Este éxito negociador se suma al logrado en 1993 con el acuerdo del TLCN, que entró en vigor el primero de enero de 1994 y al acuerdo que permitió que los camiones mexicanos circularan por las carreteras estadunidenses. Son tres triunfos importantes para el comercio y economía de nuestro país.
Este éxito no ha podido lograrse en las negociaciones para suspender la construcción del muro fronterizo, una obsesión del Presidente Donald Trump, tampoco ha habido éxito en lo referente al tema migratorio y, finalmente, continúa la venta legal de armas en territorio estadunidense y su contrabando ilegal hacia México.
Fueron 410 días de negociaciones encabezadas por el secretario de Economía Ildefonso Guajardo el subsecretario Juan Carlos Baker y por Kenneth Smith, equipo al que se sumó como observador y con gran aportación, Jesús Seade, representante del Presidente Electo, Andrés Manuel López Obrador. En las negociaciones que iniciaron en 1992 para el TLCN que entró en vigor en enero de 1994 participaron principalmente Jaime Serra Puche y Herminio Blanco.
Ahora vienen las elecciones intermedias en EU el 8 de noviembre en donde se espera que triunfe un mayor número de demócratas, por lo que el USMCA podría ser firmado hasta finales de noviembre, por Trump, Trudeau y el Presidente mexicano Enrique Peña Nieto, que sería tal vez la última firma importante que tenga antes de entregar el gobierno a AMLO. Se considera que esta firma podría ocurrir el 29 de noviembre en Buenos Aires, Argentina, en que estarán reunidos los tres personajes, con motivo de la Reunión del G-20. Los tres Congresos tendrán que ratificar este tratado
De ser así no entraría en vigor de inmediato, recordemos que el anterior TLC se firmó el 17 de diciembre de 1992 y 11 meses después entró en vigor, por lo el USMCA podría entrar en vigor en el segundo semestre de 2019 e incluso podría ser hasta 2020.
Tres puntos del nuevo acuerdo comercial no figuraban en el anterior TLC ; el garantizar el pleno respeto a la soberanía de México sobre el petróleo, el promover la transparencia en la legislación de los contratos laborales y ,tercero, combatir las prácticas y actos que puedan afectar el intercambio comercial y la inversión.
Sector político y sector privado de los tres países se mostraron satisfechos de lo logrado. Donald Trump indicó que el pacto “nos hará una potencia manufacturera”, Trudeau señaló que “hicimos concesiones, algunas más difíciles que otras, entre ellas la de los lácteos canadienses”, Enrique Peña Nieto manifestó que “con el acuerdo ganamos todos, permitirá la integración productiva de América del Norte”, Ildefonso Guajardo, secretario mexicano de Economía, informó que hay mejoras en comercio electrónico, en comunicaciones, en petroquímica y mejores prácticas regulatorias. El propuesto secretario de Relaciones Exteriores para el próximo Gobierno, Marcelo Ebrard considera que “el gobierno electo buscará impulsar una nueva política industrial activa para fortalecer el mercado interno” y es que AMLO comenzará su gobierno con una incertidumbre resuelta con la firma del tratado comercial, dos días antes del inicio de su gobierno, por ello afirmó que “nosotros apoyamos l renegociación…está da confianza y certidumbre”- Robert Lighthizer, representante comercial de EU en este Acuerdo recalcó que “el acuerdo logrado cn México es histórico e incluye los más altos estándares de cualquier acuerdo existente sobre comercio digital y servicios financieros.
El Presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Juan Pablo Castañón, considera qe las exportaciones mexicanas vana crecer un 50%.
Para lograr este nuevo acurdo comercial, lo cierto es que los tres países tuvieron que ceder en algunos temas espinosos, por mencionar dos. el automotriz y el del Capítulo 19.
Hay un hecho que no que ignorar en estos momentos de euforia tripartirá .Me refiero a la posición comercial que está jugando y seguirá jugando China en el aspecto comercial y que con el Acuerdo recientemente acordado puede frenar sus relaciones comerciales con los tres países.
Y es que este prohíbe a los socios firmar acuerdos con naciones que tienen prácticas desleales –según su punto de vista-, de comercio o nos dejan “economías de mercado” como China o Venezuela, todo ello con el propósito de “proteger” la industria de cada país. Este problema con el gigante asiático tocará resolverlo a la administración.
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