José Luis Ortiz Santillán
Esta semana, después que Bloomberg diera a
conocer que hay una probabilidad del 100% que los Estados Unidos caigan en una
recesión, ante la imposibilidad de la Reserva Federal de contener el incremento
de la inflación (8.2%), los analistas en México han apostado al
descarrilamiento de la economía; lo cual no podría ser mejor para los
opositores al presidente Andrés Manuel López Obrador, que en la antesala de las
elecciones presidenciales se produjera una catástrofe económica, sin importar
las consecuencias para millones de mexicanos.
Sin embargo, las proyecciones de Bloomberg
sólo son la prospectiva sobre el posible desarrollo de la economía
estadounidense, basada en escenarios y supuestos sobre la política económica y
monetaria de los Estados Unidos, materializada en un modelo econométrico.
Habría que preguntarse sobre la incapacidad de la Reserva Federal para contener
la inflación, sobre el inmovilismo del gobierno de Joe Biden para dejar que la
economía se desmorone, como durante la crisis de 2009, algo que resulta
imposible de pensar por ahora.
Pese a la interrelación de las economías
producto de la globalización y las relaciones económicas de México con los
Estados Unidos, país al cual va el 82% del total de las exportaciones, el Banco
de México (BANXICO) y el Gobierno Federal tienen la responsabilidad de poner en
marcha una política económica proactiva y previsiva, capaz de hacer frente a la
recesión mundial que seguramente se hará presente en muchos de los países
desarrollados y en desarrollo en 2023, tal como lo ha señalado en Banco Mundial
(BM), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la propia Organización Mundial
del Comercio (OMC); lo que implica fortalecer el consumo interno, en particular
el del gobierno e incrementar la inversión pública.
Por ahora, el crecimiento del Producto Interno
Bruto (PIB) en el primer trimestre (1.8%) y segundo trimestre (2%) de 2022,
revelan un aumento promedio de 1.9% durante el primer semestre del año, nada
malo para las condiciones en que se está desenvolviendo la economía nacional
luego de la pandemia y la crisis económica actual desatada por la guerra
anexionista rusa en Ucrania.
No obstante, quedan aún tres meses claves del
año para garantizar que la economía mexicana logrará crecer, al menos,
alrededor del 2%. El INEGI ha publicado recientemente los resultados del
“Sistema de Indicadores Cíclicos”, correspondientes a julio de 2022, señalando
que en ese mes el Indicador Coincidente, que refleja el estado general de la
economía, se colocó por arriba de su tendencia de largo plazo al sumar 101.1
puntos y una variación de 0.13 puntos respecto a junio, la cual constituye la
menor en siete meses; mientras que sus gráficas aún no muestran el efecto de la
crisis económica internacional actual; pero sin duda, es probable que en los
próximos meses la curva comience a caer, considerando las proyecciones
adelantadas del INEGI.
En efecto, el Indicador Adelantado, que
“busca anticipar los puntos de giro del Indicador Coincidente con base en la
información de sus componentes disponible”, de acuerdo al INEGI, en agosto de
2022 se localizó por debajo de su tendencia de largo plazo al registrar un
valor de 99.6 puntos y una disminución de 0.29 puntos con relación a julio.”,
precisa el Instituto, proyectando una probable caída a mediano plazo de la
economía nacional, congruente con las últimas observaciones efectuadas por el
INEGI en su modelo econométrico.
El Indicador Adelantado continúa proyectando
una caída del crecimiento económico como en meses pasados; sin embargo, lo
pronunciado de la caída dependerá de la fortaleza y resistencia que ofrezca la
economía mexicana a la crisis económica internacional; no obstante, los
recientes indicadores publicados por el INEGI, muestran una pérdida gradual de
dinamismo de la economía nacional, en particular en el sector de los servicios.
Revisando los datos del INEGI, lo cierto es
que el Indicador Adelantado proyecta una caída del crecimiento de la economía
en el tercer trimestre, lo que probablemente conducirá a que la próxima tasa de
crecimiento trimestral oscile entre 0.5% y 1.5%, mostrando el impacto de la
crisis económica internacional sobre la economía mexicana. Sin embargo, el
desempeño real de la economía va depender de su capacidad para atraer
inversiones, del consumo privado y del gasto público; tarea que parece difícil
frente a los incrementos de las tasas de interés en los Estados Unidos y
Europa, que están luchando por contener la inflación.
Por ahora el BANXICO y los apoyos del
gobierno al consumo de energía, parecen estar dando resultados positivos, el
propio FMI lo ha reconocido recientemente. En septiembre de 2022 el incremento
de los precios respecto a agosto, apenas fue de 0.62% y la inflación anual se
mantuvo en 8.7%, la misma de agosto; sin embargo, la inflación acumulada anual
pasó de 5.54% en agosto a 6.19% en septiembre; por lo que, este aparente reposo
en el aumento de los precios, podría estar relacionado con la caída de la
demanda interna y los ingresos de los hogares, producto del incremento del
desempleo (3.5% en agosto), y en consecuencia, con un menor crecimiento de la
economía en el tercer trimestre de 2022.
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