Una sociedad puede tener un crecimiento importante en varios rubros como lo son el económico, cultural, deportivo, social, político, entre otros, si los gobiernos en turno comprenden, escuchan y van de la mano con las principales necesidades de la población toda vez que, en un sistema democrático como el nuestro, son las y los ciudadanos que, con su voto, eligen a quienes los representarán por un periodo determinado. Esto obliga a quienes obtienen el triunfo a velar por los intereses de quienes los eligieron sin distinción alguna.
No obstante, existen indicadores que revelan diversos requerimientos de la población que, de acuerdo con múltiples estadísticas, no están siendo atendidas por las instancias competentes. Así, de acuerdo con datos revelados por la empresa Consulta Mitofsky con corte a julio de 2023, la inseguridad es la principal preocupación de la ciudadanía, así lo manifestó un 43.6% de los encuestados que, si le sumamos un 27.1% que indicó que la falta de seguridad sigue igual tendríamos poco más del 70% de personas que se manifestaron en el mismo sentido.
Estos datos pueden vincularse con los registros de inseguridad que, de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del INEGI, correspondiente al segundo trimestre de este 2023, refiere que el 62.3% de la población de 18 años y más (media nacional) consideró inseguro vivir en su ciudad.
Consulta Mitofsky, además, en la encuesta mencionada hace referencia a otros tipos de problemáticas inmediatamente después de la inseguridad, como son los servicios de salud en donde un 40.7% refirió que esta “peor” que en otros momentos; en materia económica un 32.8% señaló que esta “peor” en comparación con otros años.
De esta interesante encuesta resalta un factor al que debemos ponerle atención que, si no se atiende con prontitud, puede generar un desequilibrio social, me refiero a la percepción que tiene la gente sobre la “corrupción”, en donde un 78.4% manifestó que hay entre mucha y una mediana prácticas vinculadas con la corrupción. Solo un 19.4% señaló que hay poco o nada de corrupción.
Otros indicadores importantes, a nivel nacional, son los registrados por el Consejo Nacional de Evolución de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) que en 2022 apuntó, entre otras consideraciones, las siguientes:
Existe carencia por el acceso a los servicios de salud ya que de los 35.7 millones de personas afectadas en 2020, para 2022 el porcentaje se elevó hasta el 50.4%.
Existe un rezago educativo importante pues en 2020 había 24.4% de mexicanas y mexicanos con esta problemática; para 2022 pasó a 25.1 millones de personas.
Respecto a las personas vulnerables por carencias sociales paso de 30 millones en 2020 a 37.9 millones para 2022.
Ahora bien, otro problema que nos afecta está relacionado con la situación del agua en donde, de acuerdo con el Centro de Investigación en Política Mexicana (IMCO), México ya ha tenido diversas experiencias por falta de agua sobresaliendo las zonas centro y norte del país. De acuerdo con IMCO, el 76% del total de agua está concesionada para el riego de cultivos y la ganadería; el 15% es distribuida en las redes de agua potable a domicilios, industrias y usuarios; el 5% para industrial autoabastecida, y un 4% para centrales termoeléctricas.
Es así como IMCO resalta los datos del Banco Mundial que refieren que “…la disponibilidad promedio anual per cápita pasó de 10 mil metros cúbicos (m3) en 1960 a 4 mil en 2012”. Esto refleja la obligación del Estado mexicano, de las instituciones de gobierno, así como de las instancias legislativas para proteger, cuidar y salvo guardar jurídica y operativamente este vital líquido para la vida.
Un aspecto más, entre otros que quiero resaltar y que es un grave problema social es la discriminación a la que las mujeres se encuentran expuestas y que se traducen en una desigualdad social, en la falta de oportunidades, en la exclusión e incluso las mujeres están sujetas a diversos tipos de violencia.
El propio INEGI, a través de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2021, revela que cerca del 70% de las mujeres a experimentado algun tipo de violación a lo largo de su vida. Por ello, resultará fundamental observar las elecciones del año que entra para revisar el cumplimiento de diversas disposiciones constitucionales y legales de 2019 y 2020 en materia de paridad de género, así como en materia de violencia de género.
Como podemos observar, los temas apuntados son solo algunas referencias de las principales demandas que tiene la sociedad y que el Estado, en sus tres órdenes de gobierno, deben coordinarse, junto con los órganos legislativos principalmente, para atender las necesidades de la población.
Por su parte y ante la cercanía del proceso electoral 2023-2024 resultaría fundamental que los partidos políticos, las coaliciones que eventualmente se registren, así como las personas que logren alguna candidatura, consideren éstas y otras demandas de la población, las analicen y determinen propuestas para que la sociedad tenga verdaderas opciones democráticas. De lograr en su oportunidad atender las principales necesidades de la población, tendremos una sociedad más justa, con certeza jurídica, con equilibrio social y, sobre todo, bajo un esquema de igualdad libre de violencia.
Publicar un comentario