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viernes, 22 de mayo de 2020

Negocios, Política y algo más / La cruda realidad en Puebla

Vicky Fuentes

Si estamos pensando que la llegada de la nueva normalidad significará que ya no habrá más violencia de género, violencia doméstica, feminicidios y que mágicamente se resolverán los problemas económicos y se reactivará la economía, nada está más alejado de la realidad.

Hasta antes del Covid-19, Puebla se había colocado como uno de los principales clústeres automotrices del país, además, la entidad está catalogada como una de las principales ciudades prestadora de servicios en el país.

Un poco de historia; la economía poblana presentaba al cierre del 2018 un dinamismo destacado, registraba un crecimiento promedio de 6.2%, comparado con 1.9% nacional. Los sectores de mayor dinamismo, el secundario, tuvo un incremento de 11.5% durante ese periodo, lo que ubicó a la entidad en el segundo lugar nacional; la industria manufacturera ascendió 20 por ciento.

En agosto del 2019 y de acuerdo con datos de la Secretaría de Economía Federal, en el acumulado de 1999 al primer trimestre del 2019, la entidad poblana se ubicó en quinto lugar nacional de captación de Inversión Extranjera Directa (IED) proveniente de la República de Corea, con 204 millones de dólares, detrás de Nuevo León, Baja California, la Ciudad de México y Tamaulipas.

Todo eso suena muy bien,  lo cierto es que nada volverá a ser igual.

Hoy es necesario fortalecer y capitalizar el mercado natural que hemos tenido, tenemos y tendremos: el automotriz. El sector de autopartes continúa siendo el que más representatividad tiene en inversiones para Puebla y tuvo mayor dinamismo después de que entró en operaciones la planta de Audi.

Con la pandemia y el consecuente confinamiento, el regreso a las actividades de la industria automotriz ha sido motivo de presión y confusión, que si el regreso es el 18 de mayo, o mejor el 1 de junio, esto debido a que el gobierno federal nuevamente tuvo algunos “problemitas” de comunicación.

Recordemos la polémica que se dio porque se reagrupó a la industria automotriz en el segmento de actividades económicas esenciales, esto como consecuencia de la gran presión que existe de Estados Unidos, ya que ellos dependen en gran medida de los proveedores de autopartes mexicanos.  Sin olvidar claro, que todo esto es motivado porque el nuevo acuerdo comercial entre Estados Unidos, México y Canadá entrará en vigencia el 1 de julio, un mes más tarde de lo inicialmente propuesto.

La realidad es que ninguna marca estuvo lista para reiniciar la producción el pasado18 de mayo.

A todo esto, la gestión y el vínculo que aparentemente ha tenido el encargado de la oficina de la presidencia Alfonso Romo con el sector automotriz, ha sido no mala, malísima. Creo que nunca han tenido claro los cómos, y lo que aparentaba ser el reinicio de actividades generó muchas más dudas que antes, en lo que la figura de Romo ha sido poco menos que un florero.

El asunto es que en Puebla la reapertura está contemplada en el momento más crítico del Covid-19, por el número de contagios que van en aumento, y por la lamentable suma de fallecimientos. El regreso a las actividades significaría la reactivación de todo lo que gira en torno a la cadena automotriz y eso en Puebla es ¡prácticamente todo!

¿Estamos dispuestos a tomar el riesgo? ¿Y pagar el precio? ¿Hay con qué?

¿El asunto es estar en contra?

Son decisiones y personajes que la historia se encargará de juzgar.

Por lo pronto el gobernador Miguel Barbosa es el único que ha manifestado que no, ha insistido que no y que para esa fecha ni hablar.

Y entonces ¿cuándo?

@NoticiasVIcky
FB  VickyFuentes/Oficial
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