LIC. JULEM RENTERÍA,
COORDINADOR DEL PAN EN EL SENADO:
CIUDAD DE MÉXICO.- Después de que usted se disculpó por reunirse con el presidente del partido VOX, Santiago Abascal Conde, me di a la tarea de averiguar sobre dicha organización y, más allá de las etiquetas, saber por qué la reunión sacó tantas ronchas.
Encontré que VOX es una escisión del Partido Popular español, a raíz de la crisis económica sufrida en ese país y algunos escándalos de corrupción.
Varios aspectos me llamaron la atención sobre este partido español, senador Rentería:
Primero, en las últimas elecciones generales de 2020 -equivalente a nuestras federales- obtuvo 52 de los 350 escaños posibles; ya cuenta con cuatro eurodiputados y su presencia en los congresos locales se ha multiplicado. Nada mal para un partido creado hace cinco años.
Segundo, se autodefine simple y llanamente como “un partido de extrema necesidad y del sentido común”. Lo que en México conocemos como la declaración de principios es igualmente simple: “Nuestro proyecto se resume en la defensa de España, de la familia y de la vida; en reducir el tamaño del Estado, garantizar la igualdad entre los españoles y expulsar al Gobierno de tu vida privada. (…) Nuestro discurso nace de nuestras convicciones, al margen de si éstas son más o menos populares. VOX es el partido de la España viva, libre y valiente.”
La apuesta ideológica de VOX se basa en la nación española como referente y en una identidad colectiva como factor de unidad. Su programa “100 medidas para la España viva”, incluye la defensa de la centralización de la educación, la salud y la policía, así como su oposición a la condición autonómica de algunas de las comunidades españolas.
VOX no parece ser fascista, sino una derecha radical populista, porque hay sus diferencias. Defiende a la familia tradicional católica, lo que lo lleva a oponerse a las manifestaciones socioculturales que le resultan amenazantes. Considera que los migrantes "no vienen a España a engrandecerla, sino a recibir prebendas que muchos españoles no tienen (…) El Estado del Bienestar es para los españoles". En particular se oponen al ingreso de musulmanes y a la construcción de más mezquitas en territorio español.
Por supuesto, el partido es pro defensa de la vida y homofóbico no declarado. Al feminismo lo ve “asociado a una ley (de Violencia de Género) que convierte a los hombres en culpables por el hecho de ser hombres”, por lo que proponen una Ley de Violencia Intrafamiliar.
A VOX no le preocupa entrar en contradicciòn: al tiempo que niega el cambio climático, promueve el desarrollo científico y la internacionalización de la educación superior. Accede a la Unión Europea siempre y cuando se rechace cualquier acuerdo multilateral que implique ceder un poco de autonomía nacional.
Tercer aspecto interesante de VOX: su discurso. Sus dirigentes hablan sin pelos en la lengua sobre sus valores y posturas políticas; no les interesa hacer concesiones, ni les agobia ser políticamente incorrectos. Dicen en voz alta lo que algunas personas no se atreven.
VOX ha desarrollado un vocabulario que modifica el significado de las palabras, agregándoles connotaciones positivas o negativas, según convenga (¿Le suena familiar?). Por ejemplo, feminismo supremacista, lobby gay, Ley de Herodes (para referirse a la actual educación sexual) y muchos otros términos que ilustran su descripción maniquea del mundo. De ahí que la Carta Madrid clasifique como comunistas a los gobiernos de izquierda.
Con todos estos elementos y obviando el franquismo, VOX ha tocado eficientemente los puntos sensibles de una parte del electorado.
Ahora cuénteme, senador Rentería, ¿qué tiene usted en común con VOX?
Investigación: Upa Ruiz upa@delfos.com.mx
Facebook: Leopoldo Mendívil
Twitter: @Lmendivil2015
Blog: leopoldomendivil.com
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