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lunes, 12 de abril de 2021

Enfoque Global / Crecimiento y comercio mundial condicionados a la producción y distribución de vacunas COVID-19

José Luis Ortiz Santillán

Mientras el planeta parece recuperar el aliento después de los intentos de resurgimiento del proteccionismo comercial con el expresidente Donald Trump y el inicio de la vacunación masiva contra la pandemia del COVID-19, el optimismo parece resurgir en los organismos multilaterales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organización Mundial del Comercio (OMC). 

Esta semana que concluye, la Directora General del FMI, Kristalina Georgieva, señaló a una semana de la publicación de las nuevas proyecciones sobre el crecimiento mundial que, si bien en enero pasado estaban proyectando un crecimiento global del 5.5% para 2021, ahora esperaban una mayor aceleración; en gran medida, gracias a un mayor apoyo político y la puesta en marcha del gigantesco plan de infraestructura del presidente estadounidense Joe Biden, por 1.9 billones de dólares.

Lo cierto es que, poco a poco los mercados internacionales están recuperando la confianza, en la medida que avanzan las campañas de vacunación en las economías desarrolladas y emergentes como la mexicana; pero, sobre todo, a medida que se reducen las tensiones comerciales entre los Estados Unidos y China, irresponsablemente friccionadas por el capricho del expresidente Trump de bloquear la expansión de China en los mercados internacionales.

Contrariamente a la absurda guerra comercial provocada por Trump, hoy Estados Unidos y China bien podrían jalar juntos la locomotora de la recuperación de la economía del planeta en medio de la pandemia; provocando que los países del Unión Europea se sumen con un crecimiento sostenido, a medida que concluyan sus programas de vacunación masiva y estimular las exportaciones de materias primas y manufacturas, mejorando los ingresos de los países de bajos ingresos y emergentes. 

La Directora General del FMI desea que los países desarrollados y emergentes unan esfuerzos bajo la coyuntura actual, a fin de que las personas tengan una oportunidad de poner fin a la pandemia por el COVID-19 y una oportunidad para comenzar a construir un futuro mejor; en la medida que se crean condiciones para que los países vulnerables, de África, Asia o de América Latina y el Caribe, puedan allanar el camino hacia una recuperación inclusiva y sostenible.

Para todos los gobiernos del mundo, actualmente la prioridad número uno es concluir la vacunación contra el OVID-19, convencidos de que, como lo ha señalado Kristalina Georgieva, la aceleración de la vacunación es el factor que está impulsando la rápida recuperación de la economía estadounidense. Sin embargo, la directora del FMI ha precisado que, existe el riesgo de una recuperación de sincronizada entre países; pues “la pérdida acumulada de ingreso per cápita, en comparación con las proyecciones anteriores a la crisis, será del 11% en las economías avanzadas para el próximo año. Para los países emergentes y en desarrollo, excluyendo a China, la pérdida será mucho peor, de alrededor del 20%, reduciendo una quinta parte de lo que ya es un ingreso per cápita mucho menor que en los países más ricos”, preciso Georgieva.

El panorama es oscuro para muchos países de bajos ingresos. La directora del FMI cree que un aumento de la ayuda internacional a favor de los países vulnerables puede mejorar en porvenir para todos; en tal sentido ha señalado que los países de bajos ingresos deberán invertir unos 200 mil millones de dólares durante los próximos cinco años para luchar contra la pandemia y necesitarán 250 mil millones de dólares para poder mejorar los niveles de sus ingresos más altos.

Por otra parte, lo alentador de la nueva visión de los organismos multilaterales es que, pese a la pandemia por el coronavirus, la caída del comercio mundial parece ser mucho menor que lo previsto. Las nuevas previsiones de la OMC hablan de una caída del 5.3% del comercio mundial en 2020 y esperan una recuperación de un 8% en 2021; gracias a una mayor demanda de los Estados Unidos, y probablemente de Europa, lo cual beneficiará a los países asiáticos, en particular a China.

Recordemos que, la crisis por la pandemia del COVID-19 generó temores de una caída de dos dígitos en el comercio mundial. La OMC predijo una caída del 13% al 32% en la primavera de 2020, pero afortunadamente no se produjo. Según el reporte de la OMC publicado el miércoles pasado, se espera que el comercio mundial en 2020 tenga solo un descenso del 5.3%.

De aquí que, la nueva Directora General de la OMC, Ngozi Okonjo-Iweala, este convencida que “la recuperación del comercio mundial ha resultado ser más rápida de lo esperado” y que el “comercio mundial ha resistido relativamente bien” a la pandemia y mejorará su desempeño en los próximos meses, en la medida que concluyan las campañas de vacunación masiva y cesen las disputas comerciales de los Estados Unidos con el mundo.

Hoy, Asia es la única región del mundo que finaliza 2020 con un aumento del 0.3% en sus exportaciones; mientras que, el buen manejo de la pandemia limitó la recesión económica en China y otras economías asiáticas, lo que también les permitió continuar importando, según la OMC; por lo que sus importaciones cayeron sólo un 1. 3%, frente al 7.6% de Europa y el 6. 1% de América del Norte. No obstante, la recuperación del crecimiento mundial y del comercio pasa necesariamente, como lo señala Ngozi Okonjo-Iweala, por “una mejor distribución y una mayor capacidad de producción de vacunas”.

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