fue sustraído del erario público sonorense.

Guillermo Padrés transfirió a Estados Unidos 134 millones de pesos, según informó el Departamento del Tesoro de aquel país, el lunes 11 de enero de 2016. El informe dice que el 18 de mayo de 2015, 18 días antes de las elecciones del 6 de junio, Guillermo Padrés realizó una transferencia electrónica por 8.8 millones de dólares, utilizando una cuenta en el extranjero en el BBVA Bancomer. Una semana después, el 25 de mayo, transfirió esos dólares en pesos, a su cuenta personal de Banamex en México. Al tipo de cambio de ese día fueron 134 millones 229 mil pesos.

Pero la justicia ya empezó a funcionar en contra del ex gobernador sonorense. Por lo pronto lo hizo pagar 72 mil 500 pesos por un amparo que gestionó ante el Juzgado decimosegundo del Distrito de Amparo en Materia Penal en la Ciudad de México. Además desembolsó dos mil pesos ante el juzgado decimocuarto del mismo ramo y ciudad, contra la orden de investigación, localización y presentación en su contra y finalmente tuvo que pagar cinco mil pesos  en el juzgado sexto para obtener un amparo en contra de cualquier orden de localización, presentación y detención. Total la justicia ha determinado que por haber aumentado su fortuna de 2.7 millones de pesos la iniciar su mandato y terminar con 261 millones de pesos tuvo que pagar 79 mil pesos y los pagó ¡muerto de la risa!, la justicia camina hacia la impunidad de Padrés.

Y no sólo la justicia protege a ex mandatarios, sino también  aquellos que les suceden en el cargo, según denuncia el Congreso Nacional Ciudadano de Nuevo León, quien en voz de su presidente  Gilberto Lozano, señaló que el proceso contra el ex gobernador Rodrigo Medina  sólo es un juego planeado y un show del actual gobernador Jaime “El  Bronco” Rodríguez Calderón, a quien imputa haber escondido o traspapelado la acusación 71 2015-1, que   contenía 13 delitos cometidos por Rodrigo Medina. Jaime Rodríguez sólo ha presentado denuncia contra Rodrigo Medina por un delito de los 13 a que se refiere Gilberto Lozano, denuncia el Congreso Nacional Ciudadano de Nuevo León.

Así que la justicia, los amigos y la falta de fondos para aplicar al Sistema Nacional Anticorrupción terminarán por dejar libres a dos  presuntos pillos a los que podrían sumarse los otros dos aún gobernadores, de Veracruz y Chihuahua y el ex gobernador de Quintana Roo.