Administración tras administración, anualmente había un conteo del número de manifestaciones que llegaba a la Plaza Lerdo de Xalapa: más de mil en un año, muchas de las cuales terminaban en bloqueos del centro de la ciudad. Lo anterior no solo se convirtió en un dolor de cabeza para comerciantes y ciudadanos, sino también en pérdidas millonarias.
Por eso, una de las principales promesas del ex gobernador panista Miguel Ángel Yunes Linares, a los xalapeños fue poner fin a los bloqueos y prácticamente lo cumplió. Al inicio de su bienio, cuando bloquearon la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV) ordenó el desalojo y la mayoría de la gente lo aplaudió.
Hoy, a casi 10 meses del inicio de la administración morenista sospechosamente han regresado los bloqueos a Xalapa, precisamente a la SEV, dependencia ubicada en un punto estratégico de la ciudad, que la desquicia si taponean Lázaro Cárdenas, incluso peor que cuando cierran el centro.
Los constantes bloqueos saben que causan el repudio social, por eso pareciera que hay una mano que les mece la cuna a los morenistas, con ánimo de sacar raja política. Curiosamente, la semana pasada, cuando después de varias horas se ordenó el desalojo, por redes sociales se intentó viralizar la crítica al gobernador Cuitláhuac García Jiménez, tildándolo de represor y sacando imágenes de cuando él participa en manifestaciones. Lo cierto es que no les pegó como esperaban y la gente aplaudió que se despejara la vialidad.
Así, pareciera que esto se convirtió en una lucha de fuerzas, en ver quién se cansa primero, los manifestantes o la autoridad. Aunque, tristemente, una vez más son los xalapeños los que quedan en medio, con ese temor de salir de casa sin saber si se quedarán atorados en el tráfico o le ganarán al bloqueo.
Proclaman amor al estado, pero si realmente lo quisieran, no serían los artífices del caos y peor será conforme se acerque el proceso electoral del 2021.
@YamiriRodriguez
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