Por Héctor Herrera Argüelles
“Nada
grandioso fue jamás conseguido sin peligro”:
Nicolás
Maquiavelo
Hay
grupos de interés internos y externos al gobierno que, promueven la reelección
del presidente López Obrador. Ya le han expuesto su deseo. Sin embargo, él
hasta el momento, sostiene que al final de este sexenio, termina su ciclo
político, y se va a descansar a su rancho en Palenque.
Animados
por el flujo de la ola de izquierda en Latinoamérica que, ya llevó de regreso a
Lula da Silva a la presidencia brasileña, los promoventes tienen la confianza
de que, si López Obrador quisiera reelegirse, lo lograría.
Sin
embargo, hay un dique jurídico. La Constitución General de la República es
clara al establecer que “el ciudadano que haya desempeñado el cargo de presidente
de la República, electo popularmente, o con el carácter de interino o
sustituto, o asuma provisionalmente la titularidad del Ejecutivo Federal, en
ningún caso y por ningún motivo podrá volver a desempeñar ese puesto”.
Los
mismos grupos aseguran que, con una amplia negociación en el Congreso podría
modificarse la norma constitucional para lograr su objetivo.
El
primer mandatario ha revelado que, en algún momento de su carrera a la presidencia,
y después de la elección del 2006, había tomado la decisión de frenar sus afanes
de persistir en la búsqueda de la primera magistratura, sin embargo, confesó,
sin explicar las razones, que “algo” lo motivó a seguir insistiendo hasta que
lo consiguió en el 2018.
Habría
que recordar a los desmemoriados, que en México se registró una revolución
precisamente por el tema de la reelección cuando Porfirio Díaz se extendió en
el poder por mas de treinta años. Aún así hay quienes quieren convencer al
presidente de aventarse un lance de ese tamaño.
El
ejecutivo insiste que al término de su gestión terminará su ciclo, sin embargo,
hay varios escenarios que muestran la poca probabilidad de que se vaya a
descansar, salvo por un tema delicado de salud.
1. Los
grupos que insisten al primer mandatario que busque la reelección serán los
mismos que pedirán a López Obrador “incida” en la gestión política del próximo
presidente o presidenta.
2. Con la
fortaleza política que le ha dado su liderazgo, el nuevo presidente o la nueva
presidenta, se verá obligad@ a contar con lo servicios del ex presidente, lo
que ya ha sucedido en varias ocasiones desde Lázaro Cárdenas hasta Miguel de la
Madrid.
3. Terminada
su gestión, otros grupos de presión buscarán saldar cuentas con el ex
mandatario por los “agravios” que, según ellos han recibido. Nuevamente, el
caso de Lula da Silva, podría servir ejemplo de lo posible.
Una de
las virtudes del sistema político mexicano, además de la lealtad de las fuerzas
armadas, ha sido precisamente su capacidad de oxigenación al renovarse el poder
ejecutivo.
Vivimos
tiempos de excepción, y también hemos visto, que el ser humano es capaz de
tropezarse más de una vez, con la misma piedra, y también es cierto que,
tampoco aprende de la historia ya vivida. Ahí está como muestra la guerra en
Ucrania.
El
presidente López Obrador ha realizado una gestión aceptable, a pesar de la
coyuntura propiciada por la pandemia y la Guerra en Ucrania. Ojalá no caiga en
la provocación de quienes lo quieren convencer de un lance que, podría resultar
muy peligroso.
De la
libreta
°
Marcelo Ebrard asegura que no va a aceptar imposiciones en la carrera hacia la
presidencia. Ha decidido apresurar el paso de cara a la encuesta que definirá
al candidato presidencial. Su equipo de trabajo asegura que, el canciller no
tiene un plan B.
° El
secretario de Gobernación, Adán Augusto López, de forma consistente, sigue
avanzando en las encuestas de percepción pública. De los tres en la carrera, es
quien más avanza en las últimas semanas.
° La
alianza opositora en el Estado de México está en vilo. El más fuerte candidato
del PAN, Enrique Vargas, se niega a ir de comparsa con el PRI. El PRI, por su
parte, rechaza que una panista sea su abanderado en uno de sus últimos
bastiones. Se antoja muy complicado.
@HectorHerreraAR
Publicar un comentario