Por: Luis Ramírez Baqueiro

“El verdadero progreso consiste en renovarse.” – Alejandro Vinet.

Dicen que todo lo que empieza, tarde o temprano tendrá que terminar, así ocurrirá con la ruinosa administración municipal de Xalapa.

La llegada prometedora de Hipólito Rodríguez Herrero a la alcaldía allá por 2018 elevaba las esperanzas por rescatar del abandono muchas de las áreas gubernamentales corroídas por el maldito cáncer de la corrupción.

Fue precisamente un 1 de agosto de 2018, cuando ufano Rodríguez Herrero le confirmaba a este reportero en entrevista que había ya denuncias en contra de los funcionarios de la anterior administración de la Comisión de Agua y Saneamiento de Xalapa por los malos manejos y por el enriquecimiento ilícito cometido al amparo del Sistema operador. https://www.youtube.com/watch?v=E7XEwyOyw24&t=1439s – minuto 22:39

Tras cuatro desastrosos años, nadie terminó en la cárcel y la situación que enfrenta la CMAS es verdaderamente de horror.

Con personal incrustado que simplemente no hace nada -en donde hasta la hija del alcalde y su esposa se afirma cobran ya desde hace unos meses-, una cartera vencida que se triplicó desde su gestión, con una operatividad y burocracia desmedida, sumada al desaprovechamiento de los afluentes que el mismo sistema tiene autorizados por fugas, son tan solo algunos de los serios problemas a solventar.

Lo grave es que una vez llegada la próxima administración –que esperemos, se guíe por una revisión exhaustiva de sus funciones- los que verdaderamente trabajan corren el riesgo de ser desplazados en la purga que seguramente habrá de venir.

Pero lo grave no es solo los hechos reseñados o conocidos, sino las acciones que al amparo del Sistema se han practicado, en donde se afirma el saqueo ha estado a la orden del día.

El que juró acabar con las prácticas indebidas resultó ser peor remedio, sobre todo cuando ha trascendido que el Órgano de Gobierno de la CMAS ha tomado la determinación de otorgar un bono de marcha de 10 millones de pesos entre 40 pseudo trabajadores.

Lo simpático del chiste que se cuenta solo, es que en la lista aparece el mismísimo alcalde, ese que ufano decía acabar con las rapacerías de sus antecesores.

Bien dicen que, del plato a la boca, se cae la sopa. Y esta sopita le saldrá carísima a los xalapeños.

La llegada de Ricardo Ahued Bardahuil a la alcaldía de Xalapa, es una nueva esperanza para los habitantes de esta capital que anhelan volver a tener un sistema operador funcional y eficiente.

Confiamos en la buena voluntad y honestidad del empresario y político xalapeño quien ya tiene una radiografía puntual de la problemática que enfrenta la CMAS, hasta donde esperemos no coloque a ningún vendedor de espejitos, que abundan en el tema, porque mucho daño le causará a su imagen y buen nombre.

Queda claro que la CMAS fue el sistema que Hipólito Rodríguez colapsó. ¿O usted qué opina?

Al tiempo.

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Twitter: @LuisBaqueiro_mx