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jueves, 27 de diciembre de 2018

Callejón Informativo

José Alam Chávez Jacobo

* Lamentables coincidencias en tragedias de politicos del PAN
* La muerte de la pareja con mayor influencia política en el país 
* Su repercusión en el contexto interno del albiazul 
* Recibe secretaria de Gobernación gritos incómodos en Funeral de Estado
* Ofrece DIFEM cena de navidad a familiares de pacientes de Hospital del Niño
* Comparan a representante electoral del PAN con Noroña

El cuatro de Noviembre del 2008, Max Cortázar Lara, anunció la muerte de Juan Camilo Mouriño Terrazo, tras el fatídico accidente del Learjet, modelo 45, en la zona de Lomas de Chapultepec, Ciudad de México; 10 años después, en la víspera de Navidad, confirmó dos decesos trágicos más: ahora el de su jefa, la gobernadora de Puebla, Martha Erika Alonso Hidalgo y el de su ex jefe, Rafael Moreno Valle, quien se desempeñaba como coordinador del Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional (PAN) en el Senado de la República.

En 2008, siendo coordinador general de Comunicación Social de la Presidencia de la República encabezada por Felipe Calderón Hinojosa, Max Cortázar confirmó así la muerte de Mouriño a las 20:00 horas, del cuatro de Noviembre -emocionalmente afectado-. “Desgraciadamente el secretario de Gobernación viajaba en ese avión”.

10 años y 20 días después, Cortázar confirmó la noticia que por varias horas circuló en medios informativos digitales y redes sociales: la muerte de Moreno Valle y Martha Erika Alonso, a quienes sirvió en tareas de Comunicación Social. “El gobierno del estado de Puebla lamenta profundamente el fallecimiento de la gobernadora Martha Erika Alonso Hidalgo, del coordinador parlamentario del PAN en la Cámara de Senadores, Rafael Moreno Valle y de los capitanes y asistente del senador”.

En aquél momento Juan Camilo Mouriño era un personaje que acumuló influencia en el albiazul, por lo que su imagen se posicionaba como un fuerte aspirante presidencial, no obstante que también era objeto de diversas criticas y cuestionamientos por posible tráfico de influencias en favor de empresas familiares ligadas con Petróleos Mexicanos (PEMEX). De hecho, Andrés Manuel López Obrador, fue quien presumió en su momento presuntos contratos entre empresas de la familia Mouriño y PEMEX.

En el contexto de la muerte de Juan Camilo Mouriño estuvo la constate critica de López Obrador a personajes cercanos a Calderón, además de este, por ejemplo Genaro García Luna, el entonces secretario de Seguridad Pública. Solo con la muerte del secretario de Gobernación cesaron las acusaciones de corrupción por parte de los “lopezobradoristas” hacia los Mouriño.

Con el accidente que derivó en la muerte de Mouriño, quedó descobijado políticamente un grupo plenamente identificado en el PAN, como el llamado entonces “Grupo Tlalnepantla” del Estado de México que era encabezado por Ulises Ramírez Núñez, quien se desempeñaba como coordinador de Asesores en Gobernación, así como otros personajes cercanos al calderonismo. Además, el PAN perdió una figura que apuntaba para ser protagonista nacional.

En el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa ocurrió otro accidente aéreo donde murió de nueva cuenta un secretario de Gobernación, fue el 11 de Noviembre de 2011, cuando cayó el helicóptero en el que viajaba el titular de dicha dependencia José Francisco Blake Mora, quien se dirigía de la Ciudad de México a Cuernavaca, Morelos. Blake se perfilaba para ser el candidato a la Gubernatura de Baja California. La muerte de Blake también repercutió en grupos políticos de su entidad.

En el contexto del accidente de helicóptero donde perdieron la vida Moreno Valle y Erika Alonso también se observaba un gran encono entre “lopezobradoristas” y esta familia, solo que ahora López Obrador es el presidente de la República.

A diferencia de los anteriores hechos, en la actualidad las redes sociales son el medio donde se refleja la indignación social, por ello fueron el escenario propicio para la discusión y expresión de los ciudadanos. Surgieron comentarios con gran desatino, la exigencia de que las investigaciones se lleven de manera contundente y topen donde topen, pero también hubo acusaciones.

Quizá por ello, a través de las redes sociales y medios digitales se reprodujeron imágenes en video del Funeral de Estado en Puebla, donde habitantes gritaron “asesinos”, “justicia” y “fuera, fuera” a Olga Sánchez Cordero, la secretaria de Gobernación, mientras se dirigía a montar guardia en las cenizas de los personajes que perdieron la vida en el percance.

Los Moreno Valle-Alonso Hidalgo eran la pareja de mayor influencia política en el país, tomando en cuenta la trayectoria estatal del primero referido, entre cuyos cargos destaca la Gubernatura de Puebla, que ahora detentaba la esposa, pero además de ello representó una corriente relevante  al interior del albiazul, aunado a que su posición como líder de los senadores panistas lo colocaba de nueva cuenta como un fuerte aspirante a la candidatura presidencial.

Como políticos, el accidente provocó la muerte de Rafael Moreno Valle, quien representaba la figura de coordinador de una bancada que tendría que ser relevante en el contexto de dominio de López Obrador y su partido Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA); Erika Alonso, llevaba días como gobernadora de Puebla, tras haber derrotado al instituto en el poder presidencial, por lo que en su calidad de mujer al frente de una magistratura, debía ser considerada tarde o temprano en carta para comicios presidenciales.

El deceso de la pareja es quizá también la muerte de un grupo político de Puebla que reclamaría en el corto plazo el liderazgo nacional que por mucho tiempo le regatearon los panistas del ala tradicional y conservadora de ese PAN que ahora exhibe tristeza por lo ocurrido. No se puede olvidar que infinidad de panistas acotaron a los Moreno Valle por su pasado priista.

Sin Rafael Moreno y con Javier Lozano Alarcón, fuera del PAN, la figura que deberá consolidarse es el poderoso empresario, ex gobernador y ex alcalde, Tony Gali Fayad, el resto de los panistas  de Puebla son liderazgos regionales, a quienes lejos de tomar el control estatal del partido, les costará mucho trabajo ganar notoriedad en el país.

Entre otros grupos, la muerte de los ex gobernadores poblanos también le pega a Ulises Ramírez y su corriente en la entidad mexiquense, pues Rafael era el principal aliado que tenían en la cúpula nacional del PAN. Lamentables coincidencias en las tragedias panistas.

Atajos

Por el centro: La presidenta del Sistema DIF Estado de México, Fernanda Castillo del Mazo, ofreció cena de navidad para alrededor de 100 familias mexiquenses que pasarían esta noche buena en la calle, porque tienen pacientes en hospitales públicos localizados en Paseo Colón.

En días pasados se comentó en este espacio, que el organismo llevó a cabo adecuaciones en una zona del edificio que alberga a las oficinas de Paseo Colón, donde familiares de pacientes del Hospital del Niño pueden pernoctar, tomar alimentos o usar regaderas, quienes anteriormente tenían que pasar el día y la noche en la acera.

Aunado a lo anterior; Miguel Torres Cabello, el director general del Sistema DIFEM, supervisó que en noche buena se ofreciera una cena si costo para quienes tendrían que pasar la celebración en la calle. Unas 100 familias celebraron la navidad en dicho lugar, lo que sin duda resultó positivo, tomando en cuenta el estado anímico que genera tener algún paciente en hospitalización, sobre todo en estas fechas.

Por la derecha: No solo personajes de oposición al PAN fueron criticados en redes sociales por la forma en que se refirieron a la muerte de Rafael Moreno Valle y Martha Erika Alonso Hidalgo, también se observó en redes sociales el caso del representante ante el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM), Alfonso Bravo Álvarez Malo, quien fue llamado el “Noroña” del panismo mexiquense.

Bravo se refirió así al hecho: “Nunca fui partidario de Rafael Moreno Valle y su esposa Martha Erika, sus prácticas políticas se parecían más a las del viejo PRI, que a las que Acción Nacional ha predicado, pero su muerte en las condiciones que se da, deja mucho que pensar…..”.

El mensaje fue comparado con el de Gerardo Fernández Noroña, quien dijo lo siguiente: “Miren, Rafael Moreno Valle era terrible;  su mujer, Martha Erika Alonso, su cómplice. Los combatí por lo que representaban y lamento que hayan perdido la vida en el accidente del día de hoy”.

En los dos casos hubo respuestas positivas y negativas, más las segundas. En cuanto a lo dicho por Bravo, fueron generalizadas las criticas.

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