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@MargaJimenez4
En un entorno marcado por la aprobación de la Guardia Nacional con mando civil, el tema de las estancias infantiles y el retiro de recursos a los refugios para mujeres y niños que padecen violencia intrafamiliar, casi abandonaron la agenda pública, pero las decisiones tomadas obligan a revisarla. Las reivindicaciones de género se vienen perdiendo de poco en poco.
Quitarle el apoyo económico a las estancias infantiles es un ataque a las mujeres trabajadoras, insistir en ello es necesario. Pareciera que cancelar el programa surgiera de un prejuicio y de un juicio generalizado sobre la corrupción que se daba en estos lugares. No es así. Se probó que sólo en un mínimo de ellas ocurría, pero se han producido equívocos que afectan a estas madres y a sus hijos, a quienes estaba destinado el programa.
Desde que las mujeres trabajan, el apoyo de guarderías o estancias infantiles es básico para las madres solteras o solas.
En el Estado de México existen mil 77 estancias, casi el 12 por ciento del total de las del país. En éstas se atienden a niñas o niños de un año a 3 años 11 meses de edad, y si tienen discapacidad, la edad es hasta 5 años con 11 meses, siempre y cuando los padres no tengan acceso a otros servicios públicos de atención infantil.
El Gobierno de la República cubrirá el costo de los servicios de cuidado de los niños, entregando el recurso directamente a las madres de familia –todas ellas en edad de votar- las que lo recibirán sin un destino claro y el que probablemente no llegue nunca a la estancia infantil, donde los niños crecían cuidados en sus primeros años.
No bien el debate y puesta en marcha estaba en curso y se informa que se suspende el apoyo, también económico, a los refugios para mujeres y niños víctimas de violencia intrafamiliar. Otra vez las mujeres y los niños, víctimas de una visión corta que no toma en cuenta los temas de género. Ni que decir de las mujeres de la tercera edad.
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