lunes, 3 de octubre de 2016
Comentando / Ochoa Reza: una liquidación laboral legal, pero inmoral
Por Gustavo Rentería a las 19:31 archivado en Columnas Nacionales Comentando Luis Repper | Comentarios : 0
* Fuego amigo en el PRI, la imposición sobre la elección estatutaria
Luis Repper Jaramillo*
lrepperjaramillo@yahoo.com
El destartalado PRI, con gobernadores corruptos, cuestionados popularmente, como Javier Duarte de Ochoa (Veracruz), Roberto Borge (Quintana Roo) y César Duarte Jáquez (Chihuahua), viene en picada hacia 2017 y 2018, con una cauda de desaciertos, descalabros y errores socialmente imperdonables, a los que suma otro, al más puro estilo harakiri.
Y se dice coloquialmente, “el que por su gusto muere, hasta la muerte le sabe”. Me refiero a su actual Presidente Nacional, Enrique Ochoa Reza, quien llegó al cargo por orden de Enrique Peña Nieto, no por elección de la base partidista o decisión del CEN. Un dedazo… vamos.
Bien… Este señor, que antes “trabajó” como Director General de la Comisión Federal de Electricidad, (“una empresa de clase mundial” ja, ja, ja) menos de dos años, y ante la disposición del inquilino de Los Pinos, renunció voluntariamente para sumarse al resquebrajado tricolor, recibió de la empresa su liquidación (indemnización, diría) legal –muy cuestionada- del equivalente a 9 meses laborables, es decir 1 millón 300 mil pesos, que irresponsablemente aceptó, pues su salida obedeció a un asunto políticamente incorrecto, pero llevándose dinero limpio, en manos sucias.
Su llegada al CEN del PRI, causó malestar y encono entre el priista No 1 y los dinosaurios del partido, encabezados por Manlio Fabio Beltrones (a quien sustituyó), porque fue una imposición unilateral, ignorando los Estatutos del partido.
Pero el caso no es este, eso que lo resuelvan los miembros del tricolor. La cuestión es la deshonrosa liquidación a Ochoa Reza, por parte de la CFE, o mejor dicho, la orden de Peña de indemnizar a su amigo, para defenderlo de la andanada de críticas y rechazos de los verdaderos priistas, por los yerros en las elecciones locales de las que perdió 7 de 12.
A Peña no le salen las cosas en cuestión del partido. Primero –aplicando la misma receta-, en 2012 jaló a la presidencia del PRI al corruptísimo, huidizo e impune ex gobernador de Coahuila, Humberto Moreira Valdez, para hacer el trabajo sucio y ganar la elección presidencia (Monedero Electrónico MONEX y Soriana)… pero antes de llegar al DF a dirigir al PRI, Moreira ya se había despachado con la cuchara grande, desfalcando con más de 34 mil millones de pesos, las arcas del Estado de Coahuila, utilizando –a través de sus testaferros del gabinete- papeles apócrifos (falsos) para extraer de bancos privados y de la hacienda pública esos millones de pesos, que todos sabemos en dónde pararon -…bueno una parte, la otra en alforja propia-.
Ahora, en los momentos más desastrosos del PRI, en donde las encuestas más recientes lo ubican como tercera fuerza política, después del PAN y de Morena, el priista No 1, comete otro error y jala a Enrique Ochoa Reza a dirigir su “par-tido”.
Como aderezo del error, el ex de la CFE acepta una “liquidación” inmoral, de 1 millón 300 mil pesos, que legal o ilegal, hunde al sexenio peñista en el descrédito, la inmoralidad, el descaro, porque si hubiese sido un funcionario común, tal vez no hubiera desatado la repulsa social, pero por ser amigo de aquel, importó poco la reacción.
Incluso, la llegada de Ochoa Reza al CEN del PRI, es altamente cuestionada. Su “militancia” suscitó controversia, pues la había mantenido oculta hasta que apareció como elegible para ocupar la Dirección Nacional del Partido, ante la renunciar de Manlio Fabio Beltrones. Al esconder su militancia partidista, creó un conflicto de intereses cuando fue consejero electoral por el distrito 21 de la Ciudad de México en las elecciones federales de 1997.
En cuestiones como la presente siempre he dicho que existen dos razones para evaluar el hecho, lo legal y lo moral. La primera, en cuestión laboral, cuando alguien renuncia voluntariamente al cargo, no debe recibir indemnización, sólo liquidación o finiquito por el tiempo trabajado, que corresponde a salario adeudado, vacaciones no disfrutadas, prima vacacional y los pagos extralegales pactados en el contrato de trabajo.
Estos puntos son legales y dependiendo del salario mensual de Ochoa Reza en la CFE –que debe ser altísimo- su liquidación pudo haber rebasado 1 millón 300 mil pesos. El SAT, debería hacer público la cantidad de dinero que le retuvo como impuesto por el monto recibido al renunciar.
Lo segundo es lo moral, que comprende haber recibido esa enorme cantidad de dinero, por tan poco tiempo trabajado, ante un escenario nacional en donde existen más de 4 millones de desempleados, más de 52 millones de pobres y pobres extremos y la oleada de asaltos, robos y secuestros que quitan a las víctimas el poco ingreso percibido, ah, y un salario mínimo diario de apenas 73 pesos.
Un sujeto, que bota un empleo, para ocupar 5 minutos después otro más jugoso, políticamente incorrecto, sin padecer las angustias de quedarse sin trabajo para llevar a casa el desayuno, la comida y la cena, los servicios de luz, teléfono, gas, gasolina, ropa, calzado para la familia, etc. marca una discriminación desde los altos mandos del país, para colocar “al amigo”, en un puesto malévolamente maquinado.
Esto es lo moral, porque Ochoa Reza no dejará de percibir salario en el PRI, de dinero que el INE roba a los mexicanos, autorizado por la Cámara de Diputados, como prerrogativas que vergonzosamente reciben los partidos políticos.
Al instante de dejar la CFE, el susodicho, ya percibió el salario como dirigente nacional del PRI, a razón de 75 mil 161 pesos mensuales, más bono trimestral, vales de gasolina, automóvil, prima vacacional, boletos de avión, viáticos, aguinaldo, IMSS, Infonavit, seguro de vida, Seguro de Gastos Médicos Mayores, despensa, vestimenta forma e informal, seguridad personal (más de 8 sujetos) y gastos de representación, es decir, que desayunos, comidas, cenas, almuerzo, la copa, el café, etc. no lo paga de su bolsillo, sino con dinero de los mexicanos.
Esto es inmoral, porque además de recibir las cuotas de los militantes del partido, de los diputados, senadores, miembros de los gabinetes –legal y ampliado-, de los organismos descentralizados (CFE, EPE, etc.), desconcentrados y más, el partido (todos) cuentan, malamente, con dinero bueno, que prostituyen en sus campañas, actividades proselitistas, publicidad, consejos políticos y toda la runfla de eventos que en nada abonan al bienestar social y en cambio despilfarran, sin comprobar al SAT, ni al INE.
Ochoa Reza, acusa que a raíz de su llegada al partido se desató una campaña mediática y periodística en su contra. Está equivocado, las críticas vienen del interior del PRI, es decir, fuego amigo.
Los medios de comunicación, los columnistas, comentaristas, conductores –no afines al partido- sólo transmitimos lo que ellos y él, no quieren que se sepa (como su militancia oculta), sólo nos convertimos en el puente entre la sociedad y las malas acciones de los políticos.
A ver, Ochoa Reza, ¿que crees que piense y diga de tu liquidación (1 millón 300 mil pesos, por dos años de trabajo en la CFE) un padre de familia desempleado, un joven recién egresado de la licenciatura a quien le pagan el salario mínimo (73 pesos) por hacer lo que no estudió, pero tiene la necesidad de trabajar. O el jubilado/pensionado, que cada mes sólo recibe por 30 años de servicio 6 mil pesos.
O el maestro normalista que tolera diariamente durante 4 horas, a 40 o 50 alumnos, a su Director, autoridades, padres de familia, comunidad, etc. por apenas 8 mil pesos al mes y tú percibirás por el mismo periodo 75 mil 161 pesos, sin aportar nada útil a la sociedad, a las familias, al país. Eso es inmoralidad.
No cabe duda, Enrique Ochoa, las aguas siempre buscan su nivel. Llegaste, bajo similares circunstancias al cargo de su colega Humberto Moreira, pero para tu mala suerte, tienes al enemigo en casa, los viejos priistas que no te quieren porque tu llegada el CEN fue una imposición. La militancia está inconforme y la prueba más contundente, como dices tú, es la guerra sucia por tu liquidación, que no es culpa de los medios, eeh.
Ráscale, investiga y concluye que estás en el cargo equivocado porque lo tienes, no por capacidad o militancia, sino por dedazo, que creíamos erradicado del PRI, pero que desde 2012 volvió a regentear las decisiones del partido.
Ochoa Reza, legalmente disfruta de tu millón 300 mil pesos que te regaló el erario público. Pero moralmente, estas derrotado, no te quieren en el partido, porque llegaste por imposición. ¿O no?
* Miembro de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión (ANPERT) y de Comunicadores por la Unidad (CxU).
Luis Repper Jaramillo*
lrepperjaramillo@yahoo.com
El destartalado PRI, con gobernadores corruptos, cuestionados popularmente, como Javier Duarte de Ochoa (Veracruz), Roberto Borge (Quintana Roo) y César Duarte Jáquez (Chihuahua), viene en picada hacia 2017 y 2018, con una cauda de desaciertos, descalabros y errores socialmente imperdonables, a los que suma otro, al más puro estilo harakiri.
Y se dice coloquialmente, “el que por su gusto muere, hasta la muerte le sabe”. Me refiero a su actual Presidente Nacional, Enrique Ochoa Reza, quien llegó al cargo por orden de Enrique Peña Nieto, no por elección de la base partidista o decisión del CEN. Un dedazo… vamos.
Bien… Este señor, que antes “trabajó” como Director General de la Comisión Federal de Electricidad, (“una empresa de clase mundial” ja, ja, ja) menos de dos años, y ante la disposición del inquilino de Los Pinos, renunció voluntariamente para sumarse al resquebrajado tricolor, recibió de la empresa su liquidación (indemnización, diría) legal –muy cuestionada- del equivalente a 9 meses laborables, es decir 1 millón 300 mil pesos, que irresponsablemente aceptó, pues su salida obedeció a un asunto políticamente incorrecto, pero llevándose dinero limpio, en manos sucias.
Su llegada al CEN del PRI, causó malestar y encono entre el priista No 1 y los dinosaurios del partido, encabezados por Manlio Fabio Beltrones (a quien sustituyó), porque fue una imposición unilateral, ignorando los Estatutos del partido.
Pero el caso no es este, eso que lo resuelvan los miembros del tricolor. La cuestión es la deshonrosa liquidación a Ochoa Reza, por parte de la CFE, o mejor dicho, la orden de Peña de indemnizar a su amigo, para defenderlo de la andanada de críticas y rechazos de los verdaderos priistas, por los yerros en las elecciones locales de las que perdió 7 de 12.
A Peña no le salen las cosas en cuestión del partido. Primero –aplicando la misma receta-, en 2012 jaló a la presidencia del PRI al corruptísimo, huidizo e impune ex gobernador de Coahuila, Humberto Moreira Valdez, para hacer el trabajo sucio y ganar la elección presidencia (Monedero Electrónico MONEX y Soriana)… pero antes de llegar al DF a dirigir al PRI, Moreira ya se había despachado con la cuchara grande, desfalcando con más de 34 mil millones de pesos, las arcas del Estado de Coahuila, utilizando –a través de sus testaferros del gabinete- papeles apócrifos (falsos) para extraer de bancos privados y de la hacienda pública esos millones de pesos, que todos sabemos en dónde pararon -…bueno una parte, la otra en alforja propia-.
Ahora, en los momentos más desastrosos del PRI, en donde las encuestas más recientes lo ubican como tercera fuerza política, después del PAN y de Morena, el priista No 1, comete otro error y jala a Enrique Ochoa Reza a dirigir su “par-tido”.
Como aderezo del error, el ex de la CFE acepta una “liquidación” inmoral, de 1 millón 300 mil pesos, que legal o ilegal, hunde al sexenio peñista en el descrédito, la inmoralidad, el descaro, porque si hubiese sido un funcionario común, tal vez no hubiera desatado la repulsa social, pero por ser amigo de aquel, importó poco la reacción.
Incluso, la llegada de Ochoa Reza al CEN del PRI, es altamente cuestionada. Su “militancia” suscitó controversia, pues la había mantenido oculta hasta que apareció como elegible para ocupar la Dirección Nacional del Partido, ante la renunciar de Manlio Fabio Beltrones. Al esconder su militancia partidista, creó un conflicto de intereses cuando fue consejero electoral por el distrito 21 de la Ciudad de México en las elecciones federales de 1997.
En cuestiones como la presente siempre he dicho que existen dos razones para evaluar el hecho, lo legal y lo moral. La primera, en cuestión laboral, cuando alguien renuncia voluntariamente al cargo, no debe recibir indemnización, sólo liquidación o finiquito por el tiempo trabajado, que corresponde a salario adeudado, vacaciones no disfrutadas, prima vacacional y los pagos extralegales pactados en el contrato de trabajo.
Estos puntos son legales y dependiendo del salario mensual de Ochoa Reza en la CFE –que debe ser altísimo- su liquidación pudo haber rebasado 1 millón 300 mil pesos. El SAT, debería hacer público la cantidad de dinero que le retuvo como impuesto por el monto recibido al renunciar.
Lo segundo es lo moral, que comprende haber recibido esa enorme cantidad de dinero, por tan poco tiempo trabajado, ante un escenario nacional en donde existen más de 4 millones de desempleados, más de 52 millones de pobres y pobres extremos y la oleada de asaltos, robos y secuestros que quitan a las víctimas el poco ingreso percibido, ah, y un salario mínimo diario de apenas 73 pesos.
Un sujeto, que bota un empleo, para ocupar 5 minutos después otro más jugoso, políticamente incorrecto, sin padecer las angustias de quedarse sin trabajo para llevar a casa el desayuno, la comida y la cena, los servicios de luz, teléfono, gas, gasolina, ropa, calzado para la familia, etc. marca una discriminación desde los altos mandos del país, para colocar “al amigo”, en un puesto malévolamente maquinado.
Esto es lo moral, porque Ochoa Reza no dejará de percibir salario en el PRI, de dinero que el INE roba a los mexicanos, autorizado por la Cámara de Diputados, como prerrogativas que vergonzosamente reciben los partidos políticos.
Al instante de dejar la CFE, el susodicho, ya percibió el salario como dirigente nacional del PRI, a razón de 75 mil 161 pesos mensuales, más bono trimestral, vales de gasolina, automóvil, prima vacacional, boletos de avión, viáticos, aguinaldo, IMSS, Infonavit, seguro de vida, Seguro de Gastos Médicos Mayores, despensa, vestimenta forma e informal, seguridad personal (más de 8 sujetos) y gastos de representación, es decir, que desayunos, comidas, cenas, almuerzo, la copa, el café, etc. no lo paga de su bolsillo, sino con dinero de los mexicanos.
Esto es inmoral, porque además de recibir las cuotas de los militantes del partido, de los diputados, senadores, miembros de los gabinetes –legal y ampliado-, de los organismos descentralizados (CFE, EPE, etc.), desconcentrados y más, el partido (todos) cuentan, malamente, con dinero bueno, que prostituyen en sus campañas, actividades proselitistas, publicidad, consejos políticos y toda la runfla de eventos que en nada abonan al bienestar social y en cambio despilfarran, sin comprobar al SAT, ni al INE.
Ochoa Reza, acusa que a raíz de su llegada al partido se desató una campaña mediática y periodística en su contra. Está equivocado, las críticas vienen del interior del PRI, es decir, fuego amigo.
Los medios de comunicación, los columnistas, comentaristas, conductores –no afines al partido- sólo transmitimos lo que ellos y él, no quieren que se sepa (como su militancia oculta), sólo nos convertimos en el puente entre la sociedad y las malas acciones de los políticos.
A ver, Ochoa Reza, ¿que crees que piense y diga de tu liquidación (1 millón 300 mil pesos, por dos años de trabajo en la CFE) un padre de familia desempleado, un joven recién egresado de la licenciatura a quien le pagan el salario mínimo (73 pesos) por hacer lo que no estudió, pero tiene la necesidad de trabajar. O el jubilado/pensionado, que cada mes sólo recibe por 30 años de servicio 6 mil pesos.
O el maestro normalista que tolera diariamente durante 4 horas, a 40 o 50 alumnos, a su Director, autoridades, padres de familia, comunidad, etc. por apenas 8 mil pesos al mes y tú percibirás por el mismo periodo 75 mil 161 pesos, sin aportar nada útil a la sociedad, a las familias, al país. Eso es inmoralidad.
No cabe duda, Enrique Ochoa, las aguas siempre buscan su nivel. Llegaste, bajo similares circunstancias al cargo de su colega Humberto Moreira, pero para tu mala suerte, tienes al enemigo en casa, los viejos priistas que no te quieren porque tu llegada el CEN fue una imposición. La militancia está inconforme y la prueba más contundente, como dices tú, es la guerra sucia por tu liquidación, que no es culpa de los medios, eeh.
Ráscale, investiga y concluye que estás en el cargo equivocado porque lo tienes, no por capacidad o militancia, sino por dedazo, que creíamos erradicado del PRI, pero que desde 2012 volvió a regentear las decisiones del partido.
Ochoa Reza, legalmente disfruta de tu millón 300 mil pesos que te regaló el erario público. Pero moralmente, estas derrotado, no te quieren en el partido, porque llegaste por imposición. ¿O no?
* Miembro de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión (ANPERT) y de Comunicadores por la Unidad (CxU).
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
"Al Cierre". | El Financiero TV | Opinión de Gustavo Rentería. Martes, 26 de NOVIEMBRE.
#AlCierre | Las amenazas de Donald Trump han unido al PRI, al PAN, a Movimiento Ciudadano y a Morena, hay nacionalismo, pero es una barbaridad que se le aplique a México el 25% de aranceles: Gustavo Rentería (@GustavoRenteria). pic.twitter.com/7doh3z1XCD
— El Financiero (@ElFinanciero_Mx) November 27, 2024
Publicar un comentario